Ordinary World. (Billie Joe Armstrong y Vos) [Completa]

Capítulo 7.

• Narra Billie ↓

Me acerqué lentamente hacia ella, y le besé el cuello despacio. Su piel estaba helada, y sentí un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir el contacto con mis húmedos y calientes labios.

Ella ladeó su cabeza un poco hacia el costado, dejándome más espacio para besarla. Y eso hize. Me separé un poco de su cuello, tomé aire, y me acerque peligrosamente con la intención de hacerle un chupón.

Mordí levemente, succione su piel, pasé mi lengua, y bese, haciendole chupones en cinco lugares estratégicos, dejándole marcas.

Ella empezó a moverse, para terminar sentada sobre mis piernas. La agarré por la cintura y nos besamos. Primero lento y suave, después agitado y apasionado.

Me paré del sillón sosteniendola, y ella rodeo mi cintura con sus piernas. Caminé hacia mi habitación sin dejar de besarla y acariciar su cinturita, mientras que ella me tiraba del pelo con necesidad.

Abrí la puerta de mi cuarto de una patada, y la recosté sobre mi cama, colocándome sobre ella. En medio del beso, le saqué su camisa y le levanté la musculosa, mientras que ella me arrancó el cinturón y remera.

Me separé un poco de ella y nuestras miradas se encontraron. Tenía los ojos de un verde intenso, al igual que su pelo. Era hermosa.

Bajé la mirada hacia su pecho, y me quedé unos segundos viendo su corpiñio ajustado por la tela, y la musculosa algo levantada, dejandome ver parte de su abdomen trabajado.

Lentamente, y volviendo a mirarla a los ojos, le levanté la remera un poco más, para terminar sacándosela.

Quedé atontado ante tan hermosa vista. Me acerqué más a ella, y la volví a besar.

Sentí como bajó sus manos hacia su jean, para desabrochar el botón y bajar el cierre.

Sonreímos entre el beso, y levante un poco la cintura para bajarme el jean.

En un movimiento rápido, nos dimos vuelta y ella quedó sobre mí. Le comenzé a masajear la espalda, y ella me terminó de sacar el jean, dejandome en bóxer.

Nos separamos unos segundos para respirar, y volvimos a besarnos. La estaba pasando increíble.

Con la piernas le bajé el jean hasta las rodillas, y le arranqué lo que quedaba con las manos.

Pasé la yema de mis dedos desde sus piernas hasta el broche del corpiño.

- Mmm que bien se sienten las yemas rasposas de un guitarrista...- Susurró _____ en mi oído, provocando que me estremeciera y sonría embobado.

Desabroché su corpiño y la ayudé a quitarselo, tirándolo por algún lugar de la habitación. Se dejó caer suavemente sobre mi abdomen, provocando que la sensación de nuestros pechos juntos, me provoque una exitación inimaginable.

- ¿Tenés preservativos?- Preguntó mirándome a los ojos.

- Si.- Respondí con voz ronca, y sonriendo. Me separé de ella, y fui hacia un cajón de mi cuarto. Lo abrí y saqué un preservativo de la cajita. Me saqué el bóxer, y lo coloqué en mi pene ya duro.

Me acerqué nuevamente a la cama, me acosté sobre ella, y comenzé a bajarle la tanga. - Azul... Mi color favorito.- Comentó sonriendo.

Reí ante su comentario sobre el color del preservativo, y seguí en lo mío.

- ¿Sos virgen?- Me animé a preguntar en medio del beso salvaje que manteniamos hace unos minutos.

- La virginidad no existe. Es un invento machista creado con el fin de mantener sumisa a la mujer.- Comentó agitada, besándome el cuello.