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iii. Compañía

Al cortar la llamada, Junior se levantó, se lavó la cara, y bajó. Se despidió de su tío con un largo abrazo, diciéndole que va a venir a verlo dentro de poco y salió rumbo a la casa de su hermano. Cuando llegó, Blas lo estaba esperando parado en la puerta, se saludaron con un abrazo y Junior le agradeció inmensamente lo que estaba haciendo por él, a lo que su amigo le respondió con un "No tenes que agradecerme Ju".

Y así, abrieron la puerta de la casa,un escalofrío recorrió el cuerpo de los dos chicos encontrándose con las luces apagadas y una soledad ensordecedora. Algo que era tan raro ver ahí, ya que por lo general estaba siempre llena de luz, energía, risas y amor. Los dos chicos se aguantaron las lágrimas para no ponerse a llorar en medio de toda esta situación.

Prendieron las luces, abrieron puertas, ventanas, todo lo que pudieron para sacar ese ambiente a tristeza del hogar. Después de media hora, Blas estaba sentado en el sillón mirando todo a su alrededor y Junior se encontraba llamando al hogar transitorio para ver cuándo podían ver a Luna. Su tío ya había llamado con anterioridad pero no le daban ninguna respuesta, así que decidió seguir llamando hasta cansarlos.

"-Pero a ver, no entiendo por qué no la podemos ver hoy"-El menor ya se estaba hartando de ésto, necesitaba saber cómo estaba su sobrina.

"-Escuche, no podemos darle ninguna respuesta por el momento, pero si se queda en este número le prometemos comunicarnos con usted mañana a primera hora"

"-Está bien, si, voy a quedarme en este número. Chau"

Cortó y se tiró al lado de Blas, quien lo miraba atentamente esperando saber qué le habían dicho. Él amaba a su ahijada con todo su ser, desde que Simona había dado la noticia de su embarazo, supo que esa nena iba a ser especial, y no se equivocó. Estaba desesperado por saber cuándo la iba a poder ver de nuevo.

"-Mañana temprano van a llamar, así que supongo que nos vamos a tener que quedar acá"-Junior miró a Blas unos segundos.- "Va, vos te podes ir si querés, no tenes que quedarte"-Pero el menor no quería que su amigo se fuera.

"-No, te dije que no te iba a dejar solo. Si querés duermo yo acá y vos andá al cuarto de invitados"

"-Está bien"- Junior se levantó y suspiró. -"Gracias por hacerme compañía en todo esto"- Dijo y se fue a la habitación.

Blas se acostó en el sillón.

Ninguno de los dos pudo pegar un ojo en toda la noche.