Capitulo 4

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16 de Julio

Hoy tocaba limpia de un pequeño cobertizo a las afueras de la casa. El hombre nos llevo a todos atados los unos a los otros para asegurarse que no nos escapábamos, esto no estaba planeado en lo que Bruno ha decidido llamar "El súper plan de pirarnos de la casa del loco". Pero tampoco es algo por lo que nos íbamos a echar atrás.

Llegamos al cobertizo, se notaba que nadie había pisado ese lugar desde hacía años, y mucho menos limpiarlo. El hombre nos soltó y en silencio empezamos a apartar telarañas antes de proceder a limpiarlo con escobas.

Seguimos así en silencio durante largos minutos, mi corazón latía cada segundo más fuerte, durante la noche y esta mañana había estado tranquila, pero se iba acercando la hora de la verdad y con eso mis nervios se acrecentaban. Liam apretó mi mano en un momento en el que el hombre no miraba y me ofreció una sonrisa tranquilizadora, intente sonreír le de la misma manera, pero creo que solo me salió una mueca. ¿Cómo podía estar tan tranquilo?

-¡Aaaaaaaaaaaaaah!-me sobresalté ante el grito de Molly. Empezaba nuestro plan.

-¿Qué te pasa?-preguntó el hombre. Molly con su carita pálida de niña buena y cabello pelirrojo, miró al hombre con su mejor carita de niña inocente y dijo:

-He visto una araña, era enorme, creo que es una tarántula.

-Mátala con la escoba y sigue limpiando.

-No puedo, me dan alergia los insectos.

-Ay...-el hombre echo la cabeza hacia atrás suspirando, cuando la bajo se dio cuenta de que todos lo mirábamos-¿y vosotros que hacéis?¿os he dicho que paréis?

Dejamos de mirarle y seguimos a lo nuestro, pero con un oído puesto en lo que le decía a Molly.

-Aparta déjame a mi, ¿dónde la has visto?-dijo mientras se agachaba.

Bruno, que era el que más cerca estaba de el hombre, intentó coger las llaves de la casa que se le habían salido un poco del bolsillo, mientras Molly seguía con su distracción.

-Ahí al lado de esa silla rota.

El hombre se inclinó más, y las llaves salieron todavía más del bolsillo. Rápidamente Bruno las cogió, se las guardo en los suyos y siguió limpiando. El hombre se levantó.

-Ya se habrá ido, sigue limpiando.

-Si, señor.-dijo Molly.

Liam y yo nos miramos, y esta vez no tuve que forzar la sonrisa.

Ya teníamos las llaves.

10:30 de la noche.

Terminamos de cenar las sobras de un pescado de hace unos días. Estaba asqueroso, pero todos nos lo comimos, necesitábamos todas las energías posibles y no sabíamos cuanto tiempo íbamos a estar sin comer. No podíamos llevarnos comida para siete porque eso retrasaría la huida, y teníamos que hacerlo lo más rápido posible.

-Nos os habéis quejado ninguno de la cena, parece que vais aprendiendo.

Dijo tocando un hombro a Gael, que hizo una mueca de asco mientras no miraba.

Mientras limpiábamos el cobertizo atados a una tubería oxidada, el hombre se fue a dar un paseo por el bosque y creyó que las llaves las había perdido caminando, así que de momento no habíamos sido pillados.

-Menos mal que siempre guardo una copia, si no podrías haberos escapado.¡jajajjaja!-se rió más fuerte de lo normal nosotros nos miramos asustados e intentamos reírnos, pero no resultó nada creíble- en fin me voy a la cama, cuando terminéis fregar los platos y dormíos.

Dicho esto se marcho por la puerta. Terminamos la cena mientras escuchábamos como subía las escaleras y se iba a la cama. Cuando lo oímos roncar, nos dirigimos a la puerta intentando no hacer mucho ruido. La abrimos, no podíamos empezar a correr o se despertaría en seguida así que empezamos a recorrer el césped de puntillas.

Estaba muy nerviosa así que mientras andaba cerré los ojos y inspire ondo para intentar calmarme. Note que alguien me cogía la mano y abrí los ojos sobresaltada. Mire primero la mano y luego fui subiendo por el brazo esta encontrarme con la mirado de Liam. Se inclino un poco hacia mi y dijo:"no te preocupes, todo va a salir bien, ya estamos fuera". "Lo sé" le respondí y nos sonreímos intentando darnos ánimos.

Llegamos a los árboles que daban al lado de la carretera y empezamos a correr como locos. No solté la mano de Liam y el tampoco lo hizo, así que corrimos así.

-Deberíamos ir más despacio así nos cansaremos enseguida y no recorreremos muchos kilometros.-dije jadeando.

-Tranquila, no se levanta hasta las nueve de la mañana, a esa hora ya estaremos muy lejos.-dijo Ailyn aumentando la velocidad.

-Nosotros tampoco somos incansables, y hemos perdido algo de resistencia después de estos días.-me apoyó Liam.

-Tienen razón, vayamos más despacio, no se vosotros pero yo la otra noche no dormí nada.-dijo Dani.

Al final conseguimos que redujeran la velocidad, y fuimos a un trote rápido. Aun así teníamos que andar de vez en cuando, pero nunca nos parábamos.

Estuvimos andando y recuperando el aliento, cuando empezamos a escuchar unos gruñidos animales. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, Liam me apretó la mano para recordarme que estaba conmigo, pero no creo que ni echándonos todos encima pudiéramos reducir a un oso o lo que fuera que tuviéramos pisándonos los talones.

-Chicos, ¿oís eso?-dijo Bruno con miedo.

Todos asentimos, ojalá hubieran sido imaginaciones mías.

-Será mejor que aumentemos el paso.-dijo Gael.

-¿Vas a echar una carrera contra un oso?-le rebatió Liam.

Gael puso mala cara pero no contestó. Los rugidos se hicieron mas fuertes y todos nos giramos sobresaltados.

Vimos aún lobo sacando todos los dientes y gruñendo hacía nosotros.

-No tiene cara de querer hacer amigos.-tembló Bruno.

-¡No! Acércate, yo creo que quiere conocerte.-se burló Ailyn.

El lobo siguió gruñendo, y antes de que me diera cuenta me abrace a Liam, y el me rodeo la cintura con los brazos.

-¿Qué hacemos?-preguntó Molly temblando y mordiéndose las uñas.

Dani no lo pensó dos veces, se dio la vuelta y empezó a correr. Todos la imitamos, aunque en el fondo sabíamos que no teníamos posibilidades de huir de el.

Me tuve que separar de Liam para poder correr bien, pero la carrera de antes nos había pasado factura a todos. Escuchaba las jadeos de Molly a mi espalda, cada vez eran más profundos y a la vez más lejanos.

Derrepente oí como los jadeos cesaban y se convertían en un grito de dolor.

Me gire lo suficiente para ver lo que le había pasado. Mi rostro se contrajo en una mueca de horror. Molly estaba tirada en el suelo cada vez más lejos de mí porque yo seguía corriendo, alargando una mano para que la ayudara. El lobo la había alcanzado a morderla un tobillo y aun seguía destrozando lo todo lo que podía.

-¡Molly!- Ailyn pasó a mi lado corriendo a donde estaba Molly. El lobo se dio cuenta y mordió a Molly con más rabia, ella no paraba de gritar, como el lobo continuara así la iba a arrancar el pie. Ailyn no se acobardo, solo pensaba en salvar a Molly. El lobo al ver que la chica no retrocedia se lanzó hacia su mano hincando bien los dientes.

-¡aaaaaaaaaaaaaah!-gritó Ailyn.

-Corre...-la dijo Molly con voz débil.

-Lo siento...respondió Ailyn con las lagrimas salpicando su rostro. Se dio la vuelta hacia nosotros y seguimos corriendo. Sin darme cuenta yo también empece a llorar.¿cómo había dejado a mi amiga con ese lobo?¿me estaré volviendo un monstruo o serán mis ganas de escapar las que me dicen que la abandone?

Experimento XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora