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x. Realidad

Eran exactamente las 6:35 de la mañana, Blas se encontraba preparando el desayuno para él y Junior, los dos habían tenido una noche terrible. Después de la visita de la asistente social todo había ido en picada, Luna no podía dejar de llorar y no sabían que hacer, hasta pensaron en llevarla al pediatra en ese momento de desesperación, ya que la bebé nunca se había comportado así, pero después de tomarle la temperatura y asegurarse de que no tenía nada, se calmaron un poco. Pensaron también en llamar a Marilina o Diego y ver si alguno podía pasarse por la casa y darles una mano pero se dieron cuenta que era muy tarde para molestar y descartaron esa idea. Así que después de largas horas de intentar calmarla de muchas formas, se quedó dormida, aunque los dos estaban seguros de que ya no podrían dormir a esa hora. 

Cuando Junior bajó de haber dejado a su sobrina en la cuna, el rizado inmediatamente se dio cuenta el mal humor que irradiaba, y para ser honesto, él se sentía igual. No sólo por el hecho de que no durmieron, si no porque tenía las palabras de la mujer que anteriormente les había hecho una visita en la cabeza, y todas las inseguridades que Blas quería alejar, volvieron. 

Y eso era una mala combinación.

"-¿Sería mucho pedirte que te animaras un toque?"-Blas no tenía intención de hablarle mal, o de usar tanto sarcasmo, pero la noche que había tenido no ayudaba para nada.

"-Si la verdad, ¿Acaso tengo que fingir que estoy contento?"

"-Perdón eh, ser padre no está tan bueno como creías" 

"-A vos te da igual, porque tu vida de antes era horrible, pero a mí no, flaco. Yo tenía una vida genial antes de todo esto"

"-Y si, para vos era genial porque lo único que te importaba era ver cuanta gente te podías chamuyar, hasta Dante se avergonzaba de vos pero nunca te lo dijo porque era demasiado bueno"- Apenas terminó de decir eso, sintió una ola de remordimiento. Blas no creía eso, nunca creería eso, y sin embargo, lo dijo.  

Cuando no recibió ninguna respuesta, se animó a levantar la vista, consumido por el arrepentimiento, y sintió un nudo en la garganta al ver a Junior mirándolo desconcertado y con la boca entre abierta, sin saber qué decir. Inmediatamente se sintió la peor persona del mundo. 

"-Junior..."-El mayor dejó las tazas con café en la pequeña mesada de la cocina y se acercó a él, sin saber bien qué decir.-"Perdón, perdón, sabes que no pienso eso. Cuando estoy caliente digo cosas que no son verdad"  

El menor se quedó mirándolo unos segundos, y lo abrazó. Ambos sabían que ninguno sentía verdaderamente lo que dijeron, y bastó con estar en los brazos del otro para que todo el enojo y el mal humor desaparecieran.

"-No pasa nada, los dos tuvimos una noche bastante larga"-Dijo Junior, queriendo calmar un poco todo ese ambiente.-"Cuando era chico, a los 17, me quebré la pierna, en pleno verano. Romeo se había ido de viaje con Leo, y Dante fue el único que se quedó conmigo metido en mi cuarto haciéndome compañía mientras mis amigos se iban a la playa o estaban atrás de pibas, él estuvo ahí. No lo voy a dejar ahora que me necesita, aunque ya no esté"-Blas se había quedado en silencio, en parte admirando a Junior por lo cerca que estaban, y en parte conmovido por lo que le había contado. No pudo evitar sonreír enternecido. 

Después de unos minutos en silencio, el mayor volvió a hablar.

"-Creo que tenemos que dejar de tratar de encajar en sus vidas"-Hace tiempo que pensaba eso, y ahora creyó que era el mejor momento para hablar de ese tema.

"-Si la verdad, esta casa está llena de fotos de ellos. Si vamos a vivir acá, tenemos que dejar de hacer de cuenta que van a volver porque la realidad es esa, no van a volver más"-Junior se arrimó y apoyó su cabeza en el hombro de Blas, era una manía que tenía y siempre lo tranquilizaba. 

Y sin decir nada más, esa mañana decidieron "renovar" la casa, aunque solamente descolgaron cuadros, movieron un par de muebles, y pusieron unas cuantas fotos de ellos mismos, los chicos sentían un gran alivio al poder dar ese paso. 

En medio de todo ese movimiento, Junior vio algo en un mueble que le trajo millones de recuerdos.

"-Blas"-El rizado estaba ocupado envolviendo los cuadros, y apenas escuchó a su amigo llamándolo, lo vio con un objeto en las manos, uno que hace bastante no veía.- "¿Esta no es la cámara que Dante se había comprado?"-Hace años no veía esa cámara, se acuerda perfectamente que hasta acompañó a su amigo a comprarla. Estaba empeñado en tener una.

"-Si, si me acuerdo. El chabon se sentía un director de cine"

"-¿Querés que veamos que tiene?"