Capítulo 16

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Comida, alcohol y música era lo que sobraba esa noche. Yo me mantenía al margen. Estábamos acostados en la arena mirando el cielo escuchando los chistes de Matthew, que por cierto eran muy malos. Matt me preguntaba cada media hora si estaba bien y hasta hora todo iba perfecto, no se separo de mí en toda la noche. Siempre trataba de integrarme o hacer que hable un poco. La presencia de las novias de los chicos me incomodaba, la verdad no sé por qué. Una ráfaga de viento hizo que mi cuerpo comenzará a temblar por lo que comencé a frotar mis manos sobre mis brazos. Julian se paró enfrente de nosotros y dio la idea de tirarnos al mar. Esto era obvio que iba a pasar. Verano, playa, noche, amigos era más que obvio, pero yo no había traído maya y con el frío que invadía mi cuerpo en este momento no pensaba poner un pie en el agua, que seguro estaba helada. Todos se pararon y yo solo dije que no podía meterme. Jugaron una carrera hasta el agua y desde el punto donde yo estaba podía ver sus caras congeladas. No hacía mucho calor como para tirarse al agua esta noche. Los gritos de nena que pegaba Julian hacían que todos nos tentáramos de la risa. Entre risas me di cuenta de algo. Benjamín. Estaba sacándose la remera y cuando la prenda ya se había desprendido de su cuerpo la tiro para donde me encontraba yo. ¿Lo hacía a propósito, no? Mis hormonas de adolescente comenzaron a alterarse. ¿Qué me pasa? Tranquila. Él sabía lo que hacía y yo no me había percatado de mi mirada fija a él y su mirada fija en mí.

Ethan salió del agua y se acercó a mi sentándose a mi lado.

-El agua esta helada – Dijo el morocho jugando con la arena.

-Me imagino – Le contesté riéndome.

Este chico me caía bastante bien. Bueno, no había hecho nada malo como para caerme mal, aparte de que recién nos conocíamos. Dirigí mi vista hacia el mar devuelta, Matthew y Benjamín estaban ahogándose uno al otro.

-Contame algo sobre Matt y Benja.

-¿Cómo qué? – me miró – Siempre han sido mejores amigos, desde que Chad, Julian y yo los conocemos, supongo que desde antes también. – puso su vista devuelta al mar y comenzó a hacer algo en la arena con las manos. - Son buenas personas. Desde que nos unimos todos somos inseparables, aunque ellos dos han estado mucho más unidos que antes por algo que les pasó. No sé si te contaron.

‘’algo que les pasó’’ esas 4 palabras fueron un eco en mi cabeza.

-No, ninguno me contó nada. – fije mi vista en Ethan.

-Bueno, creo que es cosa de ellos que te cuenten. De mi boca no vas a oír nada.

Perfecto. Ahora me voy a quedar con la intriga hasta que esos dos me cuenten.

-Entiendo.

-No te enojes, solo que no son cosas mías para andar esparciéndolas por ahí. Voy a hacer algunas cosas a la carpa. Linda charla.

Se levantó y se fue por detrás de mí.

Me recosté de vuelta en la arena mirando las estrellas. La verdad que son algo maravilloso. Están compuestas de hidrógeno, helio y elementos pesados. Tienen su luz propia que las hace únicas en un lugar tan pero tan grande como es el espacio. Yo siempre las comparo con las personas. Somos ciento de millones de humanos en el planeta hechos con una personalidad distinta que varía según la forma de pensar de cada uno y que resulta ser lo principal en una persona. Hechos con una estructura que es el 100% de nuestro cuerpo recubierta por el órgano más grande. Soportando todo tipo de ataque de algún elemento exterior. Pero que tiene un fin, como el de las estrellas. Soportar ataques no solo puede influir en lo material, sino que también en como nuestra personalidad se ve afectada. El proceso comienza con interacciones con sujetos distintos a nosotros dentro de nuestro núcleo, el cual mantiene el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Cuando estas interacciones se prolongan, hay factores que empiezan a encontrarse pero al no tener el mismo pensamiento, algo que yo llamo ‘’ equilibro sentimental’’, comienza a agrandarse. Aunque dicho proceso puede llegar a paralizarse y volver a su estado normal. Estas interacciones producen estados negativos como miedo, angustia, depresión, etc o positivos como alegría, amor, felicidad etc y si nos ponemos en un plano material lo primero que se me viene a la mente es la muerte ya sea por una bala, un accidente, un bisturí, una soga, etc. Basándonos en la etapa negativa, la persona entraría en un colapso, ya sea mental o sentimental, que tendría como consecuencia una enorme variación constante del tamaño de el ‘’equilibrio sentimental’’ que terminaría por colapsar con la persona. Acá es donde entran los elementos pesados, los relaciono con pesados ya que sus consecuencias no resultan nada agradables, que terminan por vencer las fuerzas que mantienen a la persona firme con el resultado de, por ejemplo, el suicidio. Como es obvio el proceso muchas veces termina con el deceso de la persona.

Dos almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora