Las primeras tres clases ya habían pasado. Eran la una de la tarde y estaba sentada junto Carlee en el piso de la cafetería. Con tres facultades era obvio que esta cafetería era muy pequeña para eso, pero no importaba. Comíamos uno de los sándwich de tres pisos de la cafetería. Era hermoso.
Mientras comíamos Carlee y yo jugábamos a este estúpido juego que teníamos. Con las piernas estirada, yo le pegaba levemente con la punta del pie a su pie y ella me lo devolvía, luego o y hacia sucesivamente.
"Mmm, así que: ¿quien era ese?" Pregunto Carlee después de dirigir de un bocado de su sándwich.
"¿Quien? ¿El del Porsche?" La mire y ella hizo un gesto de la cabeza asintiendo. "Un... Conocido mío, se llama Tomlinson, Louis." Carlee me miro sin entender y yo sonreí, moviendo mi cabeza, borrando temporalmente el recuerdo. "Louis."
"Hmm..." murmuro Carlee distraída.
~*~*~*~
Hoy Carlee salía más temprano , a las 7:30, y yo, aparte, tenía que hacer algo en la biblioteca, por lo cual no me fui de la Universidad hasta las once de la noche. Había dejado el coche en alguna parte y yo no lo encontré hasta media hora después. Me monte en el coche, trate de hacerlo como Louis lo había hecho. Fracaso total. Me caí torpemente casi restregando me en la puerta azul. "Auch..."
Juro que escuche una leve risita. Abrí la puerta y me subí como siempre lo hacía. Puse las llaves y las gire, el carro hizo un sonido ahogado.
"Oh no." lo intente varias desesperadas veces más repitiendo lo mismo.
Trate de que prendiera. Seguí girando desesperadamente la llave, pise el embrague y el acelerador. Pero no. Nada. No prendía. Otra vez.
"¿Quieres que te lleve?" Esa voz, tan..., era
Louis,
"No, gracias." le respondí frustrada, girando nuevamente la llave pero ¡seguía sin prender!
"¿Segura?" Insistió Louis. "Me voy a ir." agrego con voz cantarina. "Me estoy marchando." dijo con el mismo tono.
Baje los hombros frustrada y suspire. "Esta bien." Murmure cansada, salí rápidamente de mi coche y me monte -sin verlo a los ojos- a el suyo.
"¡I-aj chica!" Dijo Louis como si fuera gay. Apenas había movido el coche y se había estacionado.
Se desabrocho el cinturón de seguridad y, prácticamente, se abalanzo sobre mi. Puso sus manos en mi cara, mas bien en mi sien. Observo curioso, como un felino (o un mono), lo que tenía ahí. Vi algo rojo, goteando lento por mi ojo.
Sa-sa-sangre. ¡Sangre!
Me toque desesperadamente la sien, del lado izquierdo, mis manos se bañaron de sangre. MI sangre.
"¡Louis! ¡Llama al hospital! ¡Louis! ¡Ahora! ¡Louis!" Empecé a llorar, el no entendía. "¡Voy a morir Louis!"
"Shh, shh, shh. Ya, ya, cálmate, cálmate. Shh..." Murmuro Louis, abrazo mi cabeza, pegándola a su pecho.
Escuche su corazón palpitar, lento. Muy lento. Boom..., boom..., boom... Tenia la visión borrosa por las lágrimas y su corazón era lo único que pudo calmarme en ese momento.
"¿Ya? ¿Ya te calmaste?" Pregunto suavemente en voz baja, casi un susurro. Louis me miro y yo asentí enérgicamente.
Paso su mano suavemente, como una caricia, por la herida. Saco unos pañuelos de los bolsillos de sus jeans, lo que me parecío muy extraño, pero lo ignore. Se acerco a mi y paso suavemente el pañuelo por mi rostro, limpiándome la sangre. Agacho su cabeza, nuestros ojos quedaron a la misma altura, a pesar de que el era más alto que yo. Su rápida respiración caí a mi labios entre abiertos. El los miraba y luego subió la mirada. Su acerco más a mi, sin que nos besáramos, no sabia como era posible eso. Pero lo era, al parecer.
Me gustaban sus ojos. Tenia unos lindos ojos, aun los recuerdo perfectamente. La luz del farol sobre el que estábamos iluminaba desde arriba. Su pierna izquierda entre las mías hacia una deliciosa fricción en mi entre pierna.
Solté un pequeño gemido de respuesta y el me sonrío con malicia. Se acerco a mi, muy lento, torturándome. Mi pecho subía y bajaba rápidamente. Sentía algo duro en el vientre.
Louis bajo la mirada y suspiro. "Lo siento, yo no... No puedo.."
Se bajo de mi y volvió a su lugar de piloto. Pude ver su gran erección. Y 'gran' era un adjetivo pequeño para describirlo.
Louis siguió conduciendo entre las entrañas de la noche, los faros iluminaban la carretera; y con la radio apagada, mi voz dándole indicaciones a Louis para llegar a mi casa era el único sonido en la noche.
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Horriblemente Hermoso | Louis Tomlinson | Terminada
Hayran KurguSabes demasiado. Horriblemente Hermoso El mundo esta hecho de errores. ¿Qué podía prevenir a Anders Green de tener uno? O, mejor dicho: de ser uno. Louis Tomlinson no es lo que parece. Ella misma no es lo que parece. ¿Qué podría salir mal en su in...