Ordinary World. (Billie Joe Armstrong y Vos) [Completa]

Capítulo 8.

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- Che hoy tocamos, nos vas a ver, ¿no?

- ¿Dónde tocan?

- Dónde tocamos todos los sábados a la noche.

- Uh bajón, entonces no creo ir a laburar.

- ¿Por?

- Porque van ustedes.

- ¿Posta?

- No.

- Sos una tarada. Nos vemos en un rato.

- Arios Mikey.

- Chaaau.

Alejé la cara del telefono, corté la llamada, y proseguí a terminar de cambiarme. Eran las nueve de la noche y en dos horas tenía que entrar a laburar.

Y ya se me estaba haciendo tarde.

Me sequé el pelo, agarré mi celular, y lo metí en mi mochilita de The Ramones, me la colgué al hombro, y corrí hacia la parada de colectivo, cerrando antes la puerta de calle. Tarde veinte minutos en hacer todo esto.

Corrí, corrí y corrí, pero el colectivo se me pasó.

Si me quedaba a esperar el próximo bondi, llegaría tarde, así que comenzé a caminar.

Después de más de media hora, llegué a The Gilman.

Me quedé en la puerta fumandome un porro. Ese porro se convirtió en otro más. Y ese en otro. Así que entré al bar a las once de la noche, con olor a marihuana en la boca, y los ojos enrojecidos. Por suerte tengo resistencia a la droga ilegal.

- Boluda, te estuve buscando hace banda, ¿Dónde estabas?- Me interrogó Billie ni bien entré al bar.

- Afuera, fumandome un pucho.

- Bueno, no me importa. Escuchame, ¿Viste a Mike?

- Nop

- ¿Y hablaste con él, o algo?

- Hace cómo tres horas.

- ¿Que te dijo?

- Que hoy tocaban acá y que en un rato nos veíamos.

- Mierda.- Comentó en un susurro.

- ¿Pasó algo?- Pregunté dejando de lado mi tranquilidad.

- Tenía que estar acá hace una hora y no llega. ¿Le habrá pasado algo?

- Y no se boludo, no creo. ¿Lo llamaste?

- Treinta y nueve llamadas perdidas.

- Fuck.

- Ey, ¿Te animas a subir al escenario, solo por esta noche?

Lo pensé unos segundos, y respondí.- Bueno, dale.

- Buenísimo, metele que tenemos que hacer la prueba.- Dijo sonriendo, y me estampó un beso en los labios.

Corrimos hacia atrás del escenario, y me encontré con Tré.

- Toca con nosotros. Después vemos que le pasó al pajero de Mike.- Informó Billie.

- Buenísimo. ¿Le pasaste los coros y los acordes?

- Eso iba a hacer.

Billie me dió un bajo que había por ahí, y unas partituras. - ¿Sabes leer en lenguaje musical?

- Sep.- Explotó la P.

Me senté en un banquito de por ahí, y empeze a tocar las partituras.

Habían diez canciones, algunas que ya había escuchado, y otras que no.