CAPÍTULO 15: 27 de Febrero de 2005

71 7 1
                                    

La mañana era oscura, el reloj marcaba las nueve y media, deseaba ver a mis padres antes de morir y efectivamente así fue; dos policías llegaron y me advirtieron que si intentaba resistirme como la noche pasada mi castigo sería más duro. Nuevamente recorrimos los pasillos hasta llegar a la sala de visitas. Un grueso cristal separaba a los presos de los visitantes. Había muchos familiares con sus parientes de la prisión, inconfundible ahí estaba papá, el oficial me acompañó, tomé un teléfono que conectaba al otro lado del cristal donde papá también descolgaba aquel teléfono para tener nuestro último encuentro.

-Kodi, ¿por qué no me contaste de tu primera transformación?- preguntó mi padre afligido

-Tenía miedo papá, pero ese miedo es la causa de que ahora esté aquí, intentaba controlarlo hasta que por fin lo conseguí sin embargo aquella tarde que Kodiak me llevó a la oficina para despreciarme una vez más insultó a Dusty lo cual hizo que perdiera el control total y cobrara justicia por mi propia pata.

-La culpa no es tuya, cuando eras un cachorro recién nacido un viejo amigo me dijo que algo especial había dentro de ti; una bestia pero nunca me imaginé que era algo de esa magnitud.


-Ya no importa papá, no busquemos culpables, quiero pedirte de favor que no acudas a mi ejecución... no me gustaría verte sufrir más de lo que estas sufriendo ahora. No soy digno de tu presencia.

-Voy a verte hasta el final, mi cachorro.- una lágrima corrió por su rostro.

-Gracias por todo tu cariño papá, fue una buena vida pero ahora tengo que enfrentar mi situación y pagar por mis errores. Te quiero con todo el corazón, adiós papá.

-Adiós hijo.- salió sin poder abrazarme.

Los policías me condujeron a un corredor completamente distinto, detrás de ellos se acercaba el oficial Diggs.

-Hemos recibido un reporte de tu mal comportamiento, parece que el juicio no fue suficiente para ti, serás castigado severamente, vamos.

Recorrimos más pasillos, no importaba lo que fuese a pasar, ya conocía mi destino seguidamente entramos a un cuarto grande y oscuro donde había una silla igual a la del cuarto de interrogación, la silla tenía un mecanismo para inclinarla y detrás de ella había una gran plataforma llena de agua helada -era un cuarto de tortura policiaca-, los policías me ataron

LA FUERZA INTERIOR DE KODIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora