️mom's new boyfriend; ωιgєттα

〖️ u n o 〗️

『️ – Espero nos llevemos bien – 』️

— ¡¡Guillermo date prisa, debemos llegar antes de la cena!! — gritó su madre desde la planta baja de la casa, pues aquella mujer había sido tan suertuda de encontrarse un nuevo novio, alguien que de seguro en el futuro ya no estaría con ellos, ya que tal vez se desharía de él apenas se aburriera y decidiera buscar carne fresca, una de las tantas cosas que odiaba de su madre.

— ¡Ya voy, solo espera un poco! — anunció soltando un suspiro, cansado al tener una madre tan densa como ella, pero no podía hacer nada, le tenía cariño y no podía arruinar sus ilusiones.

Una vez Guillermo termino de cambiarse, salió de su habitación para bajar las escaleras y mirar la sonrisa de su madre, que de a poco iba desapareciendo, acto que le advirtió que algo no estaba bien.

— ¿Qué sucede? ¿Qué te molesta ahora? — preguntó irritado el menor, cruzando sus brazos y frunciendo su ceño al ver a su madre acercarse y acomodar su camisa.

— ¿Por qué no te pusiste otra camisa? Esta revela demasiado — comentó la mujer tratando de arreglar un poco a su hijo pero no había forma de ocultar lo que había debajo de aquella tela.

— Mamá, no exageres, no es como si fuera una chica y estuviera mostrando un sostén llamativo — mencionó Guillermo apartando las manos de su madre para que dejara de hacer lo que fuera que estaba tratando de lograr.

— Pero tu tatuaje se ve, no quiero que mi hijo de una primera mala impresión — exclamó la mayor haciendo una mueca al tener malas expectativas de lo que pasaría.

— Por favor, ni que aquel hombre fuera el rey de España, solo deja de quejarte y vámonos — dijo el menor empujando el cuerpo de la contrario para que avanzara hasta la puerta, donde un taxi los esperaba afuera.

Se subieron a este y se dirigieron hacia el elegante restaurante, donde al llegar se adentraron y un amable camarero los guió hasta su mes. Se sentaron en sus lugares y Guillermo soltó un bufido al ver que el tal; "hombre caballeroso" no se encontraba en esta.

— Al parecer a alguien se le hizo tarde — murmuró el menor apoyando su codo en la mesa y su mentón en la palma de su mano. Su madre -que estaba emocionada- lo escuchó y le dio un pequeño pellizco — ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?

— No hables mal de las personas antes de conocerlas — exclamó su madre molesta mirando con seriedad a su hijo — Debió de surgir algo. Ya vendrá.

— Espero que se de prisa, o me levantaré de esta mesa y me iré por aquella– — sus palabras fueron interrumpidas por la voz de alguien, quien se dirigía a su madre y le daba un fugaz beso en los labios.

— Lamento la tardanza, tuve que hacer algunos papeleos, espero no hayan esperado demasiado — confesó aquel fornido hombre que miraba con una agradable sonrisa a la contraria.

— No te preocupes, no esperamos mucho. Acabamos de venir — dijo la mujer formando una tonta sonrisa de enamorada viendo atentamente a su nuevo novio, el cual dirigió su mirada al "pequeño" Guillermo quien observaba a las parejita callado — Ah, él es Guillermo, mi hijo.

— Así que tu eres el famoso Guillermo ¿eh? Me llamo Samuel De Luque mucho gusto — se presentó educadamente estrechando la mano del menor que correspondió al saludo.

— El gusto es mio Sami~ — dijo Díaz con una traviesa sonrisa logrando que su madre lo golpeara en el hombro y este le mirara molesto por eso, volviendo su vista al contrario — Lo siento.

— No, no hay problema, no me molesta — mencionó De Luque con una sonrisa amable en su rostro. Tal parecía que le había hecho gracia la actitud del menor.

— Espero nos llevemos bien — comentó Guillermo apretando el agarre que aún no se había desvanecido de sus manos.