-Mia, Mia...
Abrí los ojos lentamente intentando adaptarme a la luz, cuando los tenia abriertos vi a mi amiga Molly mirandome con cara de preocupacion.
-¿Qué pasa?-pregunté confundida. Miré a mi alrededor, me encontraba en un salón amueblado con un sofá, un par de sillones y una gran estanteria con muchos libros, todo bastante rústico.
-¿Dónde estamos?-le pregunte a Molly.
-No lo sé.- respondió-¿te acuerdas de algo?
Me dolia la cabeza, pero hice un esfuerzo para recordar. Solo sé que iba en un autobus con mucha gente, y gritos, muchos gritos, gritos de pánico. Despues la sensacion de volar y caer al vacio, una luz y nada más.
-Recuerdo que estaba en un autobus con todos los compañeros de camino a los Pirineos.-dije. Molly asintió con la cabeza.
-El viaje de fin de curso, yo tambien lo recuerdo.-dijo con algo de tristeza-intentemos despertar a los demás.
Depronto me di cuenta de que efectivamente no estábamos solas. Había mas gente tirada en el suelo como nosotras. Una de ellas era Dani, Molly y yo sentimos algo de alivio al verla allí, las tres siempre habíamos sido inseparables. También estaba Ailyn, una chica alta y rubia con la que yo no había hablado demasiado pero que se llevaba bien con Molly. Y por ultimo tres chicos Bruno, Gael y Liam, tampoco he hablado mucho con ellos, no me suelo juntar con los chicos.
En cuanto estuvieron todos despiertos empezaron a volar las preguntas.
-¡Que es este sitio!-dijo Ailyn.
-¡Bruno!¡Me has vuelto a quitar el móvil!¡pedazo de ca...!-gritó Gael.
-Eh, eh te relajas que yo no te he quitado nada esta vez, échale de vez en cuando la culpa a Liam.-respondió Bruno.
-A mi no me metáis en vuestros líos.-dijo Liam.
-¿Queréis dejar de discutir?-dijo Dani. Todos nos callamos y la miramos-¿Podemos intentar pensar donde estamos y que hacemos aquí?
-No hay ventanas y la única puerta que hay esta atrancada por fuera-dije yo.
-Osea que alguien no quiere que salgamos de este sitio.
Estuvimos largo rato discutiendo sobre que había pasado, pero solo llegamos a la conclusión de que habíamos tenido un accidente de camino a los Pirineos y por alguna razón nosotros siete nos hemos despertado en un extraño salón.
Pero lo mas raro es que nos han quitado los móviles y los relojes.
-Lo que esta claro es que el que me haya quitado el móvil lo va a pagar muy caro-dijo Gael.
-Te quejas de tu móvil, ¿sabes cuanto me ha costado el reloj?-dijo Ailyn señalando la muñeca donde antes estaba el reloj.
-Chist, callaos, ¿no oís eso?-dijo Liam.
Se hizo el silencio, escuchamos atentamente mirándonos los unos a los otros. Liam tenia razón, al otro lado de la puerta se escuchaba el sonido de alguien bajando las escaleras.
-Sea quien sea creo que viene hacia aquí.-dijo Ailyn.
El sonido de las escaleras cesó, la persona que estaba con nosotros en la casa empezó a dirigirse al salón donde nosotros estábamos. Dani, Molly yo nos abrazamos tiradas en el suelo intentando alejarnos todo lo posible de la puerta y Ailyn se unió a nosotras.
Se escuchó el arrastrar de una silla y el pomo comenzó a girar.
-Gael...Liam...-dijo Bruno.- no fue el perro el que os tiró las consolas al váter aquella vez, fui yo.
-Cuando salgamos de aquí te juro que vas a ver las estrellas.-amenazó Gael.
La puerta finalmente se abrió y apareció un hombre de no más de 60 años, pero claramente jubilado, no era muy alto pero no le hacia falta, intimidaba solo con la mirada.
-Por el amor de dios.-dijo, no tenía una voz muy profunda.-levantate del suelo ¿sabes lo que me cuesta limpiarlo? Y tú lo estas poniendo perdido con el sudor.
Bruno se levantó del suelo y se limpió como pudo las manos en los vaqueros, Liam y Gael también se levantaron y nosotras tuvimos que soltarnos para poder imitarlos.
-Esta es su casa señor-dijo Liam en tono educado.
-Si
-Podría prestarnos un teléfono para hacer una llamada, hemos tenido un accidente.
-No hay ningún teléfono en esta casa.-le respondió el hombre en un tono frío que helaba las venas.
-Ejem...-carraspeé armándome de valor.-podría decirnos donde estamos.
-En los Pirineos.-dijo.-solo el alcalde del pueblo más cercano sabe que vivo aquí, no hay más casas cerca.
-¿Y dónde está ese pueblo?-dijo Liam.
En el rostro del hombre se dibujo una sonrisa que resultaba casi macabra. Me atreví a mirar a otro lado, en concreto a Ailyn. Estaba ahí de pie abrazando se a ella misma y temblando de miedo. Siempre hablaba mucho en clase, ¿por qué tenía que callarse justo ahora?
Volví a mirar al hombre que seguía con aquella extraña sonrisa en su cara.
-Está a dos días andando desde aquí.-respondió por fin.
-Bueno, a usted no le importaría llevarnos hasta allí en coche, ¿verdad?-probó Gael- seguro que así tardaríamos menos en llegar.
El hombre lo miró serio.-¿De que estas hablando? No vais a ir a ninguna parte.
Nos quedamos aturdidos, con los ojos como platos, ¿le habíamos entendido bien?
-¿Disculpe que ha dicho?-dijo Dani casi con timidez.
-Creo que he sido claro, no vais a ir a ninguna parte. Aun no he experimentado con vosotros.
¿Experimentado? ¿Qué esta diciendo?
-¡Deje de decir tonterías y déjenos salir!-gritó Bruno.
-Jajajjaja- se rió con ganas. Retrocedí un paso me estaba empezando a dar miedo de verdad.
-Si, creo que primero empezaré contigo.-dijo señalando a Liam, que se puso tenso de inmediato.- y contigo.
Dijo señalándome a mí.
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Experimento X
WerewolfMia iba de camino a los Pirineos para celebrar junto con sus compañeros el viaje de fin de curso, era la ultima opotunidad de estar todos juntos. Pero de camino tienen un accidente y al despertar se encuentran en una extraña casa donde un hombre dic...