Ghost King [✿] Nico Di Angelo

❀ | f i f t e e n

~•~

Desde la muerte de Bianca, su hermana mayor, algo en su interior desapareció, la capacidad de amar a alguien en gran medida, si, apreciaba a sus amigos del campamento mestizo, sin embargo, el sentimiento no era el mismo. Y a partir de allí su personalidad cambio, se volvió una persona indiferente y antipática, encerrado en su pequeña burbuja de soledad que el mismo creo pero algo cambio.

El hijo del infierno estaba en busca de su próxima presa, y cuando menos lo espero, apareció frente a sus ojos.

— ¡Annabeth!— se escuchó la voz del hijo de Poseidón acercándose, levantó la mirada—, ¡Hay una nueva campista y está malherida!

La rubia apareció al rescaté, observando por un momento a la joven que se encuentra en brazos de su novio, y por el alboroto un círculo de personas entrometidas se empezó a formar al rededor de ellos obstaculizando el paso, hasta que apareció el señor Quirón calmando la situación, creando un camino para que Percy y su novia pudieran llevar a la chica a la enfermería, la cuál se encontraba inconciente y con notables heridas en el cuerpo.

Aún que fueron por solo unos segundos, pudo observar con claridad el rostro de la nueva semi-diosa, tenía cierto parecido con su hermana fallecida, cabellera oscura como su espada de hierro Estigio, tan largo que estaba casi seguro que podía llegarle a la cintura, y su piel blanca como la nieve, que a pesar de contar con innumerables heridas en todo el cuerpo y aún más en el rostro, para Nico di angelo se le hacía la chica más bonita que había visto en toda su vida.

Para suerte o desgraciado, allí cuando Athanasia se volvió una obsesión para el hijo del inframundo, una bella flor que deseaba poseer y nunca apartar de su lado.

— Nico.... ¡Nico!— un llamado lo saco del trance.

— ¿Eh?— frunció el ceño, dirigiendo su mirada a quien lo llamaba.

Esta sonrió. Su novia lo miro divertido, sin saber lo que había captado la atención del chico sombras.

— ¿Qué pasó?— cuestionó la pelinegra.

— Es solo que...— pausó un momento, trago saliva. Odiaba ponerse así—. Recordé el día en llegaste al campamento, me parecías un poco linda.

Soltó una risilla ante su confesión, a pesar de todo le encantaba su poca demostración de afecto, con ella se ponía algo nervioso y le daba ternura.

— Ay Nico—le dio pequeña sonrisa y tomó su mano, empezando a avanzar —. Vamos rápido, que llegaremos tarde al gran comedor.

Quince de octubre, nunca olvidará el día en que conoció al amor de su vida.

~•~