Mis palabras en tu Boca

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Cuando me desperté eran las 10:40 de la mañana y en la iglesia el servicio comenzaba a las 10:30, por alguna razón mis padres no me despertaron y por eso me desperté tarde, además mi alarma no sonó porque mi celular no tenía batería. Me metí debajo del grifo y comencé a bañarme, teniendo cuidado con la herida, que ahora parecía más una cicatriz, al salir decidí ponerme unos vaqueros desgastados, tenis blanco con negro, una playera roja con un estampado de un cerdo con alas, un gorro gris y unos lentes de sol, además de mi reloj que siempre traía.

Baje por las escaleras y tome las llaves del auto de mi mamá porque las de mi padre no estaban.

*Buenos días*

- Hola Jeremías. – Dije apresurado.

*Demonios*

- ¿Fue una expresión o...? – Dije cuando estaba por salir de casa.

*No, son ellos, son 4 y están en la casa del Secretario General de las Naciones Unidas*

- ¿De Ban Ki-Moon?

*Así es, tienes que ayudarlo.*

- Está bien. – Dije cerrando la puerta de mi casa. – Muéstrame donde vive.

Entonces la televisión de la sala se encendió y observe un vecindario muy lujoso, donde todas las casas tenían tres pisos; estas fueron pintadas, por el exterior, de diferente color, para cada una. Presione un botón de mi reloj para extraer mi traje.

Exterior.

Cuando estuve sobrevolando la zona me di cuenta que me encontraba en suelo estadounidense, para ser más exactos sobrevolaba un vecindario de la capital de Colorado, Denver. El reloj me mostro que había una temperatura de 36° C haciendo que mi traje cambiase de verde a rojo en instantes, mi cuerpo estaba fresco, tal vez el traje entendió que estábamos en verano por la temperatura y el aire que corría en esa ciudad.

Blanco era el color de las casas en las que me encontraba, eran también lujosas y tenían un árbol en cada uno de los jardines, su pasto era totalmente verde y en algunas se observaba algún animal doméstico, pero en su mayoría eran perros de mediana estatura y longitud.

- La residencia de la televisión tenía casas con colores distintos, esta tiene solo blanco.

*Si, esta aun lado la residencia a la que vamos, vuela de forma perpendicular hacia la derecha.*

Y así lo hice, cuando llegamos nos dirigimos a la tercera calle, de nueve que había, y me coloque en una casa de color verde, que estaba casi al final de la calle, esta tenía una piscina en la parte del patio trasero, tres camionetas estaban dentro del garaje, y en el patio de delante había un árbol de fresno, me coloque en una de sus ramas más altas y me senté en ella.

- ¿Es esta? – Pregunte a Jeremías.

*Si, esta es, los demonios no tardan en venir, deberías interceptarlos un poco lejos.*

- ¿Cómo sabes que vienen? – Dije curioso.

*Los vi entrar a la residencia.*

- Bueno, voy a caminar entonces.

Estuve caminando por las calles de la residencia tratando de encontrarlos, así estuve cinco minutos y nada, comenzaba a desespérame, el sol estaba siendo sofocante para mí.

- Ya te extrañábamos creación. – Dijo Tetrado.

Voltee mi cuerpo 270° sobre su propio eje y me encontré con Tetrado, Crolto y otros dos Quincuan, los cuatro traían la misma armadura color rojo y su espada en la mano.

Ángeles HumanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora