Capítulo IX

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El tiempo pasaba de forma lenta para nuestro tricolor mayor, aquella pregunta le había dejado anonadado. En ese instante no sabía que hacer ,pero debía actuar rápido o aquellas palabras llegarán hasta oídos de "su" ingenuo Aibou.

- Así que ayer era una cita la que estaban teniendo. Lamento haber arruinado el momento - decía con un fingido tono de disculpa. - Pero, lo siento no, no me menciono nada Yugi. No deberías poner esa expresión, seguro estaba bastante nervioso como para poder mencionar algo. <<O muy decepcionado>> decía para sus adentros.

- Ya veo, Ah solo espero algún día ese niño tenga el valor de decirme lo que siente. -suspiraba bastante decepcionada.- Bien regresemos al salón o tu hermano y ese par de bobos no tardarán de preguntar dónde estamos.

Con un asentimiento de cabeza por parte del Motuo mayor, ambos daban la vuelta para volver de donde habían salido.

Yugi corría por los pasillos con el almuerzo bien aferrado a su cuerpo. Había sido bastante difícil haber enfrentado a toda la multitud de la gran cafetería, más porque está vez su mejor amigo no había ido con el.
Pero al fin entre jalones y pisotones salió victorioso. Cuando llegó al salón se percató que Anzu y Atem no se encontraban ahí, su corazón empezaba a palpitar demasiado rápido, temía que ella se le estuviera confesando a su hermano mayor... ¿ A caso sería así, su gran temor se haría realidad? Si ese fuera el caso sus ilusiones se venían cuesta a bajo. Pero sin más que perder el se daría por vencido y sería feliz por los dos.

- ¡Hey Yugi! Deja de estar como estatua en la puerta- la voz de Jonoichi le había sacado de sus cavilaciones y negando frenéticamente con la cabeza se acercó hasta donde estaban sus dos amigos.

- Jonoichi-kun ,Honda-kun, perdón apenas pude salir vivo de la cafetería - comentaba con una gran sonrisa.

- No debiste ir sin mi Yugi, casi fue un suicidio para...- pero sus palabras fueron cortadas por el joven de cabello corto.

- Cállate Jonoichi, él no hablo al ver que estábamos discutiendo- comentaba Honda molesto.

El bajo de los tres presentes se limitaba a sonreir al ver como su querido amigo rubio intentaba disculparse con su persona ,de una forma bastante torpe si me preguntan.

- Tranquilo Jonoichi, no ocurre nada si un día intento sobrevivir por mi cuenta. A todo esto ¿Anzu y Atem no vieron a donde fueron ? -se atrevió a preguntar intentando ocultar la ansiedad que tenía plasmada en la voz. Pero esto no paso desapercibido para el joven de cabellos rubios.

- No, solo vi que Anzu salía con tu hermano. Creímos que irían a buscarte.- le respondía Hiroto.

Y sin tener que mencionarlo más, las personas por las que el pequeño joven había preguntado, aparecían por la puerta charlando. La que más parecía disfrutar de aquella charla era Anzu, ya que se reía y se sonrojaba. Yugi bajaba la mirada teniendo aquellos tristes pensamientos ,este pequeño gesto no pasó desapercibido para su no tan mayor hermano ,el cual sonreía de una forma maliciosa, sin embargo nadie se había percatado.

- Anzu ven ,que Yugi trajo el almuerzo -hablaba Jonoichi a la chica de bello cabello castaño.

- Seguro dejaste que él comprará todo como siempre- recriminaba ella al otro. Y así ambos empezaron a pelear

-Atem si quieres puedes juntarte con nosotros- mencionaba el menor de los dos.

- ¿ No hay problema Yugi? -preguntaba el contrario a su reflejo.

-Claro que no, verás como Honda y Jonoichi-kun se adaptan rápido a ti.- como negarse a esa adorable cara y casi como un buen esclavo acepto la invitación del menor.

La hora del almuerzo llegó rápido a su fin, las horas de las clases pasaban normales para los estudiantes, pero tres eran la excepción, ya que sus cabezas rondaban por varios pensamientos.
De esta manera transcurría la rutina escolar, llegando casi como un alivio a su fin.
Un joven de cabellos dorados guardaba rápido sus cosas y se levantaba de una manera rápida para irse del salón.

- ¿A dónde vas Katsuya? Has olvidado que iríamos al centro de videojuegos ¿verdad? -la voz de Honda lo detenía, con algo de nerviosismo se giró para verlo y no solo él, también Anzu y los dos hermanos Motuo fijaban sus miradas en su persona.

-Lo siento Honda ,hoy tengo un compromiso muy importante... Mi padre pidió mi ayuda por el resto de la tarde será otro dia- y sin dar tiempo a réplicas salió huyendo del lugar.

- Y tú Yugi ¿ qué dices vamos?.

-Lo lamento Honda-Kun ,le prometí a Atem que lo llevaría a conocer la nueva cafetería de la ciudad, discúlpame - guiñaba un ojo , y disculpándose de nuevo ,salía acompañado de su hermano.

- Y ni preguntarte a ti Masaki, eres demasiado aburrida- un fuerte golpe resonó por todo el salón, antes de quedarse por completo solo.

Todos tomaban rumbos diferentes ( al menos eso creían Atem y Yugi).
Durante todo el camino Yugi estaba distante, aquél sentimiento de angustia lo carcomía por dentro, pero su exterior lo demostraba bastante.
Al llegar por fin al local, los dos decidieron sentarse en un mesa que quedaba al lado de un gran ventanal. El lugar era bonito y muy cómodo. Ambos revisaban la carta, y le decían al mesero que es lo que iban a pedir.
Yugia pedía una soda mientras que Atem quería probar el café especial. De esta forma se quedaron esperando sus órdenes.

- Yugi, dime, ¿ seguro que querías venir ? -los ojos carmesí se posaban sobre el color morado de los ojos del otro.

- Ah lo siento hermano, no era mi intención estar distante. Claro que quería venir, después de todo te lo prometí. Además quería que viniéramos los dos a este lugar.- sonreía de forma sincera. Se empezó a cuestionar lo tonto que era por actuar de esa forma ,después de todo de él había sido la idea.

En ese momento algo a corto sus pensares, la mano grande y firme del moreno se posó sobre la suya, algo en el ambiente había cambiado, esa mirada que le veía de forma tan analítica y sería se había transformado tan de repente en una mirada llena de ternura y calor.
Atem sabía que era el momento de actuar, esta próxima acción a punto de realizar iba a definir el curso de las cosas, se tenía que arriesgar...era todo o nada.

-Yugi, desde que me fui con nuestro padre a Egipto, todo este tiempo lejos de ti me hizo darme cuenta de una cosa. -su voz se notaba más seria pero no por ello menos cálida y dulce. Al ver que el menor no hablaba decidió continuar. -Me di cuenta de cuanta falta me hacías, el vacío en mi se hizo grande...hasta el día de ayer que nos volvimos a ver ese vacío se fue. Pero no creas que lo que voy a decirte fue ayer que me di cuenta...Te amo Aibou, desde que somos niños.

Los ojos del pequeño Yugi se abrían como platos, no podía creer en lo que acababa de decir, su hermano se estaba confesando, y no era cualquier confesión...era una declaración de amor.
En ese rápido instante sintió la calidez de unos labios posarse sobre los suyos. Pasmado, no cabía del asombro por lo que estaba sucediendo ¡ SU HERMANO LO ESTABA BESANDO ! Esto no podía estar pasando, eso estaba mal por dónde lo vieras, ambos eran hombres pero lo más importante eran hermanos. Quería detenerlo pero algo en su ser lo impedía.
Pero ninguno se había dado cuenta de los ojos llenos de asombro que les miraba estupefacto con sus órdenes en la mano: y antes de que fuera descubierto se encerró en el cuarto donde los empleados se vestían. - Esos eran Yugi y su hermano...¿qué significa eso? - se preguntaba Jonoichi .

Continuará...

El Lazo Que Nos Une. (Yugi X Atem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora