Capitulo 13

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4 de Marzo 22:01

Estaba tumbada en la camilla del sótano donde ya había estado mil veces. La diferencia es que esta vez duele.

Tenia la vista borrosa, ya llevaba así... No sabría decir cuanto tiempo, espero que el suficiente como para que Ailyn explicara a todos el plan.

Si no surgían complicaciones era sencillo, consistía en que mientras que el hombre estaba atendiendo mi parto de mellizos supuestamente "hombres lobo", ellos cogerían las llaves de la puerta principal del dormitorio del hombre. Un lugar que no se nos permitía entrar nunca, así que tendrán que apresurarse a encontrar la llave.

Una vez que la tengan y abran la casa cogerán también las llaves del coche. Todos teníamos entre 14 o 15 años, no podían conducir pero sabíamos de sobra que nadie atravesaba esa carretera que solo llevaba a un lugar, el pueblo.

No han estado nunca, pero, ¿Qué mas da si se equivocan de pueblo total de que lleguen a la civilicizacion? Total, buscaran un cuartel y les contaran a los policías todo lo sucedido e inmediatamente volverán a por mí.

"Por favor que acabe esta tortura y que vengan ya" pensaba yo.

Creí que iba a dolerme menos, oía de lejos como el hombre no paraba de repetirme "empuja" una y otra vez, pero para mi solo era un murmullo lejano. Deje de pensar en el dolor porque era demasiado fuerte, mi cadera aun no había terminado de desarrollarse y eso hacia que los intentos de la criatura por salir de cabeza me doliera mas a mi.

Notaba que me faltaba el aire, se me estaba olvidando como respirar, jadeaba en busca de aire desesperadamente. Cerré los ojos y pensé en todo lo que hemos pasado estos meses, la noticia del embarazo, el primer intento de escapada, la muerte de Molly, Liam llorando por Gael, nuestro primer beso...

Habíamos pasado demasiadas cosas juntos como para dejarlo ahora. Como me gustaría tenerle a mi lado ahora mismo, él me cogería de la mano y susurraría palabras de animo. Pero no esta aquí y a mi me falta cada vez mas el aire.

Ya no escuchaba las ordenes del hombre, ya no escuchaba nada. Liam... No quiero dejarte. Me he dado cuenta de que los que estamos vivos tenemos el poder de cambiar a las personas de nuestro alrededor. Cuando nos capturaron solo pensaba en mi propio bien, no me importaba nada ni nadie que no fuera yo y escapar. Deje a Molly morir porque fui egoísta y huí para escapar, pero desde que estamos juntos me has cambiado. Ya no pienso solo en mi misma, me preocupo por ti y tu te preocupas por mi, me dado cuenta del apoyo de Dani que antes no valoraba.

Siento que soy mejor persona a tu lado. No quiero dejarte, quiero seguir aprendiendo como ser mejor a tu lado. Los muertos no tienen el gran poder de cambiar a las personas, pero los vivos si podemos.

Creo que ya deliro y pienso cosas sin sentido. Derrepente veo algo rojo frente a mis ojos, estoy sudando, seguramente no es real. Pero el rojo se fue extendiendo y ahora puedo verlo como algo solido. Esto no es sangre, entonces...

Gire un poco mi cabeza para ver de donde y que era esa cosa. Es pelo, Molly...

-Mia, cuanto tiempo.

Es Molly, es ella de verdad. Pero estaba muerta, yo la vi, yo la enterré. ¿Qué hace aquí? Lo primero que pensé es en disculparme. En seguida me lo pensé mejor, no necesitaba disculparme, su cálida sonrisa me decía que no me guardaba ningún rencor, que era el instinto de supervivencia y no la razón por la que la deje atrás.

-¿Me estoy muriendo?

-Si.

-¿Cuánto tiempo?

-No mucho, si me puedes ver es que ya estas delirando. He venido a llevarte conmigo. No tengas miedo, es lugar mejor y puedes ver el mundo de los vivos siempre que quieras.

Baje la cabeza hacia su brazo, como pensaba no tenia mano. En cuanto vio lo que que estaba mirando aparto el brazo y me sonrió como ella siempre hacia.

-¿Sabes qué? Gael se suicido por mi, me ama. Cuando me lo dijo por un lado me sentí mal porque alguien hubiera perdido la vida por mí pero por otro me sentí la persona mas querida del mundo.

Me dolía todo, pero hice un esfuerzo para sonreír.

-Creo que entiendo lo que quieres decir.

Su sonrisa se borro.

-Lo siento Mia, no quería...

-No te disculpes.-la corte.- tu tienes muchas cosas que perdonarme a mi como para pedirme perdón.

-No fue culpa tuya.

-Pero podría a ver echo algo.

Nos quedamos en silencio un tiempo en el que solo se escuchaba el sonido de las maquinas y el ir y venir del hombre.

Decidí romperlo.

-¿Han conseguido escapar?

-Ahora mismo deben de estar contándoles a los policías lo ocurrido. Si, han conseguido escapar.

Cerré los ojos aliviada, a merecido la pena intentarlo. Por fin lo hemos conseguido. Lo han conseguido.

-Me alegro.

Se me escapo una lagrima de alivio, me la limpie rápidamente no pensaba llorar nunca mas. Liam ahora ya es libre, lo superar y encontrara a otra chica que le quiera y le de hijos que no tengan orejas de lobo. Acabara olvidándome, pero será feliz, y eso es suficiente para mi. Yo nunca lo olvidare, aunque me pase el resto de la eternidad vagando como un fantasma por el mundo de los vivos. Creo que puedo ir en paz.

-Molly.

-Mmmm...

Abrí los ojos de nuevo para mirar el techo blanco. Cuantas veces he pensado en lo bien que quedaría pintado de otro color.

-Nosotras somos fantasma. O bueno, seré un fantasma.

-No somos exactamente fantasmas, podemos hacer todo eso de atravesar paredes y visitar el mundo de los vivos si nos aburrimos de estar en el mundo inmaterial. Si queremos podemos mover cosas de este mundo, pero es difícil que los vivos lo noten. Simplemente somos almas, almas separadas de nuestro cuerpo.

Asentí con la cabeza, no me importaba tener los ojos azules y el pelo castaño para toda la eternidad. Ni ver como las personas viven y mueren. Supongo que acabare acostumbrando me.

-Entonces, es imposible que una criatura como el hombre lobo exista, ¿verdad?

-Los hombres lobo no existen. Este hombre lo único que va a conseguir son híbrido que no tendrán ni un minuto de vida. Es solo una de millones de invenciones que han echo los humanos para intentar explicar el mundo.

-Lo suponía.

Volví a cerrar los ojos por ultima vez. Aunque apartara la mirada del techo, el resto seguía siendo blanco. Escuchaba la maquina que marcaba mi ritmo cardiaco, era tranquila y relajado, hasta que se convirtió en un molesto y largo pitido, ya no llegaba nada a mis pulmones. El dolor y la tortura habían terminado.

Mi ultimo pensamiento fue como no, para Liam. Pensé en su cara sonriendo, quería que el ultimo pensamiento que me acompañara fuera ese.

Dije algo, pero no creo que nadie me escuchara, ni siquiera Molly a mi lado. No fue un susurro, tampoco creo que llegara a exhalación, posiblemente solo moví los labios.

-Te amo.

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