No sé por dónde empezar a escribir el día de hoy, tanta mierda pasó que siento que debo empezar un diario nuevo. No me siento yo, me siento rota, y todas las páginas están llenas de lágrimas mientras más y más las leo.
¿Quién soy? Probablemente nadie.
Y todo esto es porque no tuvimos la mejor idea de ir con Vi hacia la ventana de la habitación de las dos personas que más amamosamábamos.
Debería escribir desde el principio. Luego de hablar sobre nuestros problemas con Violet, nos detuvimos a observar desde la ventana de la habitación de Sam y Sky.
Cada vez que pienso en esto tengo ganas de vomitar.
Pudimos verlas claramente cómo se seducían entre ellas, se besaban lentamente y se tocaban, sin siquiera notar nuestra presencia. Ambas parecían vacías, sin un alma o un corazón que se rompiese como el nuestro cuando se acostaban desnudas una sobre otra.
Miré a Vi, pude ver en sus ojos brillantes cómo su corazón se partía en mil pedazos. Me dio un ataque de ansiedad y salí corriendo hacia la lluvia hasta que me tropecé y caí en el barro. El pequeño Link se acercó a mí, tratando de lamer mis lágrimas y haciendo sonidos como el llanto de un perro.
Me sentía temblorosa, no quería creer lo que estaba pasando, pensé que ella me amaba como yo la amaba a ella, y todo lo que ella me dio fue un corazón roto y muchas lágrimas para llorar. Por suerte, las lágrimas no eran tan grandes como la lluvia, así que Vi no me vio llorar cuando se acercó a mí y me extendió la mano para que me levantara.
-Ven conmigo. –Me dijo seria y fría. –Necesito que me acompañes a un lugar especial.
Agarré su mano y caminamos en silencio hacia la montaña, subimos por un pequeño camino hecho de piedra mientras yo llevaba al pequeño Link en mis brazos y el iPod de Sky en mi bolsillo. Vi llevaba las mismas cosas de siempre: su mochila, su katana, pero le faltaba su sonrisa, algo que siempre le perteneció y que alguien había arrebatado.
Nos sentamos mirando al mar desde un punto de la montaña que parecía no ser visitado casi nunca. Link corría entre las hojas mientras la lluvia se detenía de a poco.
-Este era mi lugar preferido. –Dijo Vi. –Planeaba traer a Sam cuando todo terminara para que viéramos el atardecer juntas. –Me quedé en silencio porque no quería hablar. –En verdad temo que este pueda ser el último atardecer todos los días.
-No debería de serlo, pero en estos momentos me siento de la misma forma.
-Estamos rotas, Ash, pero a diferencia de mí, tienes mucho tiempo para remediarlo.
-No soy tan importante como todos me pintan, no soy un ángel.
-Lo eres para muchas personas que se han ido con una sonrisa gracias a ti, y espero poder ser una de esas personas para ti. –Miré a Vi mientras ella contemplaba el océano y el faro, dejando sus lágrimas caer por sus mejillas.
-No pedí perder a tantas personas que quiero. No pedí querer a esas personas tampoco, y ahora todo lo que me queda es esperar mi inminente muerte.
-Nadie pide lo que le toca en la vida a cada uno, sólo pasa, y hay que aceptarlo. Ya sea porque lo diga Ra, Osiris, Anukh, Isis, Ser, Anubis, Dios, Belcebú, o Jehová, no importa la creencia, la vida es la misma para todos y en un momento llega a su fin.
- ¿Entonces cuál es el punto de vivir? No tiene sentido la vida.
-Para cada uno es diferente, en cuanto para mí, la vida se termina cuando sé que podrás seguir tu sola.
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Las Sombras de los Sueños: Diario de Ashley
Misterio / Suspenso¿Alguna vez tuvieron el problema de no poder diferenciar un sueño de la realidad cuando se despiertan? Esa sensación de no saber si seguís en el sueño o si ya la aburrida realidad te protege, ¿la han sentido? Algo parecido me pasaba a mí, por eso es...