Capítulo II

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Otro día de escuela que termina para todos de forma tranquila en el Instituto Domino, cada uno de los estudiantes se dirige de forma alegre a sus casas. Y esto se aplica también a Yugi y a sus buenos amigos. Jonoichi siendo el más holgazán de todos se alegra de que las clases se den por terminadas y lo demuestra extendiendo sus brazos a cielo: - ¡ Al fin sentí que esto no tenía fin!- comentaba de forma alegré, sacando una sonrisa de parte de Yugi y Honda, pero, por otra parte se había ganado una mirada reprobatoria de Anzu.
- Vaya que no tienes vergüenza, después de todo ¿ de qué te quejas, si te la pasabas la mayor parte del tiempo durmiendo en las clase? - le regañaba mientras le señalaba con el dedo.
- Ya, ya déjame Anzu, no es culpa mía de que las clases sean tan aburridas- se defendía mientras posaba sus manos detrás de su cabeza.
- Calma Anzu- interfería el pequeño Yugi,que al estar en medio de sus dos amigos ponía sus manos entre ellos para que dejaran de discutir.
-Bueno si tú lo dices está bien Yugi. Además de nada serviría discutir con el cabeza hueca de Jonoichi- comentaba de forma burlona la joven de cabellera café, con lo que provocaba el enfado de su amigo, pero no se defendía, después de todo, no tenía el poder suficiente ante esa atemorizante mujer o al menos él lo veía de esa forma.
Yugi al descifrar las pensamientos de su amigo, reía de forma alegre, después de todo entendía ese sentimiento hacia su amiga aunque de distinta forma.
Después de caminar un buen rato ,todos se despiden para dirigirse a sus casas. Los buenos amigos Katsuya y Hiroto por un lado y Anzu y Yugi por otro, pero estos últimos dos tomaban el mismo rumbo por donde ir.
- Oye Jonoichi ¿ crees qué algún un día por fin Yugi decida declarar sus sentimientos por Anzu? - preguntaba Honda a su amigo, pero ese cuestionamiento parecía ser dirigido más al aire que a la persona que estaba a su lado.
-Bueno si es la bestia Masaki ni yo tendría el valor de declararme a ella jajajaja-  decía con tono de sarcasmo el joven rubio.
- Estoy hablando en serio idiota.- contestaba molesto. Y como no hacerlo después de todo había empezado la conversación, hablando de los sentimientos de su pequeño amigo.
- Ya sé, pero él no tiene la confianza suficiente para hacerlo y lo sabes. Además ella quiere a...- hizo una breve pausa ,se dio un fuerte golpe mental así mismo. Que tan idiota se tenía que ser para revelar el secreto de tu mejor amigo. Y si, como él se pudo dar cuenta era lo bastante tonto para casi poder hacerlo.
- Quiere a...? Anda dime de quién se trata. No me digas que.. ¿es de ti Jonoichi? Nunca te creí capaz de andar con las chicas que les gustan a tus amigos-  decía de forma dramática posando unos de sus brazos en su cara como si estuviese llorando.
- ¡Claro que no tonto !- gritó ya fastidiado antes sus ridículas especulaciones. Así que decidió caminar de nuevo y dejar de lado aquella conversación ignorando a su mentecato compañero.

Por otra parte Yugi se despedía de la chica que quería. -Bueno debo llegar rápido a mi casa Yugi ,nos vemos el lunes- levantaba su mano en señal de despedida. Pero no se iría tan rápido, después de todo escucho un pequeño murmuro venir de aquel pequeño joven. - ¿Que dijiste? Perdón no te escuche- se disculpaba de forma amable.
-Yo Anzu... quería... quería...decirte si..¿IRIAS MAÑANA CONMIGO AL PARQUE DE DIVERSIONES?- esto último lo gritó, ya que sentía que si no era de esa forma no podría decirlo.
Al darse cuenta de cómo formuló su pregunta, sus mejillas se colorearon de rojo. Alzó  la vista hasta toparse con la mirada sorprendida de Anzu. De forma inmediata comenzó a disculparse. - Ah yo lo siento ,no quería gritar. Es solo que quería invitarte al parque mañana. Ya que no tenemos actividades de club pensé en aprovechar... después de todo hace tiempo que no convivimos solos tu y yo..como amigos.- explicaba con un tono de vergüenza y un poco de tristeza se reflejaba en sus ojos. Anzu de forma inmediata se dió cuenta del estado de su querido amigo, pero no completamente de todos los sentimientos que el afligido corazón de nuestro joven protagonista desbordaba en ese preciso momento.
-Por supuesto, mañana a las 10:00, nos vemos aquí afuera de tu casa Yugi.- le respondía de la forma amigable de siempre - ¡Ah! Bueno ahora sí hasta mañana debo llegar pronto o no nos veremos- de esta forma se marchaba, dejando su espalda reflejada en aquellos ojos color uva.
Una sonrisa se dibujaba en su angelical rostro y dando varios brincos efusivos llegó hasta su habitación, sin percatarse de que su abuelo no estaba en casa.
-Ella aceptó...esto podría considerarse una cita- sus mejillas volvían a retomar el color rojizo de antes. - Pero qué estoy diciendo, ni siquiera somos novios y me emociono tanto por ello- ante esa gran emoción se golpeaba las mejillas para intentar calmar su evidente nerviosismo- Pero puede que todo cambie mañana. Como dice Jonoichi debo ser un hombre y actuar de una vez, le diré lo que siento por ella en el parque.- y con ese optimismo invadiendo su ser se dispuso a dormir.
Sin embargo puede que las cosas no salgan tal y como uno las planea.

-Vaya ha pasado bastante desde que estaba aquí, abuelo me alegro de verte-  sonreía un joven alto, de tez morena ,ojos rojos y cabello en punta como el de Yugi.
-Lo mismo digo Atem, me alegra de ver a mi otro querido nieto- de forma cariñosa el señor abrazó al menor, provocando que este suelte sus maletas al suelo.
- ¿Y Yugi, cómo está?...
         Continuará.

El Lazo Que Nos Une. (Yugi X Atem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora