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xv. De nuevo

Como había pasado en el cumpleaños de Blas, la gente abundaba por cada rincón de la casa. La fiesta de Romeo la habían llevado a cabo en el departamento que compartía con Lula hace ya bastantes años, no era muy espacioso pero alcanzaba para poder celebrar ese tipo de fiestas con familia y amigos. Junior había llegado solo, ya que Fidel había tenido que trabajar en el turno de noche, y para ser honesto, las cosas habían cambiado radicalmente entre los dos desde la visita de Blas. Ambos lo sentían, pero ninguno había hecho comentario alguno al respecto. Junior no sabía por qué esa visita en específico hizo que los sentimientos de el menor volvieran a aparecer cuando él creía que ya se habían apagado hace rato, o capaz eso era lo que quería aparentar.
"-Eh, apareció el niño"-Exclamó Romeo cuando atendió la puerta, sonriendo.  Junior también sonreía, aunque por dentro tenía la sensación horrible de que, de nuevo, su hermano no iba a estar acá para festejar con ellos.
"-Feliz cumpleaños, cada día más viejo estás"-Dijo el menor, tratando de disimular un poco ese sentimiento de tristeza con el que viene lidiando hace tiempo, tanto él como todas las personas que lo rodean. Una vez adentro fue saludando a todos los invitados, hasta llegar al causante de los nervios que sentía desde que salió de su casa.
Ahí parado, hablando con un amigo de Romeo estaba Blas, vestido tan lindo como siempre. El menor notó que se había afeitado desde la última vez que lo vio, haciéndolo ver más joven. Tuvo muchísimas ganas de ir y saludarlo, hacerle saber que estaba ahí, que había llegado, pero rápidamente cambió de opinión. Blas estaba hablando con alguien, y además no quería quedar como un desesperado enfrente de él. Rápidamente buscó a Luna con la mirada, Lula la tenía alzada junto a Romeo, mientras le hacían caras raras para que se riera. El menor no pudo evitar sonreír.
"-Hola Lunita"-La saludó Junior, mientras la abrazaba, a lo que ella devolvía el abrazo con la misma efusividad.
"-¿Cómo la estas pasando?"-Romeo le preguntó, al quedarse sólos, ya que Lula había ido a recibir a más amigos, mientras Luna fue a jugar con unos primos que habían venido de visita.
"-Bien. ¿Por qué? ¿Parece que la estoy pasando mal?"
"-No, tarado. Pero nada, vi que ni saludaste a Blas. ¿Está todo bien con él?"
"-Sí, estaba hablando con alguien por eso no lo saludé. Igual no sé, me siento medio decaído desde esta mañana. Los extraño un montón"-Junior ni siquiera tuvo que especificar de quién se trataba, Romeo sabía bien, y aunque quisiera aparentar que no, él estaba igual.
"-Yo también, todos los días. Pero en cierto punto, desde que pasó todo eso, siento que disfruto más de las cosas. ¿Entendes? Es como si me hubiera hecho abrir los ojos y apreciar más a la gente que tengo, que me rodea"-Hizo una pausa, como para poder poner sus pensamientos en orden, y después volvió a hablar."-Toda la vida lo vamos a extrañar Ju, la cosa es cómo lo vamos llevando. Y estoy orgulloso de vos, y de cómo se hicieron cargo de las cosas. Sé que no tenemos momentos así muy seguido pero espero que lo sepas"
Junior lo abrazó al no saber cómo responderle. Las palabras sobraban en ese momento.

Así fueron pasando las horas, y entre charla y charla, se hicieron las 11 de la noche. Todavía había gente, aunque ya la mayoría de las personas que habían venido con niños se fueron retirando de a poco.
Junior pensó también en irse debido a que Luna ya estaba un tanto cansada de correr por todos lados, pero Romeo le ofreció acostarla en su habitación y dejarla dormir ahí. Igualmente, el castaño estaba un poco aburrido, había perdido de vista a Blas hace unas horas (no pudo evitar fijar su vista en él toda la noche, estaba muy lindo) y la verdad no estaba formando parte de ninguna conversación, por lo que decidió salir al balcón para tomar un poco de aire.
Al deslizar la puerta, vio que había otra persona ya en la pequeña terraza del departamento.
"-Blas"-Junior no se esperaba encontrarlo ahí, y el tono de sorpresa en su voz lo hizo evidente.
"-Hola, no nos pudimos saludar antes parece"-El rizado contestó, mientras desviaba su vista de la ciudad enfrente de él.
"-Es que, justo estabas hablando con alguien y después no te vi más"
El menor se acercó, situándose al lado de Blas, haciendo que sus brazos se tocaran. Era lo más cerca que han estado en varios meses, ninguno de los dos quiso decir nada por miedo a arruinar el momento, ambos mirando los edificios de la ciudad de Buenos Aires, con miles de sentimientos encontrados. Hasta que Blas fue el primero en romper el silencio cómodo en el que se encontraban.
"-Te extraño. Un montón, y no sé qué hacer"-Junior giró la cabeza un tanto confundido. ¿Había escuchado bien?-"Y sé que la cagué, que pensé solamente en que la plata nos podía ayudar para mantener a Luna mejor, pero.."-Blas suspiró, dejando que los pensamientos que le corrían a mil kilómetros por hora se acomodaran-"No pensé en lo mucho que nos iba a doler todo esto"
Junior no sabía que decir, tenía tantas cosas que le quería responder pero las palabras se le quedaban trabadas en la boca. Y tenerlo a Blas tan cerca, mirándolo fijamente a los ojos, diciéndole todo eso no ayudaba en nada.
"-Entiendo que no me quieras hablar,  y capaz seguís enojado pero te lo quería decir. No podía seguir haciéndome el boludo con todo est.."-Blas no pudo terminar la oración, ya que Junior lo había agarrado de la cintura, atrayendolo más hacia él, besandolo. Sintió cómo el calor le subía por todo el cuerpo, una sensación que sólo el menor le podía causar. Cada vez se fundia más en el placer de sentirlo a Junior tan cerca después de tantos meses, y sin darse cuenta estaba sonriendo como un boludo.
Pero tan rápido como empezó, tuvo que terminar.
"-Pará, Blas"-Junior se separó de golpe, dándose cuenta de donde estaban, de la situación que él mismo había creado y por fin escuchando a su conciencia decirle que esto estaba mal, que Fidel no se lo merecía. La culpa le pegó muy fuerte, no sólo por el hecho de que había besado a Blas, si no también porque lo disfrutó de sobremanera.-"Perdón, no sé qué me pasó"
Mentira, sabía bien lo que le pasaba.
"-Es por él, ¿No?"-Blas sintió como se le comprimía el pecho, pasó de la mejor sensación del mundo, a esto en menos de 10 segundos. Cuando no tuvo respuesta, decidió que ya no tenía nada que hacer en ese lugar."-Yo me voy yendo mejor, mañana tengo el vuelo a las 10 de la mañana y ya es bastante tarde"
Y sin esperar algún tipo de contestación, abrió la puerta y se fue.
Junior supo que no lo podía dejar ir de nuevo.