Capitulo 10

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4 de Diciembre

Le conte a Liam lo de los mellizos, el me cogio la mano y me dijo que no me preocupara que todo estaria bien y él a mi lado.

Demomento no le quedaba otra opcion que quedarse a mi lado. Todo habia estado tranquilo. Dani, Ailyn y yo dejamos de hacer las tareas del hogar hace tiempo. Liam y Bruno limpianban solos la casa entera mientras que a mi solo se me permitia mirar.

Aunque no tuviera que limpiar, me gustaban mas las cosas antes, por lo menos podia estar con Liam un rato en la cama abrazados. Pero ahora el pobre se pasa el día limpiando y encuanto entra en contacto con la cama se duerme.

A veces cuando estoy en la ducha el se queda dormido apoyado en el vater de rodillas. Intento tardar mas para que tenga unos minutos de descanso, él lo niega pero yo sé que lo necesita.

Hoy tambien se ha quedado dormido mientras me lavaba el pelo. Me quede un rato pensando mientras el agua corria por mi rostro. Pense que pronto llegarian las vacaciones de Navidad y muchos adolescentes estarian preparando los exmenes finales del primer trimestre. Nunca pense que lo diria pero me encantaria que mi unica preocupacion fueran unos examenes finales.

Por no hablar de Navidad, ya era un poco mayor para que mis padres me compraran regalos en estas fechas, pero a mi me gustaba, era como recuperar una parte de mi infancia.

Sabia que este año ni siquiera recibiria un misero billete de 20€. No me hacia gracia levantarme ilusionada y ver debajo de el arbol el billete, ahora podria dar saltos si alguien me lo diera.

Este año no habria nada debajo de nigun arbol.

24 de Diciembre

Tendrian que venir los regalos hoy, pues no, no vendran.

Estabamos desayunando, ultimamente comia por tres, y mis pensamientos no harian que se me escapara el apetito.

Intentaba comtrolarme para no comer como un animal, a Ailyn hacia ya tiempo que eso no le importaba lo mas minimo. Que ella lo hiciera era suficiente razon para no hacerlo. Dani nos miro a todos. Solo yo que estaba a su lado me di cuenta pese a estar mas pendiente de Liam.

-Es Nochebuena. Si estuvierais en casa, ¿qué pediriais?

La mire, yo con mi billete de 20€ seria feliz la verdad.

-Es una estupidez pensar en eso, por mucho que lo desemos ya no somos niños y sabemos que Papa Noel no va a venir en un trineo a traernos los.-Ailyn es increíble, increíblemente borde.-aunque ya que lo preguntas, ahora mismo pediría un movil para llamar a alguien y salir de aquí.

-Ya claro.-dijo Bruno.-¿de que te sirve el movil si no hay cobertura?

-¿Quieres empezar ya desde por la mañana?

Sobrevino el silencio, es increíble como una pregunta aparentemente inocente como esa podía provocar una discusión.

Liam se limpio la boca con la servilleta, la dejo en su plato y dijo:

-Yo pediría dos ataúdes para que Molly y Gael descansen bien en paz como se merecen.

Nos quedamos mirándole yo incluida sin saber que decir. Todos los regalos que se me habían ocurrido hasta ahora eran todos egoístas. Ahora me sentía culpable de no haber pensado en Molly y Gael. Hace meses que murieron pero es como si sus fantasmas se hubieran quedado con nosotros.

-Será mejor que no pensemos en eso mas Liam, tenemos mucho que limpiar.-Bruno se levanto de su asiento.

Liam suspiro.

-Lo se.

El resto de el día fue idéntico al resto. El hombre me permitía coger libros de la estantería del salón, nunca había estado interesada en temas paranormales porque sabia que no podían ser reales, pero los libros de licantropia he de reconocer que eran interesantes y ademas me ayudaban a pasar los días mientras Liam limpiaba.

Llego la noche, cenamos en silencio y subimos a nuestras habitaciones también en silencio. Liam me abrazo por la espalda cuando ya estábamos tumbados en la cama. Sonreí, pero habíamos apagado la luz y estoy segura de que Liam no me habrá visto.

Acerco sus labios a mi oreja y empezó a susurrar.

-No te duermas, tengo una sorpresa para ti.

¿Qué? Me di la vuelta para mirarlo, todo lo que podía mirarle a oscuras.

-¿Una sorpresa? Pero si siempre estamos juntos y nunca te he visto hacer nada sospechoso. Ademas no podemos movernos de aquí o te caerá una gorda, quizás yo me libre pero tú...

-La he preparado por las noches mientras dormías. Esta en la cocina, no te preocupes he bajado a esta hora millones de veces y nunca me ha pillado, solo tenemos que tener cuidado y hablar bajito.

Eso explica porque últimamente estaba tan cansado, ya de por si es duro limpiar todos los días. Le di un beso antes de salir de la cama, tenia mucha curiosidad por saber que sorpresa me había preparado. Es un detalle que se haya molestado.

Bajamos las escaleras de puntilla hasta que llegamos a la cocina.

-Siéntate.

Me senté en una de las sillas mientras el se dirigía a la nevera. No me perdía ninguno de sus movimientos. El pelo negro le había crecido y lo tenia mucho mas largo de lo que estaba acostumbrada a verle. Pero le quedaba súper bien.

-¡Sorpresa!-susurro.

Casi se me callo la baba de lo abierta que deje la boca. Era algo tan simple, me imagine que seria algo muy simple pero ahora mismo solo tenia ojos para eso. Se acerco, lo dejo en la mesa y se sentó a mi lado. Empezó a partirlo con un cuchillo. Yo aun seguía pensando en algo que decir, pero no había palabras para agradecérselo. El hombre nos sometía a las chicas y a mi a una dieta muy estricta porque decía que quería a unos bebes sanos y fuertes.

-Liam...es perfecto...

-Jajaja. Solo es un bizcocho con nocilla por encima y parece que vas a llorar. Si lo hubiera sabido te lo habría echo mucho antes.

Lo abreve, fue un abrazo corto, ahora mismo solo podía pensar en el bizcocho.

-¿A qué esperas? Córtalo ya.

-Vale, vale... Tranquila espera.

Empezó a cortarlo, se me salían los ojos de las órbitas. Siguió cortándolo mas lento. Lo empuje flojito por si se le escapaba el cuchillo.

-¡No seas malo!

-Sssh... Habla mas bajito, ya te lo corto ansiosa.

Termino y me lo tendió, empece a deborarlo sin importar mis manos manchadas de nocilla o de manchar mi cara.

Liam se reía, pero yo no le hacia ni caso. Nos comimos juntos el bizcocho, no era muy grande y tampoco habíamos cenado gran cosa.

-No sabia que fueras tan buen cocinero.

-Te sorprendería lo que soy capaz de hacer.

-No notara que le faltan algunos ingredientes. Por ejemplo un tarro de nocilla.

-Le echaremos la culpa a Bruno.

Le di un codazo amistoso en las costillas.

-¿Me darías un beso ahora?-tenia gracia porque teníamos la cara echa un poema.

-Me tomaría otro trozo ahora.

Recuerdo que antes de estar aquí un bizcocho me abría parecido el regalo de Nochebuena mas cutre del mundo. No me lo habría comido con la excusa de que engordaba mucho y se lo habría dejado a mis padres.

Sin embargo si Liam me hubiese traído la tablet de mi sueños pasados le hubiera dado una sonrisa falsa, dado las gracias y preguntarle para que quería yo una tableta en esta casa.

Liam no hace milagros y es imposible que consiguiera una tableta. Por eso le agradezco mucho ese gesto que ha tenido a pesar de que yo no le he regalado nada. Ni siquiera había pensado en él cuando le daba vueltas en la ducha al tema de los regalos.

Todavía no se como, pero pienso hacerle un regalo espectacular para el día de reyes.

Experimento XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora