XVIII

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Me desperté con un muy buen humor. Justo cuando abrí los ojos, me di cuenta de que la puerta del baño estaba cerrada y se oía el agua de la ducha chocar contra el suelo. Seguramente Hope se esté duchando. Ahora sería la oportunidad perfecta de vengarme por lo del vaso de agua. Cogí la chaqueta de cuero de Hope y las puse debajo de mis sábanas haciendo que pareciese yo durmiendo. Me esondí debajo de la cama, pero así no la podría ver. ¿En el armario, quizás? Me escondí allí, con los dedos cruzados para que Hope saliese vestida. Con suerte, así fue. Al percatarse de que todavía seguía "dormida" cogió un vaso del baño, tirando así los cepillos de dientes al lavabo y lo llenó de agua. Se acercó a "mi" y tiró el vaso sin quitar las sábanas. Al ver que no pasaba nada, lo hizo itra vez, y así hasta que el colchón estaba mojado.
-¿Light? ¿Estás ahí? - dijo quitándo las sábanas y al ver que estaba su chaqueta de cuero, se quedó boquiabierta. -¡LIGHT! ¿¡DÓNDE ESTÁS!? ¡DA LA CARA!
Al comprobar que no estaba allí con una simple vista. Salió de la habitación en mi busca. Salí del armario y esperé unos minutos a que se fuese. Me percaté de mi collar colgando de mi cuello, no hize nada para quitármelo, a lo mejor me era de utilidad.
Cruzé el pasillo, no sin antes comprobar que no estaba por allí. Al girar la esquina hacia el "vestíbulo" que había en cada piso, en mi caso el tercero, me encontré a mi gran amiga Adriana Vix. Y también a un chico. Y se están besando como si no hubiese un mañana.
-Iros a un hotel - les grité y se separaron en cuanto se percataron de mi presencia.
-Oh, mira quién está aquí. El fracaso en persona.
-Piérdete, Vix.
-Oh, venga, déjame tirar tu autoestima por los suelos bonita... oh, perdón - dijo colocándose una mano en la boca -, mejor no te ilusiono.
-Te podrían expulsar si el director se entera "accidentalmente" de que has traído a un chico a la residencia. Y encima pruebas de... afecto en público.
-¿Y si hacemos callar al "accidente"?
¿Me acababa de llamar accidente? Será... Por las escaleras subía Axel mirando al suelo y por eso no se dio cuenta de que estaba allí. Su lío me miraba con odio. ¿Qué he hecho yo ahora? Aparte de molestar a su "lío".
-¿Y si te hago callar ya de una maldita vez, Vix?
Entonces me lanzé a ella, a los pelos directamente. Axel reparó en mi y por el rabillo me fijé que Ethan también iba con él. Pero le vi un milisegundo, ya que Adriana contraatacó empujandome y tirándome de los pelos. Yo con mis uñas que raramente vez me corto, empezé a arañarla. Se estaba empezando a parecer una pelea de chicas. Soy de todo menos una señorita peleando. Intenté desenredarme su pelo de mi mano sin mucho éxito. La di un empujón tan fuerte, que aparte de desenredarme al fin su pelo de mi puño, la tumbé. Y yo con ella. Se revolvía y al darse cuenta de que iba a lanzar un golpe, me dio uno a mi antes. Picaba, pero los he recibido peores. Ella dudo que haya recibido uno peor: todo el mundo la tiene miedo porque es "popular" y tiene "contactos", pero a mi me da igual, como si tiene a John Cena a su disposición. Sentí unas manos en mi cintura, pero no hize caso. Se apartaron rápidamente, no sé el porqué, pero yo seguí a lo mío. Ella también se defendía con algunos arañazos y el más perjudicial fue en la mejilla. Seguro que estaba sangrando.
De repente, un puño se acercó a mi nariz e inevitablemente, dio de lleno en su objetivo. Es imposible que sea de Adriana: la estaba vigilando. Entonces, ¿de quién? Miré hacia la procedencia de aquel golpe. ¿Su lío? ¿O a lo mejor es su novio? De todas maneras, se ha metido en un buen lío.
-Déjala y pelea conm...
No le dio tiempo a acabar la frase, ya que alguien más bajo que él, Axel, se interpuso entre los dos.
-Venga ya, ¿un enanito me va a...?
Tampoco le dio tiempo a terminar la pregunta, ya que le inmovilizó el brazo y se ve que aquel acto le sorprendió. Alguien me agarró del hombro. Adriana seguía revolviéndose, pero ahora con menos énfasis que antes.
-Vamos a la enfermería - me dijo Ethan agarrándome la cintura para ayudarme a levantarme. Adriana también intentó levantarse, pero como no lo consiguió, me dio una patada en el tobillo y como vio que hize una mueca de dolor, me dio otra. Ugh, que pare ya. Le dije a Ethan que saliésemos ya de allí, y no sé cómo me entendió, pero salimos de la residencia feme... Un momento, ¿cómo habían entrado? Daba igual, luego reflexionaría. No sabía qué estaba haciendo Axel, pero tampoco me importaba. Ethan no paraba de preguntarme si estaba bien, pregunta a la que asentía siempre. Estábamos a mitad de camino cuando sentía un pinchazo en el escote y después de eso, nada. Ningún dolor proveniente de mi tobillo, cuero cabelludo, cuello, mejilla u ojo.
-Light, tus... - se paró por alguna razón desconocida por mi parte.
-¿Mis qué?
-Siéntate allí - señaló un banco de madera a un lado del camino. -. Ahora voy.
Hize lo que me pidió, sin saber muy bien lo que hacía. Le vi que sacaba el móvil para llamar a alguien.
-Ven inmediatamente, ya es hora.
Fue lo único que dijo. Después de eso, se acercó a mi.
-¿Cómo lo has hecho? ¿Tienes algún objeto canalizador?
-¿Un qué? - al comprender mi desconcierto, se llevó las manos a la cara.
-No sabes de qué te estoy hablando, ¿verdad?
-No mucho, la verdad.
Sólo suspiró y no dejaba de mirar a ambos lados de la calle. ¿De qué estaba hablando? Como ya no sentía dolor, cogí el móvil e hize que me reflejase en la pantalla. Nada, ni un rasguño. Bueno, no es la primera vez que me pasa.
-Ah, ¿te refieres a esto? - señalé mi cara para que entendiese. Se giró para verme, ya que estaba de espaldas.
-Sí, eso - se le iluminó la cara al decir aquellas palabras y se sentó a mi lado. -. ¿Cómo lo has hecho?
-Ni idea. Sólo me ha pasado una vez, dos con esta.
-¿Fue hace poco?
-Sí, no ha pasado ni una semana.
Sonrió y desvió su vista hacia el camino que estaba a mis espaldas. Me di la vuelta para ver qué pasaba. No había nada. Le miré confusa y con el ceño fruncido. Sólo señaló con la cabeza hacia delante. Me giré de nuevo y vi a Alex sin rasguño alguno. Al menos, a cinco metros no parecía tener ninguno.
-Discúlpanos - dijo Ethan. Se acercó a Axel y lo asió del brazo para llevárselo un par de pasos más allá. Sentí mi pierna vibrar y saqué el móvil para ver quién llamaba. Es Hope. Ups, se me olvidó por completo.
-Hola, Ho...
-¿Se puede saber dónde estás y por qué has mojado mi ropa? ¿Y por qué pegastes a la zorra sin avisarme? - preguntó interrumpiéndome.
-Pues ahora mismo estoy en algún sitio del campus. Y no te avisé porque fue la magia del momento.
-Ajá, ¿y la ropa?
-Em... Esto...
-Light.
-¿Ven...ganza?
-Pequeña capulla.
Nos reímos y me acordé de una cosa, pero alguien me agarró del brazo y bruscamente me giró, haciendo que mi móvil cayese al suelo. Estaba cegada por una luz, una no muy grande, y después, unos dedos abrieron mis párpados y la luz se acercó más aún. Lo mismo ocurrió con el otro ojo. La luz se apagó y al fin pude ver su cara. Era Brooke Adams, la cantante del otro grupo. ¿Qué hacía ella allí?
-Tranquila, cariño, no pasa nada.
-¿Qué está pasando aquí?
-Nada, sólo comprobar algunas cosas - dijo Axel.
-Nada, incrustados no los tiene. Tiene que haber algún canalizador, si no es imposible.
-¿Alguien me quiere explicar qué está pasando de una vez?
-A lo mejor si la preguntamos... - dijo Ethan. - ¿Tienes algo... algún... algo que desde que lo llevas te pasan cosas raras?
Vaya, esa es la biografía exacta del collar que... llevo puesto. A lo mejor por eso es por lo que se me curaron aquellas heridas.
-Supongo... - me saqué el collar de mi camiseta. - ¿Esto sirve?
Brooke soltó un "oh" de asombro y al igual que Ethan y Axel, lo miraron con los ojos abiertos y Brooke intentó decir "Imposible", pero no le salió la voz.
-¿Pasa algo? - pregunté.
-¿Quién te lo dio? - preguntó Ethan.
-No la conocía, una anciana.
-Lara... - dijo Brooke.
-No - dijo Axel cortante. -, no, ella está... está... ya sabéis cómo está.
-¿Cuándo fue? - me preguntó Brooke.
-Hace una ¿semana, tal vez?
Brooke se llevó una mano a la boca. ¿Quién es Lara? ¿Aquella anciana?
-O - dijo Ethan -, también podría haber sido Serah.
-Serah ni si quiera sabía que estaba viva, por Réclio.
-¿Qué tiene que ver Serah aquí? ¿Quién es Réclio?
-Las respuestas te las daremos después, ahora hay que hablar con Serah.
-Pero... ¡oye!
Se fueron los tres por el camino por el cuál vinimos Ethan y yo.
Me fui a dar un paseo por la ciudad. En el camino me encontré a Harvey.
-Eh, Light - me dijo Harvey. No sabía a dónde iba, pero iba con una chaqueta de cuero en el brazo.
-Hola - le dije sonriendo.
-¿Sabes a dónde está Axel?
-Sí, se fueron hacia el gimnasio, lo que no sé es si estarán allí.
-Gracias, ¿te veo luego?
-Claro.
Cogí la moto y me dirigía a un sitio al que ya había ido antes.
Llamé al timbre y me abrió la puerta cuando llegué a su ático.
-Hey - dijo y me dio un beso en la mejilla. -. ¿Pasa algo?
-No, nada.
-Pasa, pasa.
Me abrió paso a su casa y me fui a donde sólo sabía ir: al salón.
-Scott, te quería preguntar algo - dije en cuanto él y yo nos sentamos en su sofá.
-Dispara... - s e oyó un estruendo en el piso de arriba. - Em... como verás, mi compañero de piso es un trato.
Las últimas siete palabras las dijo más alto, para que su "amigo" las escuchase.
-Dispara - repitió, esta vez con el tono que él quería dar.
-Exactamente, ¿qué somos? - se quedó perplejo al no especificar mucho la pregunta. - Me refiero, ¿qué clase se relación tenemos?
-Ah, eso... lo que tú quieras, mi amor - dijo y se inclinó para darme un beso.
-¿Qué? ¿"Lo que yo quiera"?
-Sí... ¿he dicho algo malo?
Sin darme tiempo para responder, se fue a algún sitio, pero se paró en el marco de la puerta y se peñizcó el puente de la nariz. Le oí decir "¿qué hay que hacer hoy en día para complacer a las mujeres?" Creo que lo dijo para que no lo oyera, pero aún así, fracasó.
-Eh, Scott, ¿qué quieres ?
No dijo nada, sólo me cogió de la cintura y me empezó a besar.
-¿Amigos con derecho? - intenté decir, lo cual es difícil sin aire y besando a la vez. Scott me separó jadeando y me miró con el ceño fruncido.
-No, tonta. Ya sabes lo que quiero.
-¿Novios?
Sólo sonrió y me empezó a besar otra vez. Básicamente nos pasamos así el resto del día, pegados como babosas. Siempre pensé que cuando tuviese novio nunca sería de esas que están todo el día con su novio liándose. Y no fue así, pero sí la mayoría. También conocí a su compañero, un actor que todavía no ha salido a la luz. O eso es lo que él dice.
Cuando llegué a mi habitación, me encontré una nota.
Reúnete mañana por la mañana en la entrada del campus.
                       Brooke, Ethan y Axel.
Y también había una segunda nota a su lado.
Te recogo a las 10 en tu habitación.
Por cierto, Jason me dijo que te diese esto.
                                            Brooke.
Mañana iba a recibir las respuestas que me tienen que dar. Oh, mira, un billete de 100$. Al menos Jason es un hombre de palabra.
En cuanto a Scott, no le iba a decir a mucha gente lo de nuestra relación. A Serah y puede que a Harvey, ya que a él le confíe un secreto y lo guardó bien. A Hope no porque seguro que lo canta a los cuarto vientos.

La Chica De NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora