Capítulo 11: "Miles".

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Al llegar al lugar, los chicos miraron un edificio gris que no llamaba la atención entre los demás, era de menor tamaño que el promedio y parecía más delgado que los otros edificios, pero Sticks lo señalaba eufóricamente, aseguraba que era el sitio correcto.

El equipo de Sonic subió por la escalera de incendios, como Sticks había propuesto, llegando a la ventana en donde la tejón había visto lo que relató. La pandilla miró por la ventana notando un apartamento con tapiz color purpura y adornos muy llamativos, la puerta de la habitación estaba cerrada, no permitía ver más allá. Amy trató de abrir la ventaba, pero esta estaba cerrada y no podían arriesgarse a llamar la atención rompiendo el cristal.

Sin muchas opciones más allá de solo quedarse viendo a la ventana, el grupo subió a la azotea para esperar mientras hacían un pequeño reconocimiento, por si era una fachada encubriendo algo más, cosa que Sticks parecía exclamar mucho.

—Debemos asegurarnos que el gobierno no está involucrado en todo esto, debemos de pensar en cómo nos vamos a defender en caso que los alienígenas nos vayan a invadir —murmuró con locura la tejón.

La locura de Sticks relajaba un poco al grupo que continuaban a la espera de alguna señal del zorro, no tenían más pistas, ni tampoco otro lugar en donde buscar a su amigo y los googles rotos de este no eran de mucha ayuda, más que saber que algo o alguien podía tenerlo. Amy trataba de mantener arriba la esperanza de Sonic, diciendo que Sticks no era una mala rastreadora y que, aunque algo demente, ella estaba intentando de ayudar a encontrar a Tails como él lo hacía.

Sin embargo, mientras los erizos hablaban, la tejón olfateaba por todas partes en el tejado del edificio, percatándose de que alguien se acercara al departamento. Un sonido metálico llamó la atención de todos, alguien llegó al edificio.

Sin tiempo que perder, Sticks saltó del edificio para lanzarse en contra quien quiera que hubiera llegado a la puerta del edificio. Tanto Knuckles como los erizos siguieron a la tejón precipitadamente, solo actuando por el mero instinto, tanto Sonic como Amy se dirigieron a la espalda de quien trataba de insertar su llave, mientras Sticks y Knuckles aparecían por sus lados, rodeando a aquel peatón que quería abrir la puerta.

—¡Atrápenlo!, puede que este cambiando de forma —Gritó Sticks de forma histérica mientras un asustado peatón miraba horrorizado cómo lo atacaba un grupo de extraños al entrar a su casa.

—N-no me hagan daño —chilló el peatón mientras la tejón le hacía una llave al brazo.

—Eh, ¿Sticks?, Creo que no es a quien buscamos, dijiste que era mujer ¿no? —exclamó el erizo mientras miraba a Sticks con cierta preocupación de que fuera a atacar al pobre tipo.

—No podemos confiar en ella, podría estar transformándose —alegó la tejón sin soltar a su prisionero.

—Sticks... no creo que pueda ser "él", además si lo fuera podemos mirar si entra en su casa, eventualmente debe entrar a su habitación, ¿no? —susurró la erizo rosa cerca del oído de su amiga.

Con dichas palabras Sticks soltó al cautivo peatón que, en pánico, entró al edificio con premura. Se escuchó un gran estruendo adentro, posiblemente aquella persona había tirado algunas cosas al entrar a su hogar, pero después de eso no hubo nada; los chicos subieron por la escalera de incendios esperando ver o escuchar que hubiera alguien dentro del departamento que Sticks juraba era la guarida de la supuesta "bruja", más no hubo señal alguna de que hubiese alguien.

—Pues... supongo que o es muy silencioso o está volando por que no se escucha nada —dijo Knuckles sin despegar la cara del cristal, esperando algún movimiento.

Memoria del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora