"capítulo cinco"

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Cuándo desperté noté un peso en mis piernas John estaba apoyado en ellas mirándome igual que un niño a un helado en verano dí un salto dándole un pequeño golpe en la barbilla.

—¡Dios nena cuidado!.—se quejó tocando sus dientes.—voy a quedar mellado.—rio

—¡Oh! lo siento nene.—Me disculpe con su carita entre mis manos.—¿De verdad estas aquí? o estoy soñando.

—De momento puedo decirte que te desmayaste.

Nos miramos por minutos sin decirnos nada no podía creer que lo tuviera de nuevo allí conmigo empecé a besarlo como si mí vida se fuera en aquellos labios, él jalo mi cabeza hacia atrás agarrando mi cabello y mordió mi cuello.

—Mmmmm pequeña no sabes cuánto extrañe todo esto.—murmuró excitado mirando mi cuerpo.

—¿Sólo extrañaste mi cuerpo?—hice una mueca de asombro.—Te juro que aún no me creo que te este besando y acariciando.

—Me cogió entre sus brazos—Nena no sabes lo ocupado que estaba, era imposible llamarte menos aún vernos, lo siento.—Me soltó en la cama colocándose encima de mí.

Acarície sus mejillas, detalle cada imperfección de su rostro cada lunar, sus ojos que me provocan insomnio y esas manos que me llevan al deleite sólo era él, ningúno más.

—¿Johnny?—formule repartiendo besos en su mano.

—¿Si? Mi niña.

—¿Cuándo esto acabe que será de mí vida sin ti? Y te marches para siempre.

—Pues tú te casaras con un hombre increíble y tendran muchos niños seras inmensamente feliz y morirás siendo una preciosa anciana en tú camita.—escondió su cara en mi cuello.—Y yo quedaré sólo, infeliz y muerto posiblemente muy joven.

Yo miraba al techo pensativa, noté cómo mi cuello se humedecia

—¿John estas llorando?—formule jugando con un mechón de su pelo.

—Se tumbó a mi lado—¡No! ¿Qué dices? Emmm ¿Mañana quieres ir a la playa?—cambió de tema.

—¡Espera! ¿¡Que!?—exclame—¿Mañana también te quedarás?

Salté sobre él super emocionada solto un gruñido, nunca estuvimos más que una noche juntos, dos días nunca, él me sonreía.

—Si nena, los chicos y freda me cubren hasta mañana a la noche, Y ahora deja que te muestre todo lo que johnny te ha extrañado.—comentó entre actos lubricos.

—Enseñame cómo el líder de the Beatles toca la armónica.

Pedí tímida y coqueta arañando mis deseos de que volviera a profanar mis más ocultos y lascivos sentires, acomodó mi cabeza en la almohada, abrió mis corvas recorriendolas con su lengua anhelante, hasta llegar al manantial cubierto por mis braguitas me dejó descubierta ante él lentamente, relamio sus labios, yo arquee mi espalda sabiendo que glorioso placer me esperaba al sentir su lengua en mi sexo.

Relamiendo lentamente, gemi y solté palabras lascivas.

Aquella noche no penetró en mi profundo deseo, se dedicó a  desquiciarme con placeres intensos, pero sabía que al amanecer sería yo la que lo volvería loco.

A mi lado dormido yacia, pose lentamente encima de él con una de mis piernas enredadas en la suya comencé a cantarle en susurros.

—Me encanta cómo tus ojos se cierran cada vez que me besas, Y cuando estoy lejos de ti, me encanta cómo me extrañas.
Me encanta la manera con la que siempre me tratas con ternura.
Pero cariño, más que nada, me encanta cómo me amas.

Acariciaba su cara suavemente.

—Me encanta cómo me abrazas.
Me encanta cómo me aprietas, te burlas, me complaces, me encanta cómo me amas.

Acerqué mi rostro al suyo rozando sus labios y termine en susurros.

—Me encanta cómo me amas.

                 *************

—Es tan increíble despertar con tú rostro, ¡Vamos! ¡Despierta! El día es muy corto y quiero hacer tantas cosas contigo.—suplique sentandome encima de él.

Lo miraba con una gran sonrisa, él comenzó a removerse y a desperezarse bostezando y restregando sus dedos en sus ojos.

—¿Qué hora es?—formuló emitiendo pequeños gruñidos.

—La hora de irnos a la playa vamos tengo que ir a mi apartamento a recoger unas cosas.—salte al suelo y corrí hacia el baño.

—¡Johnny!—exclamé enfadada.

—¡Joder que pasó ahora nena! ¡En serio!—gritó él, aún más fuerte.

—¡No hay agua fría! ¡Me estoy congelando!

—Para que te metes a duchar si sabes de sobra que acá no hay agua caliente, tenemos placas solares.

Entre en la habitación envuelta en una toalla empapada y titiritando de frío.

—Joder pequeña.—me miraba riendo.

—Voy a vestirme venga va vamos, vistete Lennon no seas flojo.

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Llegamos a nuestro apartamento John siempre iba preparado para estas situaciones en su maleta no podía faltar su kit de incógnito, lo miraba atenta sentado en mi sofa.

—Johnny estas tan gracioso.—reí con cuidado eso le molestaba mucho.

—Vamos coge tus cosas y vámonos.—pedía un poco irritante.

Le hice caso no quería enfadarlo  pues ya sabía de sobra como era si lo hacía.
                **************

—Si estoy segura de que es él, pues   claro soy anciana pero no idiota oiga, no lo sé vino con mi vecina pero los oí decir algo de una playa, si escuché detrás de la puerta estoy segura vale adiós, y una pregunta ¿Cuánto me pagaran?

                *************

Ella estaba sentada en un pequeño banquito que había en el porche, la miré sonriente desde la puerta, sentía miedo aquella mujer me hacia sentir algo que me causaba terror.

—¡Ven bailemos!—exclamaba atrayendome a su cuerpo.

—reí—¿Pero sin música?—lo rodee con mis brazos.

—Yo cantare.—me acurruco en su pecho.—Si me enamorase de ti,
me jurarias fidelidad 
y me ayudarias a entenderlo?—entonó.

Nos miramos en silencio.

—Te quiero.—murmure.

—Yo también te quiero.—sonreía.

—¿Acabamos de hacer lo que creo?—pregunté escondiéndome en su pecho.

—Si pequeña.—susurraba.—Y ahora tenemos que volver a separarnos.

Lucky ones | John Lennon. ×Corrigiendo×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora