Ángeles Humanos

FELIZ CUMPLEAÑOS

Pase los siguientes cuatro días sin saber de Jeremías, lo llamaba pero no había resultado, por las mañanas en la escuela tuve periodo de examen y en las tardes me la pasaba leyendo algunos libros en la biblioteca con Pablo y a veces iba a entrenar con Adán en el cielo, no pude ver mucho a Carolina porque estaba ocupada entregando las ultimas invitaciones aunque siempre que podíamos nos saludábamos. Mi herida comenzaba a sanar más rápido gracias a algunas cremas que Adán me dio y los resultados eran positivos.

Hoy era viernes, me encontraba colocándome la ropa para ir al instituto, me puse una camisa lisa azul cielo con el cuello de color azul marino, unos vaqueros, un cinturón café, y unos mocasines cafés. Baje al comedor y me encontré con mi desayuno, un vaso de jugo de naranja y un coctel de frutas, entre ellas sandia, kiwi, y manzana.

- Buenos días. – Dije cuando me senté.

Mi papá estaba escuchando las noticias por la televisión, Ian estaba comiendo sus huevos con fruta, Elena tomaba también jugo de naranja mientras que platicaba con mi madre, ella estaba tomando un té al parecer.

- ¿Quieres que te lleve a la escuela? – Pregunto mi madre.

- Por favor. – Conteste después de tomar un sorbo de mi jugo.

- Papá mañana habrá una fiesta de cumpleaños y me gustaría llevarme la camioneta, ¿puedo? – Pregunte deseoso.

- ¿De quién es la fiesta? – Interrumpió mi hermana.

- De Caro.

- ¿Habrá alcohol? – Cuestiono la señora Alai.

- No lo sé, posiblemente, pero sus papas estarán ahí. – Le dije. – Además sabes que no tomo mucho papá. – Dije mirándolo a él.

- Si veo una sola marca en la camioneta no volveré a prestártelo, ¿está bien? – Pregunto.

- Si, gracias.

- Te quiero aquí antes de las 2.

- Si mamá, no te preocupes.

Seguimos desayunando en familia, después mi padre se levantó y fue por su saco, que estaba colgado en el perchero; mi hermana le siguió, ella subió a su cuarto por su bolso, y mi hermano solo se levantó por más batido de chocolate que había en la cocina.

Después, cuando iban a dar las 6:30 mi hermano fue por su mochila y la llevo al auto de mi madre, yo tome mi mochila también y me subí al auto, el Focus Elite estaba a veinte minutos de mi casa, pero por el trafico salíamos a la media. Llegue y subí por las escaleras hasta mi piso, cuando estuve ahí me encontré a Carolina aun lado de la puerta.

- Hola Simmons.

- Hola Arango.

- ¿Te veré mañana?

- Por supuesto.

- Por cierto, mi papá me dejo usar la piscina y pues lleva más ropa por si acaso.

- Está bien, dile al friki que si quiere también lo puede ser.

- Jajaja, no es un friki.

- Mañana rectificare eso. – Dijo con un guiño. – Vamos, les tengo que avisar a los demás.

- ¿El grupo? ¿Invitaste a todo el grupo?

- Si. – Dijo con una sonrisa falsa.

Enseguida entramos y ella se quedó de pie de frente al salón mientras que yo me acerque a Liliana, después de que dio el aviso fue a sentarse y la clase comenzó, el día transcurrió tranquilo, al salir me fui directo a mi casa, llegue y comí un poco de ensalada de verduras que mi madre había hecho, la encontré viendo televisión, le di un beso en la frente y subí a m cuarto, en el me cambie por una ropa más ligera, unos shorts de mezclilla y una playera sin mangas y unas zapatillas, baje para decirle a mi madre que iría a correr un rato, cerca de mi casa había una área deportiva y ahí usualmente iba a correr, coloque mis audífonos y encendí mi música y comencé a caminar hacia el área, por el recorrido visualice algunas casas mucho más grande que la mía, casi al final vi una casa que ya conocía, era la de Carolina, no se veía muy bien ya que grandes muros la cubrían, seguí caminando y llegue a la pista de atletismo, era circular y por dentro protegía a un campo de futbol, por fuera había varios arbustos delimitando su perímetro y algunas gradas había en el lado derecho de la pista, comencé a dar los primeros pasos a lo largo de ella, aumente los movimientos de mis piernas y mi respiración comenzaba a aumentar.