capítulo XVIII FINAL

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camila miró a la mujer que acababa de sentarse a su mesa sin ser invitada.

-Algo así -murmuró.

-¿Has tenido una pelea con tu novia? -dijo la mujer.

-Sí, la primera.

La mujer acarició la mano de Camila con compasión.

-Ya se le pasará, créeme. La primera siempre es la peor. Ahora parece que está a punto de acabarse el mundo, ¿verdad?

camila se encogió de hombros.

-Es que ha sido una estupidez. Piensa que la voy a dejar, está paranoica con eso. Tiene muchos problemas de confianza. No sé qué hacer para que crea en mí.

-¿Le gustan las flores?

-Estooo, no creo, jauregui no es tipo flores.

-Grande, dura y silenciosa, ¿eh?

-Sí, se podría decir -dijo Camila , sonriendo por primera vez desde que había entrado en el club.

-¿Qué tal un litro de aceite para su moto?

camila miró a la mujer, fijándose en ella por primera vez.

-¿Cómo sabes que jauregui tiene una moto?

-Ah, todas la tienen, éstas que van de guerreras duras -sonrió.

-Sí, supongo que sí -sonrió a su vez-. Camila cabello -dijo, ofreciéndole la mano.

-Judy Palmer -dijo la mujer, sonriendo y estrechando la mano de camila.

-¿Quieres una copa? -preguntó camila.

-Estupendo, lo mismo que estés bebiendo tú.

-¿Estás segura? Esto es alcohol para olvidar las penas.

-Pues así podemos olvidar juntas.

-Podemos, Judy, podemos -sonrió-. ¿Aceite de motor, has dicho?

-Siempre funciona.

-Pues tengo que tomar nota.

-Eres muy amable por llevarme, Judy. Creo que he tomado tres copas de más -farfulló camila , con la cabeza apoyada en el reposacabezas de cuero del Mercedes y los ojos cerrados.

-No es nada, -dijo Judy, frenando, y giró por una calle lateral y se detuvo junto a la acera.

-¿Por qué nos hemos parado? -preguntó camila , abriendo los ojos y mirando desconcertada a su alrededor.

-Vamos a recoger a una amiga a la que le dije que la iba a llevar, no te preocupes. -Salió y echó el asiento hacia delante. Otra mujer entró en el coche y se colocó en el asiento trasero detrás de Camila . Judy volvió a entrar y arrancó el motor. El coche se apartó suavemente de la acera.

-Hola, Camila -dijo la mujer que iba detrás.

-Hola -masculló camila . Frunció el ceño-. Oye, ¿yo no te conozco? -preguntó, volviéndose en el asiento para mirar por encima del hombro.

-Sí que nos hemos visto antes.

-¿Doctora?

-Vaya, así que no estás tan borracha, ¿eh, preciosa?

-¿Qué?

La mujer roció la cara de Camila con un espray. cams se echó hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza y llevándose automáticamente las manos a la cara.

-Yo no me frotaría, Camila , querida, se te pondrá peor.

-¿Qué me has hecho?

-Es una cosita que te desorienta, nada muy grave. Se te pasará dentro de unos minutos.

CULPABLE ( camren ) adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora