Tanto para Isobel como para Rowena aquella aburrida reunión se les había hecho eterna, una quería solo retirarse a sus aposentos y pensar en que al día siguiente se vería en aquella gruta donde años anteriores había encontrado su principal tesoro que guardaba tan celosamente en una bella caja oculta bajo una baldosa de su lugar de descanso sellada con un hechizo protector y así evitar ojos curiosos puedan descubrir su secreto.
Aquella velada avanzó lentamente y Rowena tuvo que fingir que se sentía indispuesta para poder retirarse, encontró la excusa perfecta y se despidió tanto de sus padres como aquellos que se encontraban en la velada.
—Segura que estarás bien Rowena? -Un preocupado padre le preguntaba a su hija, a diferencia de Isobel, en ocasiones era bastante consentidor-.
—Así es padre, solo tomaré un té para sentirme un poco mejor, si me disculpan -Se levantó e hizo una seña a Candice, está llegó hasta donde ella y le pidio que le llevará aquel té que había mencionado a su padre-.
—Sí Mi Lady -Se dirigió a la cocina y se encargó de preparar aquel té, cuando estuvo lo colocó en una elgante taza sobre una bandeja que también contenía un frasco con miel, camino por aquellos pasillos y subió por las escaleras hasta llegar a la puerta de la habitación de Rowena-.
Un par te golpeteos se escucharon en la puerta de la habitación de Rowena, mientras abría ligeramente para darle paso a la bandeja, se adentro a la habitación y colocó la bandeja en la mesilla junto al sillón donde Rowena se encontraba sentada con un libro sobre sus manos.
—Mi Lady, aquí está su té -Dijo ofreciendo la taza y el frasco de miel-.
—Gracias, Candice -Puso su libro a un lado y tomo la taza, con la cucharilla que estaba en el frasco puso un poco de miel en el-. Candice...
—No se preocupe Mi Lady, su madre no se enterará, mañana vendré como de costumbre, sé que todo estará bien, solo tengo que quedarme acostada y dormir, no será nada complicado, además la poción para dormir ayudará bastante -Dijo con un poco de nerviosismo mientras sacaba la ropa de dormir de Rowena y la colocaba en su cama-.
Candice estaba acostumbrada a hacer aquel plan que tenía Rowena, lo habían hecho desde que aprendió a realizar la poción multijugos, y una tomaba el lugar de la otra cada que Rowena se reusaba a hacer algo que le imponía su madre a hacer y ella no quería.
—Gracias Candice, de verdad que no se qué haría sin ti.
Candice solo sonrió mientras acomodaba la cama para Rowena y retiraba la bandeja para irse.
—No tiene nada que agradecer Mi Lady, sabe que lo hago con gusto, vendré mañana, verá que todo sale como lo planea.
Salió de la habitación dejando a Rowena sumida en sus propios pensamientos.
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El Diario de Ravenclaw
FanfictionEs una historia de amor de la fundadora de la casa Ravenclaw así como de Luna Lovegood y Theo Nott. Se desarrolla a raíz de situaciones en donde Luna llena de curiosidad encuentra una carta, en ella se hace mención a Helena, y decide investigar si H...