Capítulo 18

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Acostado boca abajo con los brazos apoyados en la cabeza, cansadas irises color ámbar se quedan inmóviles ante la aparente nocturna, calma, superficie marina sin nada más que la luna menguante para guiar su patético viaje - el joven Príncipe está familiarizado con los sentimientos de pérdida, desesperanza y un montón de otras emociones oscuras y deprimentes, pero ninguna rivaliza con la sensación de perder a la persona que se sentía como su otra mitad. Sí, se había sentido así cuando su madre había desaparecido misteriosamente con nada más que, lo que parecía, un sueño para darle una idea de lo que le había sucedido, pero no se sentía tan pronunciado como ahora, porque en ese entonces, había tenido a Jet allí para que actuara como un amortiguador emocional; el mayor quedándose con él hasta que saliera el sol, simplemente hablándole y tranquilizándolo - Jet, cuyo cabello siempre fue tan ridículamente mullido gracias a la humedad, que sonrió y rió por él incluso cuando Zuko estaba especialmente de mal humor, que confiaba en él lo suficiente como para delegar al Príncipe con su corazón.

Le dolía el corazón - le había echado esa confianza en la cara, pero a pesar del dolor, aún sonreía y reía por él.

Y ahora, sus cálidos ojos y sus aun más cálidas sonrisas se habían ido, arrastrándose a un lugar al que Zuko no podía ir ni rogar porque vuelva. Frescas lágrimas cobraban vida. Sollozando, se acurrucó y metió la punta de su dedo índice dentro del agua, sintiéndose un poco más cerca de su amigo fallecido. Se odiaba a sí mismo. Odiaba a Zhao. Odiaba a su padre, a su familia, a su nación. Todo. Pero más importante, odiaba al avatar - l Avatar fue el que se llevó a su amigo. Todos pudieron haber empujado a Jet hasta ese punto, pero fue el Avatar quien lo derribó. Pensar en la vision inocente del niño sobre el mundo y todo lo que hay en el lo enfurecía enormemente - desolación, pena y una rabia mucho más fuerte que antes se arremolinaba y ardía dentro de su corazón - no le importaba la edad del Avatar ni su edad real, o cuando nacería el próximo, lo mataría y lo haría lo más doloroso posible. Olvidaría el honor. Olvidaría a su padre. Olvidaría a su nación.

Se incorporó y le dijo a su tío, "Tío. Tío, levántate".

Su tío resopla ruidosamente y se levanta un poco antes de sentarse, con los ojos cansados cayendo sobre Zuko, "¿Qu - ?"

"Levántate." Zuko reitera, moviéndose hacia la parte posterior de su pequeña balsa hecha de madera flotante, "Vamos a llegar a tierra".

"¿En serio?" Iroh mira a su alrededor pero no ve nada, "Sobrino, tal vez has estado al sol demasiado tiempo, no veo nada".

"No." Zuko sacude la cabeza, mira a su mentor con un destello determinado en sus ojos, "Voy a llevarnos allí".

Iroh parpadea, "¿Cómo?"

"Como los hombres del barco", Zuko se desliza en una postura de fuego-control, "Voy a usar mi fuego-control para impulsarnos".

"Zuko, no creo -,"

"¡Solo apóyame¡"

Aturdido, Iroh se mueve hacia la improvisada vela y agarra las cuerdas, mira por encima del hombro para ver a su Sobrino mirándolo, con un aire inquietante a su alrededor. Una vez que asiente al joven, Zuko se da vuelta. Iroh sabe que hay algo extraño con su amado pariente, pero antes de que pueda contemplar el cambio repentino, se queda aturdido una vez más, lo suficiente como para que casi pierda el agarre en las cuerdas. En lugar del habitual fuego rojo de Zuko, una ráfaga de fuego azul feroz y hambriento salta de su puño, mucho más grande y mucho más enojado que su fuego anterior. Y Zuko no se da cuenta, o simplemente no le importa, ya que parece que tiene la mente puesta en algo, en un objetivo único, pero con el repentino desarrollo en el tono de su fuego y su repentina tenacidad, sea lo que sea que tenga en mente no es con intenciones amistosas.

All You Have Is FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora