6- Dulce ronroneo

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Capítulo 6: Dulce ronroneo


Santana estaba apoyada en el capó del coche de Kurt mientras se despedían. Hoy había sido un día duro para los dos. La profesora de historia les puso un trabajo en parejas que les llevaría más de una semana terminarlo, por suerte ellos eran pareja y solían pasar la mayoría del tiempo juntos. Eso haría más fácil el problema de quedar en casa de uno de los dos.

-¿Qué vas a hacer esta tarde?- preguntó Kurt guardando su bolso en el asiento del copiloto.

-No lo sé, quizás vaya a visitar a mi abuela, hace como un mes que no la veo.

-¿Quieres que te lleve? Sabes que me viene de camino- le ofreció amablemente.

-No, tranquilo. Mi madre vendrá a recogerme en unos minutos. Además, tú tienes que irte a casa para prepararte. Espero que mañana me lo cuentes todo.

Santana se fue al escuchar la voz de su madre que la esperaba en el coche. Kurt suspiró pesadamente. Esta tarde tendría visita. Sebastian aparecería en su casa esperando ver a alguien muy distinto a él. Rezaba para que no se echara atrás.

Necesitaba sexo urgentemente, deseaba que lo usaran, que jugaran con él. Quería que Sebastian le mandara que hacer y obedecerlo sin rechistar. No se consideraba un obeso del sexo ni nada que se la acercara, simplemente le gustaba disfrutar del placer que su cuerpo le exigía.

Al llegar a su casa se dio una ducha rápida, se arregló para parecer un poco más sexy y ordenó su habitación. Miró alrededor para que todo estuviera perfecto. Cuando estaba colocando unos libros en su estantería el timbré lo asustó.

Se quedó quieto y en silencio como si pudieran verlo o escucharlo respirar. Había llegado y tenía que calmarse para abrir la puerta. El timbre volvió a sonar y entonces se acercó a la puerta para abrirla.

-Hola, soy...- Sebastian se interrumpió a sí mismo al tener frente a él a Kurt. Un Kurt con una sonrisa traviesa y vestido impresionantemente guapo -¿Kurt? Lo siento... creo que me confundí.

-Yo no lo creo- contestó coqueto -¿Quieres pasar?

-Pero...- frunció el ceño y miró otra vez el papel que le había dado Santana con la dirección -No lo entiendo, yo vine a...

-A verme a mí- lo interrumpió -Santana te envió aquí, a mi casa.

-¿Por qué haría eso? Ah, ya lo entiendo, al final resultó ser una broma, una maldita trampa como yo suponía ¿verdad?

-No, Sebastian, ella te envió a mí. Yo soy el chico al que has venido a ver- Kurt observó que llevaba un par de bolsas en la mano -Y me parece que eso que traes es para mí ¿Vas a pasar?- abrió un poco más la puerta para dejarlo entrar.

Kurt lo guió hasta su habitación y cerró la puerta tras él. Le cogió las bolsas y las dejó al lado de la cama.

-¿Tú eres el chico que me ofreció Santana?- Kurt asintió. Sebastian tuvo que sentarse en la cama para tranquilizarse -¿Eres un puto? Con razón estás tan salido...

-¡No me llames así!- lo encaró Kurt -Te recuerdo que estoy aquí para ayudarte y no te atrevas a insultarme porqué de la misma manera que yo me ofrecí, tu aceptaste.

-Lo siento, es que cuando Santana me dijo que alguien podría cumplir mi fantasía no esperé verte a ti.

-¿Y eso es un problema?- Kurt se ofendió- ¿No te parezco suficiente?

A DEAL IS A DEAL (KLAINE/KURTBASTIAN/KURTBOYS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora