For The Last Time- [Lutteo]

16 •Recuerdos•

Todas las chicas llevaban hablando horas, y parecía que el tiempo no pasaba para ellas.

--Y entonces Marc me estuvo haciendo cosquillas para que le dijera quien me gustaba.--dijo la pequeña sonrojandose levemente.--

--Oh, pequeña.--Luna sonrió tiernamente -- ¿te gusta Marc?

--Quizás... Un poco. --habló nerviosa-- ¿has sentido esto alguna vez?, ¿lo de las maripositas en el estómago?--Luna sonrió y asintió leve-- ¿con... Matteo?--Luna tragó seco--

--Pues.. Sí. Y lo siento todos los días. --sonrió y no se dio cuenta de que Matteo estaba detrás de ella--

--¿Matteo?--habló Kate, aguantándose la risa, ya que Matteo, estaba lleno de harina. Pues se suponía que el, Gaston y su papá iban a preparar unas pizzas-- ¿no ibais a hacer las pizzas?

--Si... Pero se nos ha ido un poco de la mano... Y necesitamos ayuda--habló algo avergonzado--

--Esta bien--rió--¿vamos chicas?--ambas asintieron--

Luna.

Cuando entramos en la cocina, todas nos quedamos con la boca abierta. La cocina estaba llena de harina, había masas de pizzas por todas partes, y había una que estaba pegada al techo.

--¿Q-que... Que ha pasado aquí? ¿Un terremoto?--hablé sorprendida. Los tres nos miraron, y se encogieron de hombros.--

--Bien, creo que lo primero que tenemos que hacer es limpiar todo esto, y luego ya ponernos a cocinar.--habló Kate esta vez, todos asintieron y nos pusimos a limpiar--

Todos nos encontrábamos limpiando, y vi de reojo que Nina y Gaston estaban muy juntos, y sonreí. Son el uno para el otro.

Noté una mirada sobre mí y no le di importancia. Me subí a la encimera para limpiar la pared llena de harina, resbalé con la harina, y caí hacia atrás. Cerré los ojos inconscientemente e intenté aferrarme a alguna cosa para no caer, pero justo a tiempo noté unos brazos que me sujetaban.

Abrí los ojos y lo miré. Mi respiración se agitó, y mi pecho subía y bajaba descontroladamente, y no precisamente por que casi me abro la cabeza. Sí no, por lo que me hacía sentir la persona que tengo en frente.

--¿Estás bien?--susurró mirándome, y recordé, que siempre estaba ahí para salvarme--

Intenté bajar, pero dí un mal paso, la escalera se inclinó y sentí que iba a caer hacia atrás. Cerré los ojos por inercia pero siento unos brazos fuertes que me sujetan y yo me aferro a estos. Abro los ojos y veo al chico de hace un rato.

Matteo.

Mi respiración estaba agitada, ¿por qué me sentía así con... Él?

--¿Estás bien?--susurró con un tono de ¿preocupación? en su voz--

volví a la realidad.

--Eh... Sí.--susurré-- ahora sí.