"final"

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Lo llene de besos inmersa en la más absoluta tristeza lo mire fijamente a los ojos lo apreté contra mi lo más fuerte que pude, no te olvides de mamá pequeño siempre estaré guardando cada uno de tus pasos, a él sólo le dediqué una mirada de perdón por lo que estaba haciéndoles corrí, corrí con todas mis ganas una vez allí llame ansiosa apoyando mi frente en la fría madera es salado de mis lágrimas inundaba mis labios.

—Señora Lucy llega muy temprano hoy ¿Se encuentra bien?
—decía tocando mi hombro.

—Hola.—me gire para mirarla—Emmm lo que hablamos la otra vez quiero hacerlo ahora mismo.

La Chica abrió la puerta lentamente mirándome extrañada me invitó a pasar una vez dentro me coloqué en la gran cápsula respirando profundamente.

—¿Está usted segura?—formuló mirando mis informes.—Sabe que una vez lo hagamos ya no podrá regresar cómo las otras veces ¿Lo entiende? Quedará allí para siempre.

—Es lo que quiero por lo que siempre esperé, no hay más que decir.—comenté con el llanto contenido.—Hágalo maldita sea.

No podía apartar la imagen de mi hijo de mi cabeza pero sabía que estaría bien, conmigo a su lado nunca llegaría a ser feliz, por que su propia madre no lo era y nunca lo sería si no hacía esto.

—Esta bien Lucy tienes que leer detalladamente estos formularios los rellenas firmas y procedemos a  la incorporación.

Me dio los papeles los mire detenidamente complete cada renglón vacio con datos de mi vida, salud y sobre mí vida elegida.

—Tenga ya está todo.—dije extendiendole las hojas.

Ella se quedó un rato repasandolos cuando por fin los soltó sobre la mesa, se acercó a mi colocando cada cable y artilugio delicadamente en mi cuerpo por último colocó el casco y antes de cerrar la cápsula me deseo suerte y sobre todo que fuese feliz, lo último que escuché fue el ruido ensordecedor de siempre y en cuestión de segundos volvía a estar allí, aquella vez elegí  un escenario especial para mi, estaba de espaldas la brisa del mar me traía su olor cerré los ojos y camine hacia él, miraba el romper de las olas en las rocas, lo rodee con mis brazos aspire su aroma apretando mi rostro contra su espalda.

—Lo hice.—susurré.—Ya no volveremos a separarnos.

—¿Por qué abandonaste a tú familia? No debiste, me tenías aquí para tú entretenimiento siempre que quisieras siempre a tú disposición, no iba a ir a ningún lado no puedo.

—No era feliz allá, cuándo acababa la sesión ya pensaba en la siguiente para poder estar contigo John no me hagas esto.

El se volvío hacía mi agarró mi rostro entre sus manos nos miramos un largo rato en silencio se acercó a mis labios.

—Sabes que no soy real ¿No? Todo esto que ves que vemos olores sabores está aquí sólo aquí.—susurró golpeando suavemente su frente contra la mía.

—Desde aquel día en el que te vi en aquella foto supe que serías tú.—roce sus labios con los míos.—No puedo vivir en un mundo en el que cada día me recuerdan que estas muerto, ¡joder no puedo!—masculle.—Y sólo verte a través de vídeos y fotos ya no me bastaba John.

Rompí en un llanto desgarrador arrodillandome en en el suelo.

—Escuché que muchas personas lo hacían, y empecé por curiosidad pero no sabía que sería tan real joder hasta que te vi en ese escenario.—alze mi mirar buscando el suyo.

El se sentó junto a mi acurrucandome en sus brazos beso mi cabeza.

—Joder nena en que te metiste, ahora que te quedarás para siempre, puedo sugerir escenarios y la comida por favor.—intentó no reír.

Lucky ones | John Lennon. ×Corrigiendo×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora