ii. Recuerdos

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Habían pasado 2 días desde esa horrible noticia, y la ausencia de Simona y Dante era tan insoportable que les estaba costando de sobremanera salir adelante. Junior se encontraba en su vieja habitación, la que había compartido con Dante durante tantos años y no pudo evitar recordar todos los momentos vividos con su hermano. Todas las charlas antes de irse a dormir, las jodas que se hacían constantemente, cuando Junior le confesó a Dante que también le gustaban los chicos y lo asustado que estaba en ese tiempo lleno de confusión y miedo, pero el mayor lo había apoyado incondicionalmente haciéndole saber que no tenía porqué asustarse, que es totalmente normal y hermoso el amor. 

Junior no pudo evitar sonreír con lágrimas en los ojos, todo se sentía tan irreal, pero al mismo tiempo, el dolor en su pecho lo hacía darse cuenta de lo real que eran las cosas. Que él de verdad estaba llorando en su antigua casa, sentado en el suelo de su vieja habitación, y el corazón le dolía tanto que no sabía por cuanto tiempo lo iba a poder soportar.

Sabía que tarde o temprano tenían que ir a la casa de Simona y Dante, y el solo hecho de pensar en eso le causaba al chico más ganas de llorar. No estaba preparado, pero no quería que Diego, Marilina o Romeo tuvieran que enfrentar eso por ahora. Así que llamó a la única persona que se le vino a la mente, esa persona a la que se fue acercando bastante en este tiempo. Después de que Blas volvió de Canada, las cosas habían sido un poco raras, empezando por el hecho de que Junior se dio cuenta que era imposible negar que le gustaba el mejor amigo de su hermano. Él jamás se lo dijo, así que una vez más volvió a enterrar esos sentimientos, y decidió que era mejor si dejaba que las cosas se quedaran así. Aunque poco a poco fueron acercándose más, y ahora (un año después de la vuelta de Blas) son amigos de nuevo, con tanta confianza como había antes. 

Junior pensó que su amigo posiblemente tampoco estuviera preparado para eso, pero era el único que quería tener al lado cuando llegara el momento. Sacó su celular y marcó al número que se sabía de memoria.

"-¿Junior? ¿Qué pasó?"-Se le escuchaba la voz cansada y triste, y se le rompió una vez más el corazón al escuchar a una de las personas más importantes para él en ese estado.

"-Perdón por llamarte, pero te necesito. Ya pasaron 2 días y tengo que ir a la casa de..."-Hizo una pausa para respirar hondo y tragar las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo-"..la casa de mi hermano. Y de verdad necesito que me acompañes, porque siento que si lo hago solo no lo voy a poder aguantar"

Se escuchó un silencio profundo, Junior creyó que Blas había cortado la llamada hasta que la voz del más grande lo sobresaltó.

"-Te veo allá en 20. Y, ¿Junior?" 

"-¿Si?"

"-No te voy a dejar solo"


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