Día 23

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El día no empezó muy bien, estaba soñando conmigo misma, de pie frente a una Iglesia mientras esta se incendiaba, y lo extraño de este sueño fue que escuchaba Après Moi de Regina Spektor dentro del sueño. Eso no fue todo, mientras apreciaba las llamas podía escuchar la voz de Sky como si estuviera muy lejos gritando y la voz de otra chica que le respondía, y me desperté.

Estaba esta chica de pelo negro y ojos verdes apuntándome con una pistola y con otra a Sky, que estaba de pie, discutiendo con ella y tratando de explicarle qué hacíamos ahí.

-Escucha, sólo vinimos a pasar la noche acá y a escondernos de mi desquiciado hermano.

- ¿Cómo encontraron este lugar? Responde. –La chica presionaba a Sky para que le respondiera, yo me puse de pie frente a ella y la miré a los ojos.

- Y-yo te conozco, te vi en uno de mis sueños. –Me miró confundida mientras nos presionaba con sus armas.

-Nunca en mi vida te he visto, no he visto a nadie hace semanas, ahora respondan si no quieren dormir bajo la tierra.

-Tranquila, no hay por qué alterarse. –Dijo Sky mientras yo pensaba cómo demostrarle que había soñado con ella, y ahí se me ocurrió: Mi diario.

-Escribo todo lo que me pasa y lo que sueño en mi diario, si me dejas puedo mostrarte que soñé contigo. –Trataba de acordarme de su nombre, sé que lo había escuchado.

-Si haces algún movimiento rápido, le vuelo la cabeza a tu amiguita. –Parecía muy molesta, así que traté de moverme lo más lento que pude, incluso dejando caer algunas cosas de mi mochila sin querer.

-Sé que lo tengo por acá... –Busqué mientras ella miraba seriamente mi diario y mi mochila.

- ¿De dónde sacaste esas cosas? –Me preguntó.

-Las encontramos abandonadas. –Respondió Sky algo seria, se podía ver en sus ojos cómo controlaba cada movimiento que hacía la otra chica.

-Me parecen muy conocidas. –Bajó el arma que me apuntaba a mí, pero aún seguía apuntando a Sky.

-Juro que lo tenía acá. –Hasta que me di cuenta que nunca lo había escrito. –Ese día no tuve la oportunidad de escribir mi sueño, fue cuando me habían secuestrado. –Traté de pensar rápidamente el nombre de la chica, sé que lo había escuchado.

- ¿Te secuestraron? –Me preguntó curiosa. - ¿Quiénes?

-Un religioso bien loco que trató de sacrificarla, sin contar que antes la habían secuestrado dos chicos que trataron de sacrificarla, y ahora que lo pienso, es un cierto círculo donde la secuestran. –Sky dijo, viendo que la chica se había calmado un poco.

-Elizabeth... Emma... No, ese no... Emilce... No... -Susurraba en voz baja mientras pasaba por las páginas de mi diario. - Emily. ¡EMILY! ¡Tu nombre es Emily! –Ella volvió a apuntarme y cambió su cara.

- ¿Cómo sabes mi nombre?

-Soñé contigo, y otra chica con pelo castaño hasta los hombros, y una voz dulce.

-Sath... -Se dijo a sí misma con una sonrisa. –Eso explica muchas cosas para mí. –Guardó sus armas y me ayudó a recoger las cosas del piso para guardarlas en mi mochila. –No deberían estar acá, ¿cómo llegaron a Trés?

- ¡A patín, viejo, a patín! –Dijo Sky mientras se dejaba caer en el suelo riendo. –Creo que me va a dar un infarto.

-Sky había estado cerca de aquí cuando era más joven, encontramos un mapa en una plaza cercana y desde entonces no nos costó mucho. Además, tenemos una perra que está herida, no podíamos ir muy lejos y necesitábamos refugio.

Las Sombras de los Sueños: Diario de AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora