Día 14

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Era un bello atardecer naranja, esos atardeceres de película donde siempre pasan las cosas importantes, pero yo estaba sola allí, con ella. Mientras Shinx y Link saltaban entre las hojas, y jugaban a correr entre los árboles, yo estaba sentada una vez más con ella, y desde la montaña podía apreciar, entre los árboles del bosque, el océano y el sol cayendo sobre él. Era una imagen hermosa, pero ya sabía cómo seguiría esto una vez más:

- ¿Me dejarás de nuevo? –Le pregunté.

-Yo no te dejaré nunca, pero este no es mi lugar. Tal vez tengas más por qué vivir de lo que yo tengo, porque las esperanzas que yo tenía fueron arrancadas con un beso.

- ¿El beso de quién?

-Con el tiempo lo averiguarás, ¿por qué te preocupas tanto por el futuro? Sabes que va a llegar.

-Porque tal vez pueda hacer algo para cambiarlo.

-El futuro es incierto, pero ya está escrito si lo ves de cierta forma. No importan las acciones que tomes, el futuro es el que debe ser.

- ¿Entonces cuál es el sentido de vivir si mi futuro ya está escrito?

-El presente, Ashley. Ese es el objetivo de vivir, disfrutar del presente, de las personas que te acompañan. Amar, llorar, sufrir, y buscar ser feliz. De eso se trata la vida.

- ¿Y entonces por qué siempre terminas igual?

-Porque así es mi vida, y ese es mi destino. Yo no lo sé, al menos no todavía, pero por alguna razón tu si lo sabes, y no hay nada que puedas hacer para evitarlo.

-No quiero que te pase nada.

-Sólo no dejes de sonreír, y no me dejes irme sin una última sonrisa. –Una vez más, volvió a pasar lo mismo que en sueños anteriores, y ella se había ido, pero mi sueño no terminó ahí.

Esta vez bajé la montaña caminando junto a Link, él seguía jugando con las hojas hasta que desapareció, y yo me encontraba en el medio de la ciudad. Una chica con el rostro lleno de tierra y algunos cortes se acercó a mí, y me miró a los ojos. Parecía no haber dormido en mucho tiempo, pero no dijo nada, no parecía ser capaz de hablarme. Intenté comunicarme con ella lo más que pude, pero sólo me tomó de la mano y me llevó a un lugar donde habían armas.

Se quitó la capucha de su campera, revelando su pelo sucio hasta la cintura, negro como el carbón, y una vincha marrón que lo mantenía a nivel para que pudiera ver. Volteó hacia mí, me miró con sus ojos azules, y susurró: "Despierta."

-Ashley, despertate, Luke se va a enojar, se te hizo muy tarde. –Sky me despertó rápido.

- ¿Qué hora es? –Le pregunté mientras miraba mi reloj. (Me acababa de despertar, no me juzgues.)

-Casi medio día, Vi y Ruby ya prepararon el almuerzo, y Luke quiere que tengamos todo listo para seguir nuestro camino una vez que terminemos de almorzar.

-Perdón, Sky, no sabía que dormí tanto.

-Está bien, yo pude cubrirte al menos, no había muchas cosas que hacer.

-Siempre tan buena conmigo. –Le sonreí y le di un beso en la mejilla mientras me levantaba y me estiraba.

-Si no te cuido, ¿quién más? –Sky rio. –Vamos a comer, Ashley.

Almorzamos como cualquier otro día, sólo que esta vez sin Luke. Quería seguir "patrullando" para estar seguro que nada malo nos pasaría. En mi opinión, a Luke se lo veía más ansioso y paranoico de lo normal, era casi aterrador, como si estuviera poseído por Satán.

Las Sombras de los Sueños: Diario de AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora