La cereza del pastel.

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Persona 6

 JEFF


    La adrenalina corre por mis venas por cada segundo que pasa, aprieto el volante con tanta fuerza que tengo los nudillos blancos, el sudor frió me recorre pero mi pulso se acelera y la sed de sangre se reianima cuando veo a la mujer salir del hotel, enciendo el auto y apago las luces, mi pulso cardíaco aumenta justo al mismo tiempo que pisó el acelerador y la velocidad aumenta «El auto no tiene luces, no puede ver que me dirijo hacia ella»

    Veo en cámara lenta como la arrollo, como su cuerpo delgado se estrella contra el parabrisas y deja un poco de sangre, freno de golpe y su cuerpo rueda cayendo al suelo. Con el pulso a mil por hora doy de reversa y salgo de ahí dejando a la mujer en la calle con una sensación demasiado satisfactoria.

. . .

    Doy vueltas en la cama sin poder encontrar un acomodo hasta que siento que la respiración me falta y me obligo a salir de la cama, camino descalzo sintiendo el suelo congelado que me hiela el cuerpo, tomo un vaso de agua, lo bebo sin respirar y me siento en el sillón, puedo escuchar el mormullo de las personas a lo lejos, o a las personas caminando por el pasillo fuera de mi habitación de hotel. El teléfono se enciende en medio de la oscuridad, lo tomo y leo el mensaje en la pantalla.

    Buen trabajo, mañana tendré algo nuevo para ti.

    En el fondo estoy cansado de todo esto, de que mi sed de sangre sea cada vez mayor de que mi humanidad desaparezca lentamente, aunque a estas alturas ya no hay nada que pueda hacer para recuperarla.

    Me dejo caer al sillón después de leer, justo cuando la luz del sol comienza a entrar por la ventana.

. . .

    El día es helado, cada vez que respiro puedo ver un poco de humo por el clima helado, me dirijo hacia la multitud de personas para ver qué sucede, una mujer es llevada por una ambulancia, pero bien sé que ella ya no podrá respirar nunca más. Salgo de la multitud después de ver que el trabajo está hecho y me encamino hacia alguna cafetería, cualquiera está bien.

    —¿Pobrecilla no? Que terminara su vida de esa forma, tan solo por deber algunos pesos—me pregunta alguien, me detengo en seco y me vuelvo hacia la voz.

    —¿Qué? —digo fingiendo confusión, aunque en el fondo se exactamente a que se refiere.

    —La mujer que asesinaste anoche, acaso no te entristece, tenía dos hijos y se acababa de divorciar—me dice con un tono demasiado casual y una sonrisa escalofriante, continuo con mi actitud de confusión y niego con la cabeza.

    —No tengo ni idea a que te refieres, ¿Sabes quién la mato?

    —Deja de fingir, tú la asesinaste sociopata —Su tono de voz cambia completamente a uno amenazador y continúa sonriéndome— pero no importa Jeff, porque no estoy aquí para acerté saber que eres un demente sino para que juegues conmigo.

    Sus palabras suenan demasiado frías y controladoras, la fachada de chico normal desaparece y no puedo controlarme entonces trato de tomarla, pero ella se hace a un lado —¿Quién demonios eres?

    —Pronto lo sabrás... Pero antes debes hacer dos cosas —me vuelve a decir con casualidad y me extiende una libreta de cuero color azul. —Primero que nada, cuida la libreta muy bien con ella puede hacer desparecer cualquier cosa que anotes por quince minutos excepto a los demás competidores.

    —Estás loca deja de...

    —No interrumpas bastardo, busca en tu bolsillo una nota —me ordena y a pesar de que siento unas ganas incontrolables de estrangularla busco en mi bolsillo la nota, la cual encuentro «Imposible, no puede ser»

    —Segundo paso —Continúa hablando con una sonrisa triunfante al ver mi cara de asombro y precaución. —quiero que vayas a esa dirección y busques a Natalie, creo que ella y tu serán un equipo sumamente interesante, un plus para mi juego. Es todo lo que debes saber chico después poco a poco diré mas.

    Me paso las manos por el rostro sinyendo estrés y ansiedad por no tener o control  de la situación pero en un parpadeo la loca ya no se encuentra ahí, despareció de lanada.

    Continuo en dirección hacia la cafetería 'Monday' sintiéndome abrumado, siento los susurros de la gente la paranoia me controla ¿Y si la loca dijo algo de mí? ¿Acaso la gente lo está creyendo? Respiro tratando de controlar mis pensamientos paranoicos pero me resulta imposible de un segundo a otro no dejo de pensar en cómo se enteró aquella chica de lo que sucedió y vuelvo a preguntarme mas cosas en el mismo círculo vicioso de todos los días.

    Entro a la cafetería que como todos los días está completamente llena de gente, algunas veces incluso no puedes pasar entre toda la gente ¿Por qué es tan popular esta cafetería?

    Me siento en la mesa habitual, saco el móvil mientras espero a que me atiendan, pero solo logro ver la hora cuando Tara ya está lista para tomar mi pedido como todos los días desde hace un mes atrás.

    —¿Un americano tamaño jumbo Jeff?

    —Como siempre Tara.

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