capítulo XVII

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lauren, me prometiste un masaje, así que cumple, mujer. -Camil le mostró un ungüento que le había dado el médico-. Mi cicatriz de combate me pica cosa mala y dormir con esto puesto toda la noche no ha mejorado nada las cosas -dijo, mirándose el sujetador.

Se habían despertado como habían dormido,una en brazos de la otra, y ninguna parecía extrañada por su cambio de costumbres a la hora de dormir. lauren se había levantado primero y había traído algo de beber y cuencos de cereales. Ahora que habían terminado de desayunar, Camila quería explorar su reciente intimidad.

-Conque te prometí un masaje, ¿eh?

-Sin duda.

-No lo recuerdo con exactitud, pero te creeré.

-Bien, me alegro de oírlo -dijo Camila entusiasmada, quitándose el sujetador con naturalidad y colocándose boca abajo en la cama, con los brazos extendidos a los lados. La cicatriz de su herida formaba un oscuro contraste con la piel de su espalda. Ahora que llevaba más de un mes alejada de California, su habitual bronceado había quedado reducido a una tonalidad casi nórdica.

-¿Quieres el tratamiento completo o un masaje rápido con fines medicinales?

-Ah, hoy me siento decadente, así que creo que el tratamiento completo, ¿qué te parece?

-Tú eres la jefa, jefa.

-Mmmm, sí, lo soy, y tú puedes seguir haciendo lo que estás haciendo -ronroneó. Los fuertes dedos de lauren aplicaban su magia subiendo y bajando por su espalda con un ritmo hipnótico, pero profundamente placentero-. Recuérdame que te suba el sueldo, jauregui .

-Por mí, encantada.

-Eso me parecía a mí. Ooh, qué gusto, justo ahí... no, un poco más abajo... ah, sí, justo ahí.

-Creo que fuiste un gato en una vida anterior.

-No, fui una trovadora -replicó Camila perezosamente, con los ojos cerrados y en la gloria pura.

-¿Una trovadora?

-Sí.

-¿En serio?

-Sí, en serio.

-¿Y cómo lo sabes?

-Una vez fui a una de esas sesiones de regresión.

-Ya, ¿y el tipo también te vendió el puente de Brooklyn?

-Era una tipa y no, no me vendió un puente ni ningún otro tipo de estructura. Lo sé, lo sé, parece una chorrada total, pero una amiga me pidió que fuera con ella y... ooh, sí, un poquito más arriba, doctora. ¡Oye, no pares! -dijo indignada, cuando lauren apartó las manos.

-Ya está todo, jefa. Te lo he hecho por toda la espalda y el cuello, ya no queda nada más.

-¿Ah, sí? -dijo Camila , dándose la vuelta y sonriendo a lauren , que tragó con fuerza.

-Quieres que te dé un masaje... por delante -dijo con voz aguda.

-¿Qué pasa, doctora, has perdido facultades?

-No... no, puedo hacerlo.

-Pues venga, a ello.

lauren se frotó las manos nerviosa, intentando decidir por dónde empezar. En el último momento, se apartó y volvió a coger el bote de ungüento, se echó un poco en las manos y se las frotó de nuevo.

-Vas a tener las manos más suaves del reino si sigues así -sonrió Camila .

-Ya, sí, tienes razón. -Dejó de frotarse las manos, mirando como hipnotizada el cuerpo de camila desnudo de cintura para arriba y tendido debajo de ella-. Dios, pero qué preciosa eres -susurró.

CULPABLE ( camren ) adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora