Capitulo 8

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13 de Septiembre

Tengo miedo a que cuando salga de aquí me vuelva una adicta a la limpieza, llevo tanto tiempo pasando de ese modo los días que me di cuenta de que una de las primeras cosas que pienso cuando alguien recibe una paliza y mancha el suelo de sangre, es que luego me va a tocar limpiarla a mí.

No me gusta la sangre, pero últimamente al haber fracasado nuestros planes de escape mis compañeros habían empezado a rebelarse, pero al final siempre acababan sangrando en el suelo y con algún ojo morado. Sabia que eso solo serviría para que el hombre me hiciera daño, así que me mantenía sumisa.

Esa mañana nos despertamos como todas las demás, nunca esperábamos que a lo largo del día nos pudiera pasar algo emocionante.

Nos vestimos sin decir ni una palabra y salimos rumbo a la cocina donde desayunaríamos para después dejarla como los chorros de loro.

Baje las escaleras con desgana, si antes me gustaba quedarme en la cama ahora era el mejor momento de todo el día.

Encontramos a Dani por el camino, normalmente dábamos los buenos días con un movimiento de la cabeza o directamente no saludábamos y seguíamos nuestro camino como si no hubiera nadie.

-¿Qué haces sola?

-¿Gael no esta contigo?-Liam también se había dado cuenta de que por una vez pasaba algo raro.

-No se donde esta, esta mañana me he despertado sola.

Mire a Liam extrañada, a mi no se me ocurriría separarme de mi pareja ni por un segundo.

Entramos en la cocina, Bruno y Ailyn estaban desayunando. Ailyn con mala cara y el labio partido, no se como Bruno logra pasar todo el día con ella.

-¿Habéis visto esta mañana a Gael?-Liam se sentó al lado de Bruno mientras yo me dirigía a la nevera atenta a la conversación.

-No, ¿no esta?-dijo Bruno con la comida en la boca.

-Es muy raro, a noche estaba en la cama y esta mañana a desaparecido.-Dani me ayudaba a preparar el desayuno, aunque tampoco se perdía nada de la conversación.

-A quien le importa, uno menos. Ultimamente lo único que hacia era dar problemas.-Ailyn hablo con la boca tan llena que se le salían migas del pan de la tostada. No se si me daba mas asco por eso o por sus palabras.

Es cierto que Gael era uno de los que mas se revelaban estos días, pero ella tampoco es que se quede corta.

El hombre hizo su aparición. "Lo que faltaba" pensé sentando me al lado de Liam.

Los miro a todos, como si quisiera acusarnos de haber echo algo mal pero aun no sabia el que. Parece que por fin se decidió a hacercarse a Dani que tomaba tranquilamente su vaso de leche.

-¿Dónde esta ese chico que siempre debería ir contigo?

Dani se giró en el asiento. No estaba asustada, ella no había echo nada malo ni siquiera sabia a donde había ido Gael. ¿Habra conseguido escaparse de alguna forma y no nos lo ha dicho?

-Iré a buscarle, no arméis ninguna.-dijo mientras miraba a Ailyn. Se dio la vuelta y ella le saco la lengua. Lo que hubiera dado para que se girara en ese momento.

Terminamos de desayunar y cada uno nos ocupamos de nuestras tareas. Cuando todos se fueron, Liam y yo empezamos a recoger y fregar los restos.

-Estoy preocupado, ese loco es capaz de cualquier locura.-dijo Liam.

-¿El hombre o Gael?

-Gael, como se haya escapado sin decirnos nada el que le va a pegar las palizas seré yo.

-Piensa que es mas inteligente, es mas fácil escapar una persona sola que seis a la vez.

El hombre apareció por la puerta.

-El chico, ven conmigo.

Lo dijo con cansancio pero Liam actuó como si le hubieran dado una orden a gritos. Desaparecio dejándome sola en la cocina con los platos, no quería quedarme sola las charlas con Liam era lo único por lo que merecía la pena levantarse cada mañana.

Parecia que no volvería hasta dentro de un rato, así que me quede allí limpiando sin pensar en nada, concentrada en mi tarea.

A la tarde Liam y Bruno volvieron, al oír la puerta salí al recibidor. Liam me miro y salio corriendo a las escaleras en dirección a nuestro cuarto. Mire a Bruno en busca de una respuesta, pero tenia la cabeza agachada y el hombre ya se había ido.

-Ve con él.

Fue lo único que dijo, deje lo que estaba haciendo y me apresure a subir las escaleras dejándolo solo en la puerta, me pareció que sollozaba pero no me volví para averiguarlo. Solo pensaba en llegar a mi cuarto.

Abrí la puerta y me quede allí parada. Liam estaba tumbado en la cama llorando, levanto la cabeza para mirarme y yo cerré la puerta, me imagine que no quería que nadie mas le viera en ese estado.

Me quede en la puerta sin saber que hacer o que decirle. Deje que se secara las lagrimas de los ojos y se sentara para poder explicarme lo que pasaba. No se ando con rodeos y tampoco esperaba que los diera.

-Hemos encontrado a Gael muerto en el cobertizo.

-Lo siento.

Es lo único que se me ocurrió decir. Sabia como se sentía, y sabia que nada de lo que yo pudiera decirle le haría sentir mejor.

Cuando hablo ni siquiera me miraba a mi, miraba al suelo.

-Estaba ahorcado, se había suicidado por la noche mientras dormíamos. Nunca me imagine que él seria capaz de hacer algo así.

Me atreví a dar un paso, y otro mas hacia él. Seguía mirando al suelo. Mientras me sentaba en la cama a su lado.

-Tu no iras a hacer nada parecido, ¿verdad?

No esperaba esa pregunta y me sorprendí un poco.

-No lo haré, voy a salir de esta casa cueste lo que cueste.

Liam me ofreció una pequeña sonrisa.

-Sabia que dirías algo parecido.

-Y tu vas a salir conmigo, porque tampoco lo vas a hacer.

-Claro que no.-sonrió un poco mas.-yo no te dejaría sola con ese hombre.

No me quedaría sola, pero si perdería mi mejor apoyo. Le había cogido aprecio a un chico que en clase no me molestaba en mirarlo dos veces, pero ahora mismo no me imagino lo que seria de mi sin él.

Sin darnos cuenta nos habíamos quedado mirándonos, cada nos pasaba mas a menudo y como siempre note que mi corazón adquiría un ritmo mas desenfrenado. Solíamos apartar la vista a la vez. Ya fuera para que el otro no viera que se había puesto rojo o como si notáramos que podíamos escuchar el corazón del otro.

Empece a girar la cara pero su mano se interpuso en el trayecto y volvió a girarmela en si direccion.

Me besó.

Y yo no le detuve, no quería.

Mas bien no quería que parara.

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