Him

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-Si Morgan pero no se en ¿qué? o a ¿quién?... –La duda cruzo por todo mi ser porque no solo presentía que nos conocíamos por simple apariencia, sino que también había una conexión entre nosotros y no sé hasta donde esta podría llegar. De repente tres golpes seguidos en la puerta interrumpieron mi pensamiento y justo en ese momento llego el manojo de nervios a florecer de nuevo- Ese tiene que ser Ángel… -Dije por mis adentros mientras Morgan me dedicaba una mirada con chispa de diversión.

-Pues ¿Que estas esperando?  La puerta no se va a abrir sola- dijo mientras me ayudaba a arreglar el vestid mientras me paraba del sofá y me daba un beso en la mejilla – Suerte, te llamo luego para ver cómo anda el asunto ¿sí? Por si no te tengo que sacar de allí de emergencia a situaciones incomodas – me quiño el ojo como si que ella estuviera viendo fuera lo más gracioso del mundo.

- Está bien –Dije mientras me quedaba congelada, de verdad que no sabía cómo en esta tierra había aceptado ir a esa cena sin ni siquiera conocer bien  a Ángel.

- ¡Dios Sara y es que no piensas madurar! – Dijo mientras me miraba a la cara y se dirigía a abrir la puerta totalmente desconcertada –Hola, eres Ángel ¿Verdad?- dijo con un tono de voz seco.

- Si, pero ¿te conozco? – dijo de una manera graciosa como si estuviera tratando de hacer que Morgan se relajara y le bajara un poco al tono de voz pero ella como toda Morgan que es porque no hay con que mas compararla le cerró en la cara, entonces ella me jalo por el brazo y me acerco rápidamente a la puerta y luego le volvió a abrir.

-Perdón por cerrarte en la cara pero alguien tenía que traerla –Dijo mientras yo me paraba en la puerta encontrándomelo enfrente.

-¿Sara? –Dijo mostrándome una bella sonrisa que ni los modelos de revistas, sin dudas que el me sacaba de este mundo.

-¿Si? –Dije un poco temblorosa, mis nervios estaban llegando al borde de la locura y Morgan no ayudaba por que se quedaba con la perilla de la puerta en la mano mirándonos como si estuviéramos haciendo tremendo show de circo.

-Te ves hermosa –Dijo mientras me miraba a los ojos, de verdad que estaba por enamorarme de esos ojos marones que se parecían un tanto  a los míos.

-¿Verdad que si?- dijo Morgan saliendo por completo de su actitud de enojona que se le incrustaba algunas veces.

-Si está preciosa –Dijo mientras me tomaba de la mano la cual todavía estaba temblando, pero él no le hizo caso a eso, no estaba temblando porque estaba bajo su presencia, es que estaba realmente tan sexy, con un saco negro formal con una hermosa corbata color que le quedaba perfecta con su color de ojos… ¿COLOR DE OJOS?

-¿Usas lentes de contacto? –Dije un poco dudosa saliendo por completo de mi trance viendo a Morgan la cual estaba detrás de la puerta escuchando todo.

-No ¿Por qué, de qué color están? – Dijo como si supiera por completo lo que estaba pasando mientras me mostraba una sonrisa mientras sentía como él se estaba riendo en sus adentros.

-Están… ¿Azules? – Dije mientras daba un paso acercándome  a él para poder ver bien el color de sus ojos.

-¡AZULES!, pero si le conocí hace unos segundo estabas con los ojos color verde –dijo mientras salía rápidamente de detrás de la puerta para ver los ojos de Ángel de cerca, sin dudas ella tampoco creía lo que estaba pasando.

-¿Verdes? Pero si yo te conocí con los ojos color miel así como los míos más o menos… -Dije mientras el explotaba en carcajadas viendo nuestros rostros- Puedes decirme que no usas lentes de contacto pero como es que eso puede ocurrir -Dije completamente desconcertada.

God's  angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora