Un triste día y...¿Una Cita?

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*CAPÍTULO 7-- Un triste día y...¿Una Cita?

Viernes 27 Octubre.

A la mañana siguiente me entregaron el cuerpo de mi padre dentro de un ataúd. Inmediatamente lo llevé gracias a la ayuda de los padres de Loreta al tanatorio.

Ayer por la noche me ocupé de hacer llamadas y prepararlo todo. Erin en cuanto se enteró de la noticia me ayudó sin dudarlo. Al menos esto quería que fuera perfecto, quiería darle un adiós adecuado, porque es el que se merece...

Se presentó bastante gente, más de la que esperaba. Conocidos, antiguos amigos de la familia que no había visto en mi vida, incluso Shion, Leo y sus padres estaban allí... pero tía Hanna no apareció,... ella fué la que me cuidó durante un tiempo... lo cierto es que ya imaginé que no vendría ya que no vive aquí, se mudó hace poco más de un año y no sé mucho de ella desde entonces. Por lo tanto nadie de la poca familia que tengo pudo venir.

La ceremonia terminó y enterraron el cuerpo. Todos se acercaron a darme el pésame. Yo me limité a contestar  "Gracias." con un tono seco y mantuve la compostura.

Poco después me aproximé a la tumba cuando ya no quedaba casi nadie y puse un ramo de flores.

- Papá... ya no tienes porqué sufrir más... ahora estás junto a ella.- recogí unas cuantas flores del ramo y las coloqué a la tumba de al lado. - Mamá, cuida bien a papá por favor. Os echo de menos... 

En cuanto terminé sentí una presencia detrás mío.
El señor Wells estaba allí, ¿quien le había invitado?

Decidí ir a hablar con él. Estaba cerca y a punto de abrir la boca para formular mi cuestión, pero se me adelantó diciendo...

- Es una pena... Siento mucho lo de tu padre.

Me quedé callada al instante.

- O-oh... si...- miré hacia otra parte intentando retener las lágrimas- ¿Usted le conocía?

- Si, fuimos amigos.

- Ya veo...

La conversación no duró mucho más, el señor Wells se veía algo distraído y ausente... quizás también le había afectado la muerte de papá, al fin y al cabo dice que eran amigos.

Más tarde fui a casa de Loreta a comer pues me obligó... decía que no quería que estuviera sola en momentos como estos y cómo no, su madre pensaba lo mismo, así que entre las dos me llevaron a arrastras hacia su casa aunque yo me negara continuamente... unidas no hay quien las pare, aun así me marché pronto de su casa... tenía que meditar y asimilar todo lo ocurrido.

 Llegué a casa y al entrar recordé que había quedado con Jun. Hoy no estoy de humor para estar con nadie... pero...

- Ya es demasiado tarde para hacerse atrás. - cogí aire - Iré de todos modos.

Fui a probarme vestidos y al final me decidí por uno gris precioso sin mangas que llevaba un cinturón trenzado con una hebilla dorada. Sé que no es apropiado ya que hoy debería ser un día de luto ...sin embargo no quería que notaran más mi tristeza, tenía que ser fuerte.
Me puse unas mallas negras y unas botas que llegaban más o menos hasta las rodillas, no tienen mucho tacón ya que me siento más cómoda sin estar tan alta. Cogí una chaquetilla de punto y el bolso, miré que no faltara nada y salí del piso.
Caminé tranquilamente hasta el local. Abrí la puerta con cuidado y la recepcionista me atendió como siempre. 

- ¡Hola! ¿Necesita algo? - No me recuerda...

- Hola. No, bueno iba a la cafetería... - le sonreí y ella hizo lo mismo.

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