El Diario de Ravenclaw

No Me Importa.

-Esperame aquí, ya regreso, no tardaré mucho.

-Mi Lady, si la descubren?

-Eso no pasará.

Rowena trataba de convencer a su dama de compañía que la dejara ir sola al bosque pues debía verse una vez más con aquel joven que había conocido.

-Ve, cuida que nadie se acerque, si alguien llega conjura Avis y sabré que eres tú.

Su dama de compañía era una bruja mestiza que servia al igual que toda su familia a la noble casa de los Ravenclaw.

-Como usted diga Mi Lady

Ella se fue intentando cumplir con lo que Rowena le pidió estaba algo temerosa de que alguien pudiera descubrirla pues a pesar de que ella solo servía a la familia, había nacido en ellas una amistad muy fuerte.

-Caballero...

Ella se acercó hasta donde estaba sentado él, justamente en el lugar donde se conocieron por primera vez.

-Pense que no vendría Mi Lady.

-Candice me dio su mensaje, no estaba segura de venir, pero aquí estoy, dígame para que es que me busca hoy.

-Mi Lady, yo solo quiero disculparme con usted, aquella ocasión en que nos vimos por primera vez fue el momento menos inoportuno.

-Bueno, usted estaba cometiendo una atrocidad con ese indefenso animal -Dijo caminado en aquel sendero, pues no le gustaba quedarse parada sosteniendo pláticas-.

Dharius la alcanzo en un par de pasos y comenzó a caminar a su lado.

-Mi Lady, le ofrezco mi disculpa, solo que ese animal ha estado haciendo destrozos en toda la granja, además de que hemos puesto trampas y no cae ese animal.

Ella río un poco antes las palabras que acababa de escuchar de parte de Dharius.

-Es uno de los animales más inteligentes de este mundo, como espera que caiga en alguna trampa de esas? Además utilizar ese tipo de atrocidades en contra de un animal es la peor bajeza de un ser humano, porque solo lastima a los animales sin justificarse, recuerde que los humanos somos los que invadimos su hábitat.

-Veo, Mi Lady que es usted una fiel defensora de los animales.

-Soy una defensora de todos los animales, ninguno tiene por qué pagar el hecho de que nosotros hayamos invadido su espacio, siempre tenemos algo que aprender de cada uno de los animales que encontramos en nuestro camino.

Dharius se quedó pensativo ante las palabras de Rowena pues sabía que ella tenía razón cada especie de animales nos muestra un aprendizaje diferente.

-Creo Mi Lady, que usted tiene toda la razón, y cada uno nos enseñará a su debido tiempo lo que debemos aprender, ahora mismo he aprendido algo.

-¿Que ha sido lo que aprendió caballero?

-Aprendi que debo ser tolerante y que debo investigar antes de juzgar, ese animal está hambriento por algo y por eso visita la granja, solo que esta vez puedo hacer algo por ese animal.

Un sonido de alas de una bandada que atravesaba el bosque se hizo presente, por lo que Rowena emprendió la retirada hechandose a correr lo más rápido que su ropa le permitía, dejando a Dharius atrás muy confundido ante la reacción de ella.

Al aparecer Rowena donde la esperaría Candice, ya estaba Isobelle, su madre ahí quien la miraba expectante y confundida, en su rostro se notaba las mil y un preguntas que estaba a punto de hacerle.