***Cuanto más necesito de ti, algo te tiene que alejar de mí. De qué me sirve quererte si tú me dejas solo como siempre***
Los rayos del sol entraban por la gran ventana, dos cuerpos desnudos se encontraban juntos.
Toc, toc... La puerta de la habitación era golpeada sutilmente.
Poco a poco fue reaccionando y percibiendo el fuerte dolor de cabeza, logró vislumbrar un cuerpo tibio a su lado, se quedó estupefacto al ver quien era la que reposaba tranquilamente en su cama, con los cabellos despeinados y totalmente desnuda.
No tuvo tiempo y sólo atinó a cubrirla con la sábana mientras la presencia de dos apuestos hombres irrumpía en su dormitorio.
- ¡Darien! ¡Mina! Lo siento hermano, no quería interrumpir su apasionado reencuentro. Estaba preocupado por ti, anoche bebiste demasiado pero será mejor que me retire y mas tarde te busque para conversar tranquilamente. En serio, disculpa la interrupción. ¡Vámonos Andrew!
- ¡Zafiro ve tú! Ya te alcanzo. - Andrew conocía a su amigo, y era evidente que no se sentía nada bien ante esa situación. Zafiro quiso protestar, pero Andrew le cerró la puerta en las narices, dejándolo muy consternado. Darien estaba mudo, salió de la cama completamente desnudo y Andrew le alcanzó un albornoz.
- Maldita sea Andrew ¿qué fue lo que pasó? ¿Qué hace esta maldita mujer en mi cama? -Su tono de voz era muy grave, estaba enfadado y confundido. Su cabeza estaba a punto de estallar, era insoportable el dolor que todo su ser estaba experimentando en esos momentos.
- ¡Cálmate Dar! Lo hecho, hecho está. Todos en esta casa se darán cuenta de lo que está pasando aquí.
Darien estaba totalmente fuera de sí. Presurosamente se acercó a Mina la cogió de ambos brazos y comenzó a sacudirla, a ella no le quedó más remedio que despetar.
- ¡Levántate! Y ahora mismo me explicas que estás haciendo desnuda en mi cama. ¡Tú serías la última mujer en el mundo con la que me acostara, ni de borracho lo haría!
Mina comenzó a llorar, Darien consiguió sacarla de la cama ante la atónita mirada de su mejor amigo. Ella se encontraba como vino al mundo. En su desesperación por buscar algo con que protegerla, Andrew entró al cuarto de baño. Los gritos de Darien estaban fuera de control. Así que Andrew presuroso cogió una bata de baño y salió al encuentro de la pareja. Mina sólo lloraba y eso desesperaba más a Darien. Andrew se acercó a calmarlo mientras Mina se cubría.
- ¡Darien yo te amo! ¡Te amo desde niña! No entiendo ¡por qué dejaste de quererme! Lo único que he hecho todos estos años es esperarte, ¡me guardé para ti! Y no me arrepiento de lo que pasó anoche entre nosotros. ¡Soy capaz de todo por ti! No entiendo por qué actúas de esta manera conmigo. ¡Yo te amo Darien! Y quiero vivir el resto de mi vida contigo.
Andrew sostenía el tenso brazo de Darien. No sabía cuál sería la reacción de su amigo ante las palabras de esa mujer enamorada.
- ¡Vete Mina! ¡No quiero saber de ti. ¡Entiendes! Absolutamente nada de ti. No me haré la víctima, pero lo que hiciste no lo hace una mujer decente, y el amor nada tiene que ver con la manipulación. Yo fui totalmente claro contigo antes de mi viaje, te veía como una hermana menor, te quería y apreciaba por tu gracia sin igual, pero esta bajeza que has cometido, sin respetarte y valorarte. Me hacen entender la razón por la cuál nunca quise tenerte como pareja. Ahora sal de aquí que con lo que has hecho prácticamente has sepultado el buen concepto que tenía de ti.
- ¡Darien por favor! Soy tuya en cuerpo y alma. No me puedes echar de tu vida. Me entregué a ti por qué te amo. Nuestro destino es estar juntos. ¡Yo lo disfruté! ¡Y tu también! Me tomaste como tu mujer con una pasión descomunal. Estamos hechos el uno para el otro.
- Maldita sea Minako. ¡Vete de una vez! Y olvídate que existo. No te quiero. ¡Vete! -Su tono era tan frío y de sus ojos salían destellos de furia. Andrew estaba en shock.
- ¡Me las pagaras Darien!¡Me las pagaras! ésta y todas las malditas humillaciones que me has hecho pasar. Serás tú el que venga suplicando mi perdón. Te arrastrarás para que yo vuelva contigo ¡te lo juro! - Con una sonrisa forzada y la barbilla levantada salió de la habitación.
Los dos amigos se quedaron en la habitación. Andrew le reclamó por la forma tan grosera como trató a la rubia. Y un tanto molesto se retiró para dejar a Darien solo con sus cavilaciones.
Darien se sentía mal, no sólo físicamente sino también emocionalmente, él tampoco entendía porque había sido tan duro con esa joven, la quería, la conocía desde niña. Era ilógico que sintiera esa extraña repulsión por ella.
Mina salía envuelta en la bata. Y en el jardín principal la servidumbre terminaba de limpiar y ordenar todo lo del compromiso. Serena estaba con su suegra dirigiendo a los empleados cuando vieron a Mina salir nerviosa e inusualmente vestida.
- ¡Serena! ¡Te necesito! - Y corrió hacia ella, la abrazó y lloró desesperadamente. La mamá de Darien se les acercó y las condujo a su sala privada, pidió a una de las empleadas que les trajera algo de beber.
- ¡Cálmate Mina! ¿Qué ha sucedido? ¡Confía en mí por favor! - Serena estaba preocupada por ver a su gran amiga en ese estado.
Mina trato de calmarse a pesar de las lágrimas. La suegra de Serena la invitó a sentarse y le tomó la mano en señal de apoyo para que le tenga confianza. Mina comenzó a relatarles su historia adornada de mentiras con el fin de hacerse la víctima.
- Darien estaba muy ebrio y me invitó a subir a su dormitorio. Sé que hice mal pero lo amo. Él siguió bebiendo y poco a poco me sedujo y yo me le entregué. Pero al despertar me dijo que no me quiere y el haberle entregado mi virginidad no significa nada para él, porque yo no tengo experiencia para ser su mujer en la cama. Fue muy cruel pues me dijo cosas espantosas delante de Andrew. Lo desconozco totalmente, él era un chico dulce. - Mina nuevamente se deshizo en llanto. Serena y su suegra estaban perplejas. Su madre conocía muy bien a su hijo, pero quizá el haber estado varios años en otro país lo hubieran cambiado a tal punto de ser un degenerado sexual.
- Mina, no te preocupes, hablaré con mi hijo. Debe haber una explicación. - La señora salió de allí en busca de su hijo, su angustia fue tal que no se dio cuenta que pasó delante de su esposo y su hijo Zafiro.
- Te prestaré algo de ropa Mina, ven vamos tengo una habitación con algunas mudas. - Ambas muchachas salieron, Serena estaba aturdida por lo que estaba sucediendo. Cómo podía comportarse como un cavernícola el hombre que tenía su corazón. Era algo totalmente confuso.
Su madre entró en su habitación sin llamar, estaba enojada y confundida. Darien se sorprendió de verla en ese estado.
- Hijo necesito saber tu version de los hechos. Ya he conversado con Mina. Ahora tengo que oírte. -Su madre se lo dijo con un tono dulce pero a la vez serio. En ese mismo momento su padre y hermano entraban en sus aposentos sumamente consternados.
A Darien no le quedó más remedio que reconocer que había estado ebrio, que no sabía lo que sucedió con Mina ya que la encontró desnuda en su cama. Y que no quería tener nada que ver con ella. Su padre se disgustó por la actitud tan poco caballeresca de su hijo, y si no quería quedarse desheredado más le valía asumir un compromiso formal con esa jovencita. Fue su única advertencia antes de marcharse llevando a Zafiro con él.
- ¡Hijo mío recapacita! ¿Qué te está pasando? ¡Tú no bebías! Siempre has sido prudente. ¿Hay alguien que está afectando tu vida? estás enamorado y por ello no quieres relacionarte con Mina. Hijo, si tienes un amor yo te apoyaré, no permitiré que te cases por obligación.
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¿Felices los cuatro? (Sailor Moon)
Fiksi PenggemarDos hermanas, rubias y hermosas que se conocen en un internado de señoritas. Se convertirán en mejores amigas y rivales... Dos hermanos, guapos, inteligentes y de caracteres diferentes. Descubrirán que amar es más que una necesidad, y que para alcan...