All You Have Is Fire

Capítulo 6

Sentado con la espalda apoyada contra el frío metal de la torre del barco, Jet está afilando su shuang gou mientras Iroh se sienta en forma de loto frente a una pequeña mesa, el viejo maestro fuego se encuentra jugando una especie de juego de fichas, con una tetera con té caliente, sentado en la esquina. Si Jet fuera más frío, pediría una taza, pero en cambio, saca un trapo y comenzó a pulir sus amadas hojas. Ambos hombres estaban acompañando al joven príncipe justo de pie en la proa del barco, un lugar que había ocupado después de haber sido obligado a desayunar. El día había comenzado normalmente, o tan normal para Jet como podría ser cuando uno tiene a un Príncipe enojado gritándole que levante su lento trasero. Jet estaba un poco más que molesto por haber sido despertado de una manera tan grosera, sobre todo porque había dormido poco o nada gracias al malvado príncipe que protagonizaba sus sueños de medianoche, pero rápidamente lo superó, ya que no era el único al que el príncipe había despertado groseramente.

Eso, y que Jet puede o no puede tener una pequeña atracción hacia el Príncipe.

Con los ojos clavados en la forma inmóvil de Zuko, Jet suspira y coloca sus espadas a los costados. "Oye, Zuko", grita, el Príncipe se pone tenso por el uso tan familiar de su nombre: "Siéntate. Relájate. Empiezas a hacerme sentir ansioso, no vamos a encontrar al Avatar contigo parado como una jodida estatua espeluznante ".

"No eres divertido, Lion-Heart". el Príncipe se muestra inexpresivo, pero todavía no se mueve.

"No estaba tratando de ser gracioso, pero es bueno que pienses así". Jet sonríe cuando Zuko aprieta los puños, "¿Por qué no tenemos una sesión de entrenamiento?"

"No quiero". las armas están debajo de mi no se menciona, pero está ahí.

Jet dice divertido, "Te calmará ~".

"¡No necesito calmarme!" Zuko finalmente dice, "¡Y yo no quiero!"

Jet se rinde, "Solo digo".

"Tiene razón, Príncipe Zuko". Iroh comienza, mueve una pieza, "Debes relajarte. ¿Por qué no todos jugamos un emocionante juego de pai-sho y tomamos una humeante taza de té de ginseng?"

"¡Dije que no necesito calmarme!" Zuko grita, gira su mirada hacia Iroh, "¡No quiero entrenar! ¡No quiero jugar pai-sho! ¡Y no quiero ningún té calmante!"

Tan pronto como el Príncipe les da la espalda a los dos, Jet frunce el ceño y saca una daga de su bota, y comienza a agudizarla también; es una sensación bastante amarga saber que el chico enojado alguna vez fue un niño bondadoso. En ese momento, un brillante rayo azulado se dispara hacia los cielos, la energía proyecta el área circundante en una tenue luz azul. Jet pronto siente la presión en la atmósfera cambiar seguido por una repentina ráfaga de viento que agita su ropa y el pelo de los dos Príncipes. .

Oye que Zuko murmura algo por lo bajo antes de volverse hacia los dos:

"¿Viste eso?" Jet asiente brevemente mientras Iroh mueve otra pieza, "¡Tiene que ser él! Timonel, ¡establece un rumbo hacia la luz!"

"Príncipe Zuko, probablemente sean las luces celestiales", razona Iroh, "Hemos pasado por esto antes. No debes tener esperanzas tan pronto".

El chico de dieciséis años gruñe pero se vuelve para mirar hacia el horizonte una vez más: Jet siente una sensación de frío en el pecho, se pone la máscara sobre la nariz y se pone la capucha, el combo de poncho negro le proporciona algo de calidez, pero solo lo suficiente. Se pone la tela en la cintura del pantalón, esconde la daga en su bota y se para, estirando los brazos sobre la cabeza, se inclina y agarra sus espadas. Ajustándolos en el lugar que les corresponde en sus caderas, está a punto de entrar donde es mas cálido cuando Iroh habla: