El Lazo Que Nos Une. (Yugi X Atem)

El principio de un reencuentro.

Se dice que estamos predestinados a alguien especial para nosotros, antes de nacer. A esto se le llama como almas gemelas. A caso ¿esto será cierto? Pero siendo así, ¿ qué pasaría si esa persona resulta ser tú hermano gemelo ?

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Es una tranquila mañana de verano como cualquier otra, el movimiento continuo de las personas empieza a despertar en la ciudad de Domino. Y no es la excepción para una pequeña tienda de juegos que está lejos del centro de aquella  ciudad. Un señor de mediana edad se dedica a poner el cartel de abierto de aquel pequeño negoció dedicado más que nada a juegos de mesa. Después de ello sube por las escaleras hasta llegar a la puerta de una recámara, se trata del cuarto de  su nieto.
Toca una vez, dos veces, nada, no hay contestación del otro lado de la puerta ya sin más paciencia decide abrir y entra de una vez por todas. - ¡Yugi, levántate ya, que llegarás tarde a la escuela! - grita a todo pulmón al joven que yace acostado en su cama.
De forma perezosa y somnolienta se levanta sin mucho entusiasmo un chico de cabello bastante alborotado, de piel algo blanca, ojos de color morado. Frota con sus manos, sus ojos para así poder asimilar más las imágenes de la mañana.
- ¿ Qué ocurre abuelo? ¿ Porqué gritas tan de repente?- contesta el joven aún con bastante sueño.
- ¿ Acaso no tienes escuela hoy Yugi? Vez eso sucede por quedarte hasta tarde jugando esos videojuegos , sabía yo que era mala idea.- le regañaba su abuelo , sin embargo el menor parecía no prestar mucha atención. Y sin que el mayor se diera cuenta, nuestro amigo empezaba a vestirse de forma bastante rápida y sin más ya cruzando la puerta de su cuarto se despedía de su abuelito.
- Ya me voy abuelo, o llegaré tarde no quiero molestar a los demás nos vemos.- agitaba su mano derecha en señal de despedida.
- Ese niño. Es bueno verlo tan feliz rodeado de sus amigos-  esbozaba una cálida sonrisa. Que fue cortada con el ruido del teléfono de la casa. -Hola, con la familia Motuo-.
Corriendo sin parar se encontraba Yugi, evitando tropezar con las personas. A mitad de camino se encontró con su mejor amigo Jonuichi, a lado de el estaban Honda y Anzu los cuales también eran buenos amigos de él. Aunque Yugi veía más que a una amiga a Anzu, sabía que no tenía alguna oportunidad alguna con ella. Aunque su corazón le doliera no tenía el valor suficiente de revelarle sus sentimientos, por ello él prefería guardarlos muy en el fondo.
- ¡Hey Yugi!- saludaba de forma alegré su rubio amigo.
- Jonuichi, Anzu, Honda. Hola chicos- contestaba algo agitado por haber corrido tanto.
- Yugi, ¿ qué pasó, porqué te vez tan agotado? - preguntaba preocupada la chica de cabello  café, acercándose a su mejor amigo.
- Ah, no es nada solo sentía llegar tarde, por lo que decidí correr desde mi casa- decía con una sonrisa, para tratar de calmar a sus amigos. Y así todos se dirigían a la  escuela donde pasarían el resto del día.

-Yugi, muy pronto nos volveremos a ver- una sonrisa se formaba y unos ojos rojos  llenos de felicidad y melancolía miraban al horizonte a través del cristal de una ventana de avión.
     Continuará.