capítulo V

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Bueno, ¿así que volvemos al club o vamos a la oficina de papá? —preguntó Camila , devorando un cuenco de cereales. lauren estaba haciendo abdominales, usando los asideros metálicos para los pies.

—No sé, no lo he decidido —gruñó entre flexiones.

—Bueno, pues házmelo saber cuando lo decidas —dijo , cogiendo el mando, con el que cambió los canales de la CNN al programa del desayuno del Canal 4 y subió el volumen.

lauren detuvo sus ejercicios para decir algo sobre que podía preguntar primero, pero sacudió la cabeza y continuó con sus flexiones. Camila  se echó a reír y murmuró algo sobre lo que se veía en la pantalla.

lauren  se paró de nuevo.

—¿Qué... qué has dicho? —jadeó.

—Nada, estaba hablando con la tele.

—¿Estabas hablando con la tele?

—Claro, ¿no lo hace todo el mundo? —preguntó Camila , metiéndose otra enorme cucharada de Cornflakes en la boca.

—No todo el mundo —masculló lauren hoscamente, intentando recuperar el ritmo—. Oh, es inútil. —Se levantó y, malhumorada, soltó los asideros, tras lo cual se lanzó hacia el baño para ducharse.

—¿Qué pasa, jauregui , notas los efectos de otra noche fría y solitaria?

—El alquiler acaba de subir, rubita —le gritó por la puerta abierta del cuarto de baño. camila sonrió por su capacidad para irritar a lauren tan fácilmente. Se reclinó en la cómoda butaca de cuero, mirando hacia el baño. Se dio cuenta de que la puerta estaba abierta lo suficiente como para ver la pared de espejo del fondo. Se le cortó la respiración al ver a lauren entrando en la ducha.

—Chica mala, basta... ¡basta ya! —se regañó a sí misma en voz baja. Sí, ya, pensó, incapaz de apartar la mirada.

—¿Basta qué? —dijo lauren desde el baño, levantándose la larga melena oscura, al parecer ajena al escrutinio de camila.

Maldita sea ella y su oído mutante, rezongó por dentro.

—Ah, nada, jauregui , una cosa de la tele —respondió, soltando un suspiro de alivio al reaccionar tan rápido. lauren salió de la ducha y empezó a secarse. camila cerró los ojos y suspiró. ¿Por qué a mí? ¡Esto no es justo!

—¿Algún problema?

camila dio un respingo. lauren estaba de pie a su lado, secándose el pelo con una toalla.

—Estooo, no, todo va bien.

—Parecías un poco preocupada.

—No, estoy bien. Hasta tengo mejor la espalda, mira —dijo, echándose hacia delante y torciéndose para demostrar su reciente flexibilidad.

—Eso está bien. A lo mejor podemos avanzar un poco más ahora que te estás recuperando —dijo lauren, alejándose hacia su cuarto.

camila cerró los ojos y gimió de frustración, moviendo la cabeza despacio de lado a lado.

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lauren pagó al hombre del quiosco y cogió el periódico que éste le dio a cambio. Pasó rápidamente las páginas buscando cualquier noticia sobre el incidente del club.

—¿No podrías preguntar a tus amigos de la comisaría? —preguntó Camila , que caminaba a su lado mientras avanzaban por las calles congestionadas de la City, el centro comercial de Londres. Se dirigían a las oficinas principales de cabello, la compañía naviera propiedad del padre de camila.

CULPABLE ( camren ) adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora