¿Enemy? || KookV

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“Love you so bad, love you so bad. Neol wihae yeppeun geojiseul bijeonae. Love you so mad, love you so mad. Nal jiweo neoye inhyeongi doeryeo hae. Love you so bad, love you so bad. Neol wihae yeppeun geojiseul... ”

La alarma de Jungkook no dejaba de sonar desde hace ya más de un minuto. Sonaba y sonaba, pero seguía dormido, acompañado de la vibración contra la mesa de luz.

— ¡Jungkook apaga esa alarma, maldición! - Grita su padre desde el piso de abajo, despertandolo de un salto. Inconcientemente, uno de sus brazos choca contra la pequeña mesa y consecuencia de esto, su celular se cae se la cama y estalla contra el piso, provocando un sonido estruendoso.

— Uhhhh... - Se queda inmóvil al sentir como su celular rebotaba  debajo de su cama, terminando de caer justo abajo suyo.

«Esto no es bueno, he hecho mierda el celular» Penasaba mientras asomaba su cabeza debajo de su cama, corriendo las sábanas que colgaban, para ver el celular reposando al revés en plena oscuridad.

Estira su mano para poder alcanzar su movil, que de seguro, por todas las vueltas y golpes que se dió, se rompió. Mueve su mano de la do a lado, buscando localizarlo hasta que choca contra este.

Coge el celular y se sienta en su cama, finalmente viendo la pantalla se su celular totalmente sana y sin razguños. Vaya suerte.

— Baja a comer.

Se escuchaba nuevamente a su padre desde abajo gritando llamándolo a ¿Comer? ¿Tan tarde era?

Precionó el boton de bloqueo, encendiendo la pantalla y mostrando el fondo se su idol favorito, junto con el patrón para desbloquear y la hora: 13:36.

Algo estaba fuera de lugar: ¿Se olvida de algo? ¿Tenía que ir al doctor? Pues, no lo recuerda, y menos si era importante. Ya que todo lo que recuerda es tareas, pruebas y el campeonato.

Pruebas, pruebas...

Tarea, tarea...

No lo recuerda, solo sabe que por alguna razón todo lo relacionado con el colegio es algo importante, cosa que en realidad no lo es. ¿De que se olvida, que tenga que ver con eso? No tiene idea.

Ignorando todo esto, comienza a caminar al armario en busca de ropa para ponerse. A su vista, apenas abre ambas puertas, son puras camisas blancas, negras y algunas más con unos pocos detalles incluidos, pero era la mayoría de la misma mierda. Algunas otras eran de colores, pero no llegaban a ser dos o tres.

Y sin pensarlo dos veces, cogió la única camisa roja que poseía junto con un jean negro y unas botas marrones: no solía vestirse de esa manera, por alguna razón se le ocurrió cambiar lo cotidiano y acepto el conjunto creado en su cerebro.

Caminó al baño y se miró al espejo. Acomodó unos mechones de cabello que estaban alborotados por haber dormido como nunca, y se colocó un poco perfume.

Mirándose al espejo, se volvió a preguntar, como hacía varios días venía haciendo, sobre si le quedaría bien un tono más claro. Sus herbras azabaches eran naturales —color que ama con su alma— y nunca lo había pensado hasta que Jakson,  su mejor amigo de la infancia, le había propuesto cambiarse al mismo tono que él. Lo está pensando, pero nada es seguro.

Salió de su habitación casi corriendo y rapidamente bajó las escaleras, pasando por el living y llegando a la cocina, donde también estaba la mesa donde se encontraban sus padres hablando.

— Buenas noches, Jungkook. - El señor Jeon saluda al azabache con sarcasmo, pero con una bella sonrisa similar a la de él. De respuesta, el menor suelta una risa nasal y los mira quitandose un mechón rebelde que obstruia su vista.