Día 19

17 1 0
                                    


Me gusta narrar las cosas que me ocurren como si fuera una película, y en la situación en la que estoy parece que lo es. Muchos días quedan al límite y no termino de contar lo que pasó, muy conveniente para la vista de una historia, pero también porque me gusta que quede una historia detrás de mí diario, como si fuera el Diario de Anna Frank.

Tal vez las cosas no sean 100% exactas a como pasaron, pero trato de escribirlas tal y como fueron, y anoche sentí cómo toda mi vida pasaba frente a mis ojos, mientras un disparo resonaba en el bosque.

-Un par de centímetros más a la izquierda y arruino la historia. –Alv apareció en un camino entre los arbustos con una sonrisa en su estúpida cara que me asustó.

Me quedé muda por unos segundos, hasta que solté mi arma y corrí a abrazarlos.

-Alv, tienes una fuga en la pierna. –Ruby le dijo mientras le señalaba que estaba sangrando.

-Ashley, ¿me disparaste? –Alv me miraba con las manos en la cintura como si me estuviera retando. –Nah, está bien, ya me mejoraré, pero creo que no puedo caminar. –Se sentó en la tierra riendo mientras Ruby lo alumbraba con una linterna.

Massi y Zed lo cubrieron y lo cargaron en sus hombros hasta que entramos a la cabaña, llamé a Rouse para avisarle que no había peligro y que nos ayudara. Estaba tan alterada que no sabía ni qué hacer ni qué decir hasta que Ruby me calmó y volvimos a la casa donde estábamos con Rouse.

No puedo creer que le disparé a alguien de nuevo, es la segunda vez que alguien sale herido por mi culpa. No quise dispararle, pero del susto disparé tan rápido como pude, y aunque él me disparó a mí, eso no justifica que lastimé a alguien a quien quiero.

Escribí muchas veces "disparar". Debo tranquilizarme.

Rouse ayudó a quitarle la bala del pie a Alv, él sólo se reía y yo me moría de nervios.

-Tranquila, Ashley, Alv estará bien, el disparo no fue nada serio. –Ruby trató de calmarme mientras le suturaban la herida, no podía ver mientras Rouse le cerraba la herida después de haberle sacado la bala.

-Me sigo sintiendo muy mal, nunca tendría que haber sostenido esa arma. Odio las armas de fuego, y la vez que tomo una para protegerme lastimo a alguien que amo. –Me senté en la cama con mis piernas pegadas al pecho y abrazándome.

-No fue tu culpa, está bien que tengas esos reflejos para que te protejan en un momento como este. –Ruby acomodó mi pelo y me sonrió, pero eso no cambió mucho mi actitud, seguía asustada y con la adrenalina por los cielos.

Zed le pidió ayuda a Ruby, y entre los 4 trataban de curarle el disparo a Alv, yo me quedé sentada en la cama junto con Link mientras él dormía, tratando de calmar mi respiración.

-Sabes que no fue tu culpa, ¿no? –Anukh apareció sentado a mi lado, todavía sigo sin entender las reglas de su presencia. – Fue un accidente, tienes que seguir adelante.

-Lo sé, pero no puedo evitar pensar en lo horrible que hubiera sido si le hubiera disparado en otro lado. –Respondí en voz baja, tratando de no quebrar en llanto.

-Pero no lo hiciste. Debes seguir adelante, la historia te necesita a ti para seguir moviéndose, porque es tu vida.

-Odio esta historia, odio mi vida, todo esto que está pasando que no entiendo, ¿por qué me tiene que pasar a mí?

-Porque tal vez importas más de lo que piensas, Ash. Tal vez tu vida significa algo más, para todos los que te rodean. –Cerré los ojos y me sequé las lágrimas. Necesito ser fuerte.

Las Sombras de los Sueños: Diario de AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora