Capítulo XI

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El fin de semana llegaba de nuevo, esto lograba dar paz y felicidad a los estudiantes ya que tenían  algo de tiempo para relajarse, sin embargo aún faltaban horas para esa perfecta dicha.
Pero para un joven de cabello tricolor no era así, la confusión que le había recibido el inicio de aquella semana lo tenía aún inquieto. Intentaba por  todos los medios evitar estar a solas con Atem, si era en la casa veía en que forma ayudar a su abuelo con la tareas domésticas. En la escuela trataba de pasar el mayor tiempo con sus amigos.

Sabía que no estaba bien, tarde o temprano ellos dos tenían que hablar respecto a lo ocurrido: en su mente una y mil veces su cabeza daba vueltas al asunto, que eso debería ser una broma muy pesada de su hermano, pero al verlo a los ojos afirmando que no era así y la seriedad marcada en las palabras de su mayor lo ponían de nuevo en duda.

Aquel roce aún permanecía ,el tacto de los labios de su igual sobre los suyos aún picaba. De forma inconsciente posó sus dedos sobre sus labios como recordando a la perfección ese echo.
-No, no, ¿en qué estoy pensando? No pudo haberme gustado- Y negando de forma frenética la cabeza, alejó su mano de su boca y se dedicó a despejar sus pensamientos para prestar atención a la clase.

Pero el pequeño joven no se había percatado que cada uno de sus movimientos eran captados por aquel hermoso joven de tez morena y ojos carmín.  Una sonrisa cargada de malicia se formaba en sus labios, ya que sabía perfectamente el gran efecto que su arriesgada jugada había causado.

- Oh querido Aibou, aún debo esperar a la siguiente etapa y esa es que rechaces a Anzu. Será interesante saber que contestación le darás a la confesión que te hará hoy.- y con ese pensamiento, comenzó a recordar lo que Masaki le había comentado el día anterior.

-Atem, quería pedirte un favor- comentaba con algo de pena aquella chica de cabellos castaños.

-Dime ¿de qué se trata? Ya que me has llamado con tanta urgencia, supongo que es algo importante. -hablaba con un cierto tono frío en su voz, sin embargo ella no lo notaba.

- Bien verás, tenía pensado confesarme a Yugi, ya que veo que el no lo hará conociendo su forma de ser. Así que quería pedir si podrías dejarnos caminar solos todo el camino a casa- un rosa pálido adornaba sus mejillas junto con una boba sonrisa. Aquel de piel canela no podía evitar el sentimiento de repulsión y celos que tenía en ese momento. Pero debía calmarse el ya había dado un paso delante de aquella insolente chica, y si aquello no resultaba, bueno tenía un segundo plan en marcha.

- Esta bien Anzu, puedo hacer ese favor, me adelantaré a casa con tal de que todo resulte para ustedes. Con tal de ver a Yugi feliz. - aceptaba con un falso tono de felicidad.

Y de esa forma Masaki Anzu le agradecía con una enorme sonrisa sin embargo, no sabía lo que le pasaría más adelante.

Una voz le hacía salir de sus recuerdos, se trataba del profesor, que le pedía que continuara con la lectura. Y con su típica calma de siempre continuó donde aquel señor se había quedado. Puede que su mente se encuentre dispersa en mil y un cosas, pero, no por ello se quedaba atrás.

Al fin las clases daban por terminadas y sin que nadie se diera cuenta Atem salía del del salón.

Jonoichi se estiraba con su tan acostumbrada flojera de todos los días, mientras se acercaba a Yugi. - Hey, Yugi vamos al centro de videojuegos necesito patear tu pequeño trasero-

-Ah, Jonoichi-kun em yo -no sabía que decir, la pena también le invadía cuando veía a su mejor amigo, después de todo qué no le aseguraba que él los haya visto. Aunque le calmaba un poco que no mencionara nada.- No lo sé además debo llegar temprano para ayudar al abuelo.

- Vamos hombre, no seas aguafiestas, además tu hermano Atem ya se fue. -comentaba alegre, sabía que su pequeño amigo tal vez estaría avergonzado sobre lo ocurrido aquel día y aunque no le comentó a Yugi que los había visto, notó que este se encontraba decaído tal vez no iba viento en popa como creía. Por esa razón decidió que tenía que animarlo ya que siempre Yugi a estado ahí para él, ahora era tiempo de devolver el favor.

- Lo siento Jonoichi, pero creo que tendré que robarte a Yugi este día.- una voz femenina se escuchaba atrás de ambos chicos. Se giraron para ver qué se trataba de su amiga. -¿Que dices Yugi caminamos los dos a tu casa?

- Masaki entrometida ¡¿no vez que quiero derrotar a Yugi en los videojuegos?!- refunfuñaba el chico rubio.

- Esta bien Jonoichi, seguro Anzu quiere hablar conmigo, si gustas podemos ir mañana todos , después de las actividades del club. - sonreía Yugi con amabilidad.

Con resignación su amigo aceptaba, y así los tres se despedían en el portón del Instituto.
Anzu con algo de nerviosismo caminaba a lado de Yugi, este por otra parte seguía perdido dentro de sus pensamientos.

Aquel silencio ya incómodo, se empezaba a romper cuando la chica de ojos marrón detuvo su paso frente a un gran árbol que estaba en el pequeño parque. Yugi vio como su amiga se detenía de repente ,cuando iba a  preguntar que es lo que pasaba ella al fin decidió hablar.

- Sabes Yugi, desde que entramos al Instituto he esperado que me dijeras tus sentimientos hacía a mi. -se giraba para ver mejor al pequeño chico.

- Anzu...¿ de de qué hablas ? - su voz sonaba tímidamente, no podía ser cierto lo que estaba a punto de pasar... ¿ELLA SE ESTABA CONFESANDO A ÉL? - Tú me gustas Yugi, demasiado siempre has sido un chico bastante atento conmigo. Tu amabilidad y dulzura me hicieron tener esto que siento por ti.

En ese momento recordó las palabras llenas de recelo de Atem hacia una posibilidad de que Anzu se confesara. Su corazón dió un vuelco repentino, siempre había esperado por ello pero ahora, no sabía en realidad que hacer sus sentimientos estaban tan confundidos que esas palabras saliendo de la chica que siempre le había gustado, no le hacían sentir nada.

Y sin previo aviso, sintió unos delicados labios posarse sobre los suyos. El calor que le transmitan eran tan diferentes de lo que había sentido con Atem. ¿Por qué tenía que estar en esta enorme confusión? El había anhelado tanto ese beso, que siempre lo tuvo en sueños. Pero ahora, en ese preciso instante no tenía un significado ya, y no entendía el porqué.

- Y dime Yugi ¿te gustaría salir conmigo? - preguntaba la chica sumamente avergonzada.

- Anzu,yo...

Pero ninguno de los dos se daba cuenta que todo el camino habían sido seguidos. Atem escondido detrás de algunos árboles de ese parque miraba la escena con una gran irá creciendo en su interior. Los celos y la posesión salían a flote y bien sabía que eso no era bueno.

- Anzu, no debiste cometer esa acción, jure que nadie tocaría a mi pequeño Aibou y tú no serás la excepción, y por ello recibirás una penalización. - con esa amenaza dicha a la nada ,los ojos de Atem se tornaban más rojos de lo normal y una sonrisa sádica empezaba a formarse en su rostro.

 - con esa amenaza dicha a la nada ,los ojos de Atem se tornaban más rojos de lo normal y una sonrisa sádica empezaba a formarse en su rostro

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Bien aquí el nuevo capítulo, espero sea de su agrado, ¿ustedes que creen que vaya a hacer Atem?
Yo solo puedo decir que Anzu lamentará mucho el beso con Yugi.
Pobre creo que hago sufrir un poco al pequeño :'v me hace sentir tan mal pero todo sea por la historia.
:3 gracias a los que leen esta locura nos vemos la próxima.

El Lazo Que Nos Une. (Yugi X Atem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora