Sangre fría.

Capítulo 21

- No te entiendo ni un carajo, Dylan. – Digo cruzándome de brazos. Veo como mi primo se pasea alegremente por toda la sala de estar, sin entender cuál era su propósito.

- Es muy fácil de entender. – Contesta viéndome con cansancio.

- ¿Por qué infiernos quieres hacer una fiesta en pleno miércoles? – Replicó por milésima vez.

- ¡Porque son divertidas! – Exclama con obviedad. – Además estoy aburrido.

- Bueno. – Ruedo los ojos ante su respuesta. – ¿Y a quien piensas invitar? No es como que la gente de este pueblo te conozca mucho. – Replico una vez más.

- Eso es tan cierto, pero casualmente tengo una prima que es la más popular de este pueblo.

Maldito infeliz, pensé.

Lo miro con odio, agrando su sonrisa ante mi gesto y salto como niño de cinco años hasta llegar a donde yo me encontraba, me dio un beso en la frente como despedida para después tomar sus llaves y salir de la casa sin antes hablar.

- Arregla la casa para la fiesta, tengo que comprar unas cosas antes. – Cierra la puerta, pero a los segundos la volvió a abrir. – Ah, empieza a invitar a mucha gente. – Finaliza cerrando la puerta. Escucho el motor de su auto y luego como arranca.

Sin más remedio camino hasta el sofá para poder tirarme sobre este.

Fijé mi mirada en la ventana, vi como el viento de otoño movía los árboles del patio, como poco a poco algunas hojas de este se iban cayendo. Otoño es mi estación favorita, no es ni frio, ni caliente, se mantenía en un limbo perfecto.

Sin más remedio tomo mi teléfono para llamar a Kelsey. La cual no tarda en contestar.

- Se que somos las mejores amigas, pero que tanto podemos platicar si ya platicamos en el instituto. – Es lo primero que dice en cuanto contesta mi llamada.

- Ni siquiera sabes para que te llamo. – Me burlo de ella.

- Ya, ya ¿Qué sucede? – Ruedo los ojos por su amargura, pero aun así empiezo a contarle la idea que tiene Dylan en su cabeza le dejo la tarea de que ella sea quien se encargue de invitar a la gente y de que le cuente a Caitlyn

Seguimos hablando por un momento hasta que decido colgar. Después vuelvo a hacer otra llamada.

- ¿Cómo está mi adorada novia? – Es lo primero que escucho.

- Tengo mucho sueño, no sé si sea bueno o malo. – Ambos reímos.

Al igual que como hice con Kelsey ahora le cuento a Ashton sobre la fiesta, pero le pido que el venga y me ayude a arreglar todo. Con gusto acepta.

Nuestra relación ya era mejor, mucho mejor que antes. A pesar de lo que le había contado a Dylan sobre mis sentimientos, creo con el tiempo fue cambiando. Desde que creí que Ashton había escuchado mi conversación con Dylan todo fue... cambiando.

Flashback.

Las manos me sudan de lo nerviosa que estoy. Todo el fin de semana me la pase nerviosa pues Ashton no respondía mis llamadas ni mis mensajes, me ponía nerviosa pensar que si había escuchado lo que hable con Dylan por teléfono.

Al entrar al instituto no vi ni a mis amigas, ni mucho menos a Ashton, fui relajándome un poco mientras caminaba hacia mi casillero, por ningún lado vi a Ashton. Saque mis libros para las clases que iba a tener.

Con tranquilidad camine hasta el aula donde tendría mi clase, no alcance ni a llegar al aula cuando sentí que alguien tomo mi mano instintivamente trate de zafarme hasta que vi de quien se trataba.