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— ¡Piedra, papel o tijera! - A Jimin no se le da bien los juegos de manos...

Perdió por tercera vez consecutivas frente a su rival y mejor amigo de la infancia Hoseok.

Desde hace más de 14 años que se conocen, solo que no siempre se pueden hablar ni organizar ningún tipo de juntada por un punto en desacuerdo. Hoseok era del equipo contrario de basquet.

— ¡No se vale! - Chilla intentando escaparse de su deuda.

Niega totalemte victorioso el pelirojo, definitivamente esta vez no se escapará.

— No, no, no, pequeño Jimin-ssi - Niega con la cabeza energeticente y acompaña esta acción con su dedo índice. — No, hoy pagas tú.

— Bien, solo pide cosas baratas... - Lloriquea esperando un poco de piedad de parte del mayor, que no piensa ni un segundo en eso.

Jimin no tuvo piedad, él no la recibirá ahora.

— Si, si. - Asiente lo más sarcástico que puede ser y Jimin rueda los ojos.

Un mesero, que conocían perfectamente, se acerca a ellos con una gran sonrisa desde la cocina.

— Hola chicos, ¿Qué puedo servirles?

— ¡Taeyong! - Comienza a hacerle cosquillas en la panza al pobre pequeño con apenas 17 años.

— Ya, primo, estoy trabajando... - Murmura para que el jefe del café no lo escuche.

— Hola Taeyong. - Saluda amablemente Hoseok, que mira con curiosidad al azabache.

Taeyong y Jimin eran primos muy sercanos. Solían jugar desde pequeños juntos a diversos deportes. Aúnque, tristemente, se tuvieron que separar por un tema familiar de parte de la familia del menor. Un acontecimiento llevó a otro y Taeyong volvió a Seúl para trabajar y cumplir su sueño de llegar a ser cantante solista. O bueno, así estaba informado el azabache.

Jimin de verdad lo extrañaba, ya que no solo era un primo para él, sino que también era como un hermano, el hermano que nunca tendrá.

— ¡Te extrañé pequeño mocoso! - Jimin chillo, golpeándolo con cariño en el hombro del menor. Algo bruto de su parte pero venía con todo el amor del mundo, es decir el amor de Jimin.

— Ya Jimin Hyung, yo también. - Su sonrisa amable se esfumó en un segundo, mostrando una mueca algo triste. — No tengo mucho tiempo para poder hablar... Pero podríamos organizar algún día Hyung.

Al mayor se le llena la mirada y el cuerpo de felicidad.

¡Más días así por favor! Jimin quería muchas cosas y bueno, una de ellas era volver a ver a su hermoso y tierno primo que hace años que no veía. Tantas cosas de que hablar... ¿Tendrá novia? O... ¿Novio?

No lo sabía, pero lo averiguaria muy pronto.

Muchas preguntas más le llegaron a la cabeza, pero todos sus pensamientos fueron interrumpidos por un castaño vestido con un delantal de cocina. Su cara estaba adornada con un lindo gesto que lo describiría con un “Cara de pocos amigos”.

— Tae, apurate. - El llamado se da vuelta y de inmediato baja su cabeza en forma de respeto al castaño desconocidoy de a alguna forma disculpándose.

A los dos mayores le pareció algo exagerado ese gesto, por que de verdad que parecían de la misma edad... Hasta podían arriesgarse a decir que Taeyong era mayor que el desconocido gruñón.

— Tienes más pedidos y estás tardando mucho con el pedido de esa mesa. - Su mirada parece quemar a su pobre empleado mientras lo observa asentir. — Apúrate.

¿Enemy? || KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora