Capítulo 16

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Mi cuerpo estaba pesado, trato de moverme, pero me es imposible. ¿Qué me pasa? No sé donde estoy, todo esta oscuro a mi alrededor ¿Cómo llegue aquí? Estoy acostada, pero no en una superficie cómoda.

Todo este lugar apesta, apesta a azufre. Siento un dolor horrible en la cabeza, al inicio era soportable, pero ya no. Instintivamente me llevo las manos a la cabeza y me sorprende poder moverlas. Rápido vuelvo a intentar ponerme de pie, al lograrlo todo a mi alrededor se empieza a iluminar. No reconozco el lugar, en todo mi alrededor solo hay árboles secos, piedras enormes, todo es tan extraño.

¡¿Dónde carajos estoy?!

Empiezo a correr, es lo único que me queda, buscar una salida.

- ¡PERO NO LA HAY!

Me detengo de golpe al escuchar esa voz. Veo para todos lados y no logro ver a nadie. Aquí no hay nadie. Sigo corriendo, debo salir de aquí.

- ¡PERO SI NO SALDRAS!

- ¡Debes de recordar!

Dos voces, tan distintas y ninguna se de donde viene. Llevo las manos a mi cabeza, no dejo de correr, pero esas voces no dejan de hablar una tras otra.

- ¡¿RECORDAR QUÉ?! -* Grito con todas mis fuerzas. Todo mi alrededor prende en llamas, no hay por donde salir, no hay por donde correr. EL dolor en mi cabeza aumenta. Grito asustada, no sé qué debo recordar.

No sé que pasa.

¿Qué es lo que pasa?

¡QUIERO SALIR DE AQUÍ!

Un golpe en seca hace que despierte sobresaltada. Mi siento sobre el suelo, pues aquí fue donde termine cayendo. Gotas de sudor cae de mi cara, siento todo mi cuerpo bañado en una capa de sudor.

¿Qué diablos fue todo eso?

Recargo mi cabeza en la cama, agradezco haber despertado de esa pesadilla. No entiendo, no entiendo que es lo que sucede.

No sé que demonios me pasa.

No sé qué es lo que debería recordar.

No sé, no sé, no sé nada.

El timbre de la casa me saca de mis pensamientos, me pongo de pie con rapidez, pues la persona que este al otro lado de la puerta tiene desesperación por que le abra.

Abro la puerta y me sorprendo al ver al Sheriff en la puerta.

- ¿Sheriff? Que sorpresa verlo aquí.

- Señorita Morgan, un placer verla.

- ¿En que le puedo ayudar? – Nunca había hablado con el Sheriff, es por ello por lo que siento que es muy extraño verlo en mi casa.

- ¿Podemos hablar?

- ¿Puedo saber sobre qué? – Aun más extraño que el quiera hablar conmigo.

- Sobre el asesinato que hubo el día de ayer en su instituto. – Sin decir nada me hago a un lado permitiéndole la entrada a la casa. Lo guio hasta llegar a la sala de estar, donde lo invito a sentarse.

- Siendo muy honesta, no sé que tiene que ver conmigo. – Hablo algo desconfiada.

- Señorita Morgan ¿Por qué no fue a declarar que tuvo un encuentro con el asesino? – Me quedé cayada, no supe que decir. – Señorita Morgan, usted sabe que se convierte en cómplice una vez que oculta información sobre un severo caso de asesinado ¿verdad?

Sangre fría.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora