¿Enemy? || KookV

♕18: Fiesta pt. 1♕

Debajo de las sabanas, que eran bastantes para ser invierno y un día soleado, se encontraba un dormido y babeado Jungkook que disfrutaba de la siesta después de llegar de la casa del rubio. Aunque no era una muy buena idea dormir, era lo que amaba y lo que mejor le salía con su malhumor  creciente.

La noche anterior no lo había pasado muy bien del todo, pero como no tenía nada que hacer, decidió dormir. Aunque, desde un principio, dormir fué el error.

Su cabellera totalmente desordenada tapaba sus ojos y comenzaba a molestarle. Pero no lo suficiente como para que despertara.

Pero, como siempre, la siesta fué interrumpida.

El celular comenzó a vibrar y, acompañando ese molesto sonido de la vibración contra la mesita de luz, una canción exageradamente fuerte brotaba del parlante. Era un mangar de ruidos que hacían de despertador a ese conjunto de sueño que solo quería dormir en paz. Pero, como de seguro serían sus amigos o alguien que quiera algo, no lo iban a dejar de molestar hasta que coja el telefono y conteste.

Somnoliento y secándose los labios con el dorso de su mano derecha por haber babeado del sueño, extiende su brazo y coge el telefono.

— ¿Qué? — Contestó de mala manera a quién sabe quién, su voz sonando ronca.

Apenas preguntó quedó aturdido. Un ruido que, por puras suposiciones, ya que no se escuchaba claramente que sonaba del otro lado de la linea, parecía ser un parlante con musica exacta me raramente alta.

Retiró unos centímetros el celular de su oído. Miró el número: era el de Hoseok.

— ¡Hola Mr. Kookie! — La voz de Hoseok se escuchaba fuertemente. Estaba gritando.

— ¡No grites, mis tímpanos están por tener un paro cardíaco! — Frunce el seño al darse cuenta de lo que dijo no tiene ningún tipo de sentido, pero sus pensamientos son interrumpidos por la grito-conversación que tiene con al mayor.

La musica parece bajar el volumen.

— Ufff... Ya me alejé. — Suelta una pequeña risa de alivio y continúa — Lo siento, JungGuk.

Asiente el castaño como si Hoseok estuviese frente a él, cosa que no es, asique se siente un estúpido y se rasca la nuca. Formula un sonido afirmativo.

— Estamos en casa de Jackson. — Murmura. Jungkook se endereza en su lugar. — ¿Quieres venir?  Estamos todos. Yugyeom, Jin, Jackson, Yoongi, Nam y yo.

¿Nam?  Se pregunta el menor mientras frunce el seño, mostrando algunas arrugas en su entrecejo.

El único Nam que conocía —y muy poco— era a Kim NamJoon, el del consejo estudiantil. Era un azabache que pertenecía al consejo estudiantil del instituto, mejor dicho, el presidente del consejo estudiantil. Era el típico chico estudioso con altas calificaciones en materias de idiomas y culturas. Hasta le habían propuesto pasar unos cursos más, ya que en el curso que se encontraba era como ir al jardín nuevamente. Pero este no aceptó, una decisión rara, pero así quedó. Es un año mayor a él,  menos fiestero que nadie y totalmente culto. Al parecer tenía padres pertenecientes a una empresa muy rica, y, aunque no son los dueños de ella, ganan más que cualquier trabajador promedio. O eso se rumorea.

Entonces, a base de todos los datos no cien porciento reales, era imposible que Nam se juntara con los "malos de la escuela" o "la mala influencia". Pero, después de todo, eso no debía ser de su incunvencia.

— No se... — Murmura en un suspiro forzado. No tiene mucho tiempo para tirar con amigos. Debe dormir y dormir y dormir. Y perder el tiempo en videojuegos y dormir. Y claro, comer. Da igual lo que le dijeran, el no saldría de su cómoda cama.