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Cuando la mirada de Jimin se oscureció, y lanzó a Hobi sobre la cama, el omega supo que estaba perdido. Deseaba a Jimin con cada fibra de su cuerpo. Y su omega aún más.

Los labios carnosos de Jimin atraparon los suyos en un beso posesivo. Y sus manos se deslizaron con impaciencia sobre su cuerpo, tocando sobre la tela todo lo que estuviera a su alcance.
La piel de Hobi hervía en respuesta a las demandantes manos del alfa.

- Hobi... - Jimin murmuró afiebrado contra la piel del cuello del omega. Hobi podía sentir con creciente excitación como el alfa olisqueaba su piel, allí donde su aroma se concentraba con más fuerza. Su omega ronroneaba de felicidad.

- Hazme tuyo, Jimin... - Hobi jadeó mientras la mano del alfa acariciaba su ya endurecido miembro. Todo su cuerpo pedía a gritos por la atención de Jimin.

Jimin desabotonó con urgencia la camisa del Hoseok, y comenzó a repartir besos por su pecho, y a trazar círculos con su lengua sobre uno de los pezones de Hobi. El omega se retorció y arqueó su espalda intentando lograr más contacto con la cálida lengua del alfa. Se sentía abrumado por tanto placer.

Sus jadeos enviaban punzadas de dolor a la entrepierna ya endurecida de Jimin, y cuando Hoseok cerró su mano sobre la protuberancia por encima del jean, el alfa dejó escapar un gruñido.

A pesar del exquisito placer, las alarmas comenzaron a sonar en su cabeza.

- Hobi... espera, por favor. - Jimin apoyó su frente sobre el plano vientre del omega y respiró agitado. - Yo... yo no puedo hacer esto. Tú no estás en tus cinco sentidos... debemos detenernos. - El alfa se odió por estar diciendo eso, cuando el aroma y la suavidad de la piel de su omega estaban trastornando todo su sistema.

Hoseok dejó escapar un quejido tan doloroso, que Jimin se hubiese abalanzado encima de su boca, y lo hubiese besado hasta escucharlo gemir de placer. Pero él no estaba en celo, Hobi sí. Su omega no estaba pensando, Jimin sí.

Se levantó de la cama sin siquiera poder mirarlo, escuchando las incomprensibles protestas de Hoseok, y se acomodó la ropa como pudo.

- ¿Me dejarás? ¿Te irás así sin más? - Hobi sollozó lastimosamente y Jimin tuvo que cerrar los ojos y respirar un segundo, porque su alfa lo estaba enloqueciendo por volver allí y demostrarle a Hoseok que se moría por hacerlo suyo.

- Lo siento, cariño. Pero es lo mejor. Iré a buscar tus supresores y haré que te los traigan. Estarás seguro aquí... - Jimin apretó los puños con fuerza cuando un doloroso sonido salió de la garganta de Hobi.

Antes de que su autodominio flaqueara, salió rápidamente de esa habitación.

* * *

- Hobi, tienes que comer... - Jin insistió por enésima vez sentado en la cama de su amigo.

Taehyung lo había llamado luego de sacar a Hobi del bar, y ahora entre él y su amigo se turnaban por cuidar del omega.

- No tengo apetito, Jinnie. - Hobi soltó con desgano.

- Nos has probado bocado desde anoche. Necesitas comer. Además llevas tres días aquí encerrado y metido en tu cama. ¿Qué es lo que sucede? - Seokjin murmuró con dulzura. Sabía que algo había pasado con Jimin, pero su amigo no había soltado ni una sola palabra de lo sucedido esa noche.

- Yo... sólo no me siento muy bien. -

- Eso me queda completamente claro. Soy tu amigo, Hoseok... ¿Puedes decirme por favor que es lo que ocurre? ¿Esto tiene que ver con Jimin? - El rostro del omega se contorsionó en una triste mueca y supo que había dado en el clavo.

Boy meets evil. (JIHOPE - OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora