Muerta

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Estaba acostada en una de las gradas mirando como Lucas y Dustin trataban de armar la piscina inflable. Los demás estaban afuera, en busca de mangueras y las bolsas de sal, mientras nosotros tres nos dejaron a cargo de armar la piscina. Cosa que yo no estaba haciendo. Era obvio que los chicos estaban batallando en armarlo, me quede mirando a un punto exacto pensando en que tenia mucha hambre y se me antojaba una hamburguesa con papas fritas... y soda, helado, pizza.

—¡¡TENGO HAMBRE!! —grite tan fuerte que hubo un eco en el gimnasio, los chicos saltaron asustados y la piscina cayo al suelo.

—¡Atlas! ¡¿Por qué no en vez de estar ahí sin hacer nada, levantas ese trasero y nos ayudas?! —exclamo Lucas mirándome con enojo, a lo que fruncí los labios y lo mire negando con la cabeza.

—Prefiero quedarme aquí.

—De hecho... Yo también tengo hambre —comento Dustin y solté una fuerte carcajada.

—¡Cállate y ayúdame a armar esto! 

Regrese mi mirada al techo, volviendo a pensar en comida, me senté mirando a los chicos por un momento y vi como se les caía la piscina que apenas habían logrado mantener parada, a lo que me burle.

—Se nota que no necesitan mi ayuda, les esta yendo de maravilla.

Lucas solo me miro, parpadeo un montón de veces antes de enseñarme el dedo.

—¡Lucas Sinclair! ¡NO FRENTE A LA PISCINA!

[...]

Eleven se metió a la piscina con unos lentes tapados con cinta adhesiva, estiro su mano para que la tomara y la sujete hasta que se paro en medio. Se sentó y se recostó para terminar flotando en el agua, no me soltó la mano en ningún momento, las luces parpadearon y antes de soltar su mano, la chica me habló.

—¿Qué sucede?

—N-no quiero estar sola —mire a todos y Hopper me indico que me metiera. Me quite los tenis junto con los calcetines y me metí a la piscina.

Usaba la vieja ropa de Joyce, la blusa roja oscura me quedaba grande, por lo que me llegaba a la mitad de mis muslos y los shorts que usaba, eran de pijama y de color gris oscuro. Me senté detrás de ella, así que su cabeza chocaba con mi pecho y la sostuve de la cabeza.

El momento en que toque su piel, mis vista se nublo y de un momento a otro, abrí los ojos dándome cuenta de que estaba en otro lugar.

Pisaba el agua, todo era oscuro y lo único que podía ver, era mi reflejo en el agua.

Hasta que mire a un lado y vi a Eleven.

—¿D-donde...?

Mire de nuevo el lugar y una imagen del pasado se mostró en mi mente, abrí la boca con horror y comencé a temblar queriendo retroceder. Queriendo escapar de aquí, sin embargo me quede parada viendo el agua bajo mis pies. Tenia que ser fuerte, no podía estar llorando por cada cosa que recordaba del pasado. 

Di un gran respiro, tenia que enfrentar las cosas y dejar de ser una chica débil.

Eleven me sujeto de la mano con fuerza y comenzamos a caminar.

A lo lejos divisamos una figura en el suelo, que parecía ser una chica. Eleven se detuvo al acercarnos más a la figura, mire a Barb o mas bien, su cuerpo todo pálido. De su boca salia una extraña babosa y su cuerpo estaba cubierto de una sustancia viscosa casi amarillenta.

—¿Barb esta bien?

Se escucho la voz de Nancy como si estuviera distanciada, Eleven miraba el cuerpo con horror, respiraba con rapidez y comenzó a gritar que estaba muerta. La sujete del brazo para que parara, pero siguió gritando.

—¡El! ¡Eleven! ¡Mírame! —la sujete del brazo para que parara, esta aun gritaba y vi como temblaba—. ¡MÍRAME!

La tome de la cabeza y sus ojos se volvieron azules apenas mis dedos tocaron su piel, de la nada dejo de gritar y me miraba sin ninguna expresión. La solté asustada y cuando vi que estaba apunto de caer al suelo, la sujete de los brazos para que no se cayera. La chica comenzó a llorar sin darse cuenta de lo que había sucedido, ahogo sus sollozos en mi hombro y sentí como sus lágrimas mojaban la tela de la blusa, hasta mojar mi hombro.

"¿Qué diablos le hice?" pensé.

—E-esta bien, estoy aquí —le susurraba al oído—. No tengas miedo, estoy contigo.

Dejo de temblar y su respiración se volvió lenta, se separo de mi y sus ojos estaban puestos en algo detrás de mi, a lo que gire la cabeza muy rápido. Era el "castillo" de Will.

Sin más tiempo que perder, corrimos hasta el pequeño fuerte.

El tan solo pensar que Will hubiera terminado como Barbara, me revolvía el estomago y la culpa volvía a mí. Hasta que lo vi acostado en el colchón, respirando lentamente y pude sentir el alivio al ver que estaba vivo, pero no quitaba el hecho de que seguía atrapado en ese maldito lugar.

—¡Will! —me puse de rodillas a su lado y le agarre la mano.

—Tu mamá vendrá por ti —le dijo Eleven y el chico abrió sus ojos—. Will, resiste un poquito más.

El lugar empezó a desvanecer, miramos alrededor y el agarre de Will desapareció, regrese mi mirada a él pero ya no estaba. Tape mi boca ahogando un grito, pude escuchar a Eleven sollozando y levante la mirada viendo la finita oscuridad de este lugar.

Cerré mis ojos con fuerza, las manos de alguien en mis hombros me hicieron abrirlos y vi que había regresado a la realidad.

El frió invadió mi cuerpo, unos fuertes brazos me rodearon y abrace el brazo de la persona sin dejar de ver el agua. Era Hopper. Lo único tibio que sentía, era la mano de Mike sobre la mía y la sangre que brotaba de mi nariz.

—Tranquila —susurro Mike, a lo que lo mire cansada.

Love you, Mike || Mike WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora